IV

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Ella sólo estaba ahí por una razón, velas, velas rojas, ya tenía agua de rosas y manzanas, sólo faltaba que las pócimas dieran efecto, ya que, cuando uno hace conjuros de amor y no se hacen bien, podrían resultar mal.

Ojos De AceitunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora