El amor no existe... o eso creía (Bizzajay)

Capítulo 14

ADVERTENCIA: antes de que empecéis a leer el capítulo hay lemon, os avisaré cuándo empieza y termina con este símbolo ******. Por si acaso alguien no quiere leerlo, en fin, disfrutad de capítulo

CAPÍTULO 14

Después de eso pasaron tres meses como siempre la relación no podía ir a mejor y ahora Jason estaba entreteniéndose de lo lindo pensando que Bruce no lo descubriría puesto que ya estaba muy mayor para esas cosas y que sus dotes detectivescas habían desaparecido pero ahora eso no importaba mucho puesto que ahora los Outlaws tenían una misión en Nueva Orleans, tenían un chivatazo de que el Espantapájaros tenía un nuevo cargamento de droga y que usarían la ciudad como lugar para realizarla; un lugar perfecto fuera de la vigilancia del Caballero de Gotham pero no para Red Hood.

Era de noche en la siempre iluminada ciudad del jazz. Los Outlaws tuvieron que instalarse en un motel cercano a un edificio donde se instalaría al día siguiente el secuaz del Espantapájaros para concluir los negocios pero allí es donde lo pillarían con la excusa de llevarse el dinero y la fórmula para venderla aunque en realidad era para darle una muestra a Batman para que creara un antídoto y destruirla.

Jason y Bizarro compartían cuarto mientras que Artemis ocupaba otro en la planta de arriba. Por lo general compartían siempre un cuarto pero la amazona dijo que necesitaba intimidad con la excusa de no hacer de sujeta velas, en especial cuando sabía que era su aniversario.

Aprovechando que no actuarían hasta mañana los dos fueron a pasear por la ciudad comprobando que era hermosa tanto de día como de noche pero Jason se había enamorado más de las noches, eran mucho más animadas, llenas de luces, buena música y de gente no como en Gotham que siempre era lúgubre y oscura y solo se escuchaban los coches policía.

Había sido una noche maravillosa, fueron a cenar a un restaurante local, después a un bar donde tocaban en directo y ahora volvían al motel pasando por un parque de verde césped y hermosos árboles. El clima ese día era bueno y daba gusto pasear en especial porque iban tomados de la mano aprovechando que no había nadie en la ciudad que les conociera y de que había poca gente. Era la primera vez para Jason que iba así con alguien, siempre le había parecido cursi y tonto que las parejas fueran de esa manera pero ahora entendía el porqué, era una sensación agradable ir andando y saber que alguien te acompañaba además de notar como esa mano de vez en cuando la apretaba un poco de manera cariñosa y viceversa.

Jason no podía dejar de sonreír durante toda la noche, el ambiente era perfecto así que aprovechó ya que iban de camino al motel para decir lo que llevaba un par de días pensando y meditado por tantas horas

– Hay que ir a una farmacia antes, necesitaremos lubricante y condones – soltó de la nada deteniendo en seco a Bizarro que le miró con los ojos bien abiertos – ¿qué pasa? – preguntó como si lo que hubiera dicho fuera normal

– ¿Tú te has oído? – preguntó intentando controlar su sonrojo

– ¿No quieres hacerlo?

– No bueno sí pero... – no sabía cómo continuar

– Admito que esto ha ido muy despacio por mi culpa y creo que...

– No ha ido despacio – le interrumpió – ya te dije que iríamos a tu ritmo y yo soy feliz mientras tú estés cómodo con esto – dijo.

El bandido debía de admitir que Bizarro había tenido una paciencia infinita y que le había respetado desde el principio tal y como le prometió pero ahora que había logrado quitarse esos fantasmas que le perseguían quería demostrarle que ya no tenía miedo de su relación

– Por eso creo que ya es hora y justo como a ti te gusta ¿qué hay más cursi que tener nuestra primera vez en un aniversario? – le sonrió le dado seguro de sí mismo sabiendo que Bizarro era un romántico empedernido, pero este seguía mudo y sonrojado, siempre le hacía gracia verlo así las pocas veces que lograba sacar su lado tímido, le resultaba adorable – ¿a qué le tienes miedo? ¿A que eres virgen y temes estropearlo? – le dio un beso cargado de cariño