-BREATHE-

Capítulo 3

En un claro de la arboleda, Ben Solo esperaba a la muchacha de Jakku. Rodeado por los sonidos del bosque, no podía evitar caminar de un lado a otro comido por la ansiedad.

"Ella vendrá" se decía para tranquilizarse.

Acordaron encontrarse en la mítica Luna de Endor, simbolo de la derrota del imperio y ahora refugio personal del joven Kylo Ren.

La nave aterrizó hábilmente y Rey vio al muchacho de negro a través de la ventanilla, aun con duda en su interior. Su figura imponente siempre la perturbaba, pero a la vez le parecía atractiva y seductora. Este pensamiento la puso aún mas nerviosa y solo aumentó el golpeteo de su corazón en su pecho. Se desembarazó de los cinturones y el casco y bajó por la pequeña escalera.

Ben se acercó y se miraron en silencio, sin saber bien que hacer ni como reaccionar.

- Bienvenida- le dijo él finalmente -cubriremos tu nave y luego iremos al refugio- ordenó, más por la costumbre de dar ordenes que porque quisiera hacerlo.

- ¿Es lejos?- preguntó ella rodeando la nave, para recibir la cubierta de camuflaje al otro lado

- Unos cuantos minutos caminando en esa dirección- señaló él, atando los extremos de la cubierta. Rey hacía lo mismo por su lado y miró la arboleda, recordó inevitablemente su primer encuentro en el bosque de Takodana. Ben percibió sus pensamientos y esbozó una sonrisa sin que ella lo viera.

- Vamos- Indicó tomando uno de las bolsas que Rey cargaba.

Caminaron en silencio a través del bosque, Ben avanzaba hermético con grandes zancadas y solo ahora Rey reparaba mejor en su apariencia, llevaba una camisa suelta, ceñida a la cintura por un grueso cinturón y unos pantalones ajustados, todo siempre en negro, pero que de alguna forma le hacían ver relajado. Ben se giró y la descubrió evaluándolo

- ¿Tuviste un viaje agradable?- le preguntó él torpemente, producto de su timidez y falta de experiencia en las conversaciones triviales.

-Si, muy tranquilo- dijo ella, bajando rápidamente la mirada con el rostro enrojecido. Si lo hubiese mirado se habría dado cuenta que lo mismo le ocurría a Ben. Caminaron otro trecho en silencio

-Me imagino que tuviste que mentirle a Luke para dejar la isla- Le preguntó ya mas compuesto.

-Ya no puedo contar con él- respondió ella secamente. Ben se intrigó, pero cuando se disponía a indagar mas al respecto ya llegaban al refugio.

- Aquí es- señaló mientras Rey miraba alrededor de la entrada con sospecha - Sin guardias, como prometí- insistió él - Solo tu y yo...- Rey sintió un escalofrío al escuchar sus palabras, y por un momento se preguntó si es que el hecho de que estuvieran absolutamente solos le parecía incluso más peligroso.

Siguió el sonido metálico de los pasos de Kylo al interior del búnker, afuera ya había oscurecido pero dentro de la instalación envejecida las luces de filamento iluminaban los pasillos.

- Este es el comedor, hay suficientes raciones aquí para ambos- le indicó en la primera habitación, luego avanzó pasando por varias puertas cerradas, entró en una habitación a la izquierda. -Esta es mi habitación, tu dormirás aquí - dijo dejando la bolsa sobre la cama. Rey lo miraba desde el umbral de la puerta indecisa - Espero que eso no sea un problema- dijo él aclarándose la garganta un tanto incómodo. - La puerta de enfrente es un baño funcional. El resto de las habitaciones no tienen energía ni calefacción- Rey se volteó a mirar la puerta y luego volvió a mirarlo a él.

- ¿Y donde dormirás tu?- le preguntó mientras él se acercaba a la puerta

- Me las arreglaré - dijo pasando por su lado - Descansa esta noche, mañana comenzaremos a entrenar- le dijo mientras se alejaba por el pasillo.

Rey se sentó en la cama con su bolsa entre los brazos y recorrió la habitación con la mirada, el espacio se le antojaba muy grande y vacío. Estuvo así un buen rato y se dio cuenta que su latir recién se calmaba, su sola presencia le revolvía la sangre y ahora estaban solos en aquella luna. Acarició la cobija de la cama y lo imaginó durmiendo ahí, sin querer recordó su torso desnudo de esa vez que conversaron a través de la Fuerza. Se levantó lentamente y se acercó a una estantería que tenía diversos objetos como piedras pulidas, metales trabajados, pequeñas figurillas de madera, plumas y lapices de caligrafía. Tomó alguno de los objetos y lo observó cuidadosamente a la tenue luz. Le causó curiosidad pensar en que veía Ben de especial en ellos y en su singular belleza. Ben... no. Kylo Ren.

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Con pasos pesados el joven Solo salió del refugio y levantó el rostro al cielo para respirar profundo. Estaban solos en una luna entera, y aun así el espacio se hacía pequeño junto a ella, su presencia lo intoxicaba y no podía evitar ese deseo incontrolable de tocarla. Solo la había tocado una vez, con la punta de los dedos a través de la Fuerza, solo un segundo... y desde entonces ha tenido hambre de su tacto. Se pasó la mano sobre el rostro tratando de aclarar su mente y despejar la intensidad de sus pensamientos, podía sentirla en las orillas de su mente a través del enlace de la Fuerza, y ahora más que nunca debía ser cuidadoso.

Se adentró en el bosque, caminar le haría bien para enfriar la mente y también el corazón.

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Unas horas mas tarde Rey aun se daba vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, a pesar de la calefacción del refugio sentía el frío de la noche, tan distinto de Jakku. Se cubrió la cabeza con las cobijas y reconoció un aroma particular. Este debe ser su aroma, pensó, y recordó nuevamente que estaba en su cama. Tanteó en la Fuerza y sintió que Ben aun estaba despierto, sin embargo prefirió no hablarle. Recordó la noche en que le pidió que se quedara con ella y por un momento lo imaginó abrazándola en esa cama, a su lado de verdad, no a través de la Fuerza. El calor subió a su rostro, sin embargo había algo en ese pensamiento que le confortaba, el sentirlo a su lado, estar rodeada por su cuerpo, su tacto... Se avergonzaba, pero no era la primera vez que pensaba en él de esta manera, con tanta añoranza y deseo. Su corazón dio un brinco cuando escuchó unos pasos frente a la puerta.

Ben estaba en el pasillo frente a la puerta de la habitación, sabía que Rey estaba despierta. Había en vano tratado de dormir, acomodándose en los asientos del comedor, pero no era la cama improvisada lo que le impedía conciliar el sueño.

Ben estuvo de pie allí unos minutos. Adentro, en la cama, Rey estaba inmóvil como un animalillo indefenso, con el corazón desbocado, mezcla de miedo y excitación.

-Buenas noches Rey...- dijo Ben finalmente desde el pasillo, esperó un poco más pero no obtuvo respuesta.