XXXIX

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Kanheğ, al observar la criatura, no pudo contener su cólera, pues el gitano creyó que su esposa lo había engañado, sé convenció de que como nunca había tenido intimidad con otro ser, aprovechó a darse el lujo con otros hombres, eso creía el.

































Pero no, ella le era fiel.

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