El amor no existe... o eso creía (Bizzajay)

Capítulo 9

CAPÍTULO 9

Pasó una semana desde aquella situación tan incómoda, ahora Jason no podía ni mirar a Bizarro a los ojos pues cuando se fue y decidió ver el vídeo porno para desfogarse no pudo acabar, estuvo un buen rato así hasta que decidió hacerlo a la antigua usanza, es decir, con los ojos cerrados y fantaseando en ese caso una buena mamada pero cuando dio forma al sujeto que se la estaba haciendo vio unos ojos azul claro mirándole con deseo, una cabellera negra y al poco esa silueta formó a Bizarro pero ya era tarde de recular pues acabó copiosamente sintiéndose mal consigo mismo y muy confundido. Y si después de eso no se podía poner peor ahora tenía sueños húmedos con él, de un Bizarro ardiente, con una mirada pasional y sintiendo las caricias que le dio en su cuello por todo su cuerpo.

Se suponía que él tenía las cosas claras, jamás había dudado de sus gustos y ahora se sentía un adolescente en esa típica edad en la que no tenía claro qué le gustaba. Lo que sí tenía claro es que quería evitar a Bizarro hasta que se aclarara pero el no verlo le hacía sentirse peor de lo que ya de por sí se sentía. Optó por pedirle consejo a uno de sus más fieles confidentes, quitando a Bizarro.

Miró por su radar de que la zona estuviera libre y cuando vio que solo estaba el objetivo con el que quería hablar entró sin problemas puesto que ya le estaba esperando desde hace un rato

– Bienvenido amo Jason – le recibió Alfred – ¿a qué se debe su visita?

– Quería ver cómo estabas, hace mucho que no lo hacía

– Ciertamente aunque es comprensible dado su trabajo – le invitó a pasar al salón y le sirvió un té que estaba tomando en su hora del descanso – ¿terminó su trabajo con los niños? – se sentó en uno de los sillones más modesto de la sala y en el que se solía sentar en él

– Más o menos – cogió la taza aunque no bebió nada, el té precisamente no era su bebida favorita pero no le iba a hacer el feo al anciano – aún quedan nombres pero Bruce ya estará enterado de eso

– Y no se equivoca – asintió – amo Jason quedan diez minutos antes de que regrese el amo Damian así que si tiene algo que contarme podría hacerlo ahora – Alfred no era tonto, conocía de sobra a ese "chiquillo", al menos para los ojos del mayor, y sabía que sus visitas no eran por mera cortesía – ¿precisa de algún artilugio o del ordenador del amo Bruce?

– No. Simplemente... necesito un consejo o que alguien me escuche yo qué sé pero necesito contarlo y como sé que no dirás nada y que eres buen consejero he optado por ti

– Me siento halagado joven amo espero que le pueda servir – se acomodó en el sillón y le escuchó atento como siempre hacía

– ¿Has dudado alguna vez de tu sexualidad? – soltó de una vez. Alfred en vez de mostrarse sorprendido o extrañado solo negó

– No ¿por qué lo pregunta?

– Porque estoy jodi... – se calló cuando vio el gesto de desaprobación y reproche en el mayor así que buscó otra palabras para no soltar una palabrota – estoy agobiado, llevo días teniendo sueños eróticos con alguien que no debo y encima es un tío y uno de mis mejores amigos

– ¿Se refiere al señor Harper?

– ¡No! ¿Por quien me tomas? No me refiero a ese, es otro que no conoces... no mucho al menos – soltó algo avergonzado – el caso es que me hace dudar mucho, he intentado pensar en otros tíos así pero no puedo, solo me pasa con él y ya no sé si soy marica o qué diablos me pasa

– Es un asunto complejo – meditó mientras se preguntaba por qué en esa familia siempre acababa como consejero amoroso, primero fue Dick con Kory, luego Tim con Kon, Damian con Jon, en ocasiones Bruce cuando aparecía otra vez en su vida Catwoman y ahora él – ¿ha pensado que podría ser solo curiosidad?