Me quede mudo de la impresión. Eleanor era un espejo de almas. Eso lo explicaba todo; la sensación de que no estaba presente, el sentir un reflejo de mí. Todo encajaba.
-¿Y cómo se distingue un espejo de almas de una persona ordinaria?-proseguí con mi interrogatorio.
-Por el color de ojos, rojos-contesto- hace unos años los espejos éramos conocidos como noruts y si alguien veía a un niño con los ojos rojos tenía que matarlo, pero este dije-tomo el dije que yo había creído un rubí- camufla el color de mis ojos y hace que la gente vea otro color en ellos. Pero tú puedes verlo, ni siquiera el hechizo te engaño. Así que ahora te pregunto ¿Qué es diferente en ti?
Analice las palabras de Eleanor y no halle una respuesta.
-No lo sé.
-Entiendo
Eleanor no parecía creer mi respuesta. Pero << ¿Qué significado tenía eso?>> No ese no era el problema, las dudas anteriores perdieron prioridad en el momento que mencionó que la gente mataba a los espejos de almas.
-¿Por qué mataban a los noruts?
-Te dije que los Owlnight son los guardianes de ellos desde hace 150 años, y qué también tenían la obligación de eliminar su existencia.-dijo mirando a las flores, como si estas tuviesen la historia de los espejos de almas.
-Pero ¿por qué?
-Porque -suspiro- hace 150 años en Eshire un espejo de almas llamado Antoine Tosky incendió la ciudad,-volteo a verme y al ver mi incomprensión prosiguió.- Cuando un espejo de almas cumple 16 todas las emociones absorbidas por sus ojos se reflejan al exterior, y al no saber controlarlas, las negativas prevalecen, sin mencionar que absorben las almas de aquellos que reflejaron. Antoine fue criado por asesinos y ladrones, así que cuando cumplió 16, todos los sentimientos de esos mercenarios se apoderaron de él, y el hambre de muerte de ellos lo consumió.- Hablaba sin sentimentalismo.- Pero eso no fue lo peor.
-¿Qué paso?-pregunte excitado.
-El no solo conoció a aquellos matones, conoció prácticamente a toda la ciudad, por lo tanto en ese momento que absorbió sus almas, todos sus ojos de disolvieron en sangre, bueno-sonrió- todos a los que miro a los ojos –volteo a verme- de cualquier modo la ciudad ardió hasta hacerse cenizas, lo cual fue mejor que haber perdido el alma.
Después de que el conde Richard Owlnight y el duque Theodore Lutwidge invocaron a un vigilante para que detuviera a Antoine, ellos ordenaron a la nueva ciudad de Eshire; ahora Warehive; que informaran a cualquier miembro de su familia si veían a una persona con los ojos rojos, ya que ellos eran los culpables del desastre ocurrido en Eshire. Desde entonces cuando alguien veía a un norut los golpeaban e incluso los mataban sus padres al nacer.-agacho la mirada- más bien su madre.
-¿Su madre? ¿Qué clase de madre haría eso?, ¿Qué pasa con su padre?
-Los espejos de lamas son una combinación del poder del vigilante y un alma humana. Por lo tanto, no necesita un progenitor masculino, solo una mujer que lo dé a luz.
-Pero si los matan ¿Cómo es qué sigues con vida?
-Los Owlnight prohibieron matarnos, solo tenían que informar si nos veían. Además, los vigilantes implementaron sus propias medidas...
-Lo siento-la interrumpí- pero ¿quiénes son los vigilantes?
-Los guardianes de almas. No son buenos ni malos simplemente juzgan a dónde irán las almas, al Edén o al Averno.
-Entiendo-dije, y era cierto. no sé como pero lo entendía, era como si yo mismo lo hubiera vivido, aunque evidentemente no era así.- ¿Y cuáles son las medidas que tomaron los vigilantes?
Ella cerro los ojos por un momento, y de repente los volvió a abrir.
-Ellos encarnaron su espíritu en un descendiente de la familia Owlnight, por cada generación de espejos de almas.
-Entonces ¿su alma toma el cuerpo de un Owlnight?
-No su alma (pues no tienen)-señalo- solo su poder para llevarse al espejo al cumplir los 16 años.
-¿Y después lo pierden?
-No, así los vigilantes tienen ojos en el mundo terrenal, y pueden juzgar mejor las almas.
-Ya.-El tema comenzaba a serme familiar pero no entendía el por qué.
Ella solo asintió.
-Los vigilantes humanos pierden su poder hasta que mueren.
-¿Y quién es el vigilante humano ahora?-pregunte sin pensar e inmediatamente después fui consciente de lo que significaba mi pregunta ¿quién te matara?
-Eso-desvió la mirada-no puedo decírtelo.
-Entiendo-dije decepcionado-perdona.
-No pasa nada- levantó la cabeza-solo que no suelo hablar de esto. Está prohibido, pero en si todo lo que te he dicho hoy lo está, así que si te preguntan tu solo di que respondía tus dudas.-dijo pícaramente, guiñándome- así que no he desobedecido del todo.
Se levantó e indico que hiciera lo mismo. Eleanor se acercó a las amapolas y corto una para olerla.
-Eso puede ser peligroso-advertí.
-No te preocupes, afirmo, mientras hacía un ademan, restándole importancia a la situación-los espejos somos inmunes a sus efectos.
-Ahh-dije no muy convencido.
Ella se separó de la flor y se acercó a mí y me tomó de la mano, para llevarme de nuevo por el pasillo por el que llegamos a ese jardín de altura.
Bajamos por el pasillo escalonado hasta la habitación de Eleanor en completo silencio. Seguía igual que cuando llegué, solo que esta vez no estaba vacía, había otra persona, y no era Eleanor. Era una muchacha de largo cabello rubio blanquecino que se acomodaba en una trenza perfecta. Sus helados ojos grises se clavaron en mí, y luego se volvieron hacia Eleanor.
-¿Clementine, qué ocurre?-pregunto Eleanor a la joven, cuyo nombre parecía ser Clementine.
-Cristine ha llegado.-contestó.
-¿Qué?-dijo Eleanor en tono preocupado, aunque su rostro no lo reflejara.
Se volteó hacia mí con semblante serio.
-Lo siento mucho Xerxes pero voy a pedirte que te vayas-su voz sonaba agarrotada.-Surgió algo, y tu presencia resulta inoportuna.
-Entiendo-respondí tratando de ocultar mi molestia.
-De verdad, lo siento- agachó la cabeza.- Clementine te acompañara hasta la puerta.
Asentí. Clementine hizo una reverencia y abrió la puerta para que yo pasase.
La seguí hasta la entrada y nos encontramos con Caroline esperando en la puerta.
-Yo me hare cargo a partir de aquí. Gracias, Clementine.
-Como ordene.-Clementine se inclinó y regresó al interior de la mansión.
-Acompáñeme señor Lutwidge-giró y se dirigió hacia los rosales.
La seguí hasta que ella se detuvo en medio de las flores.
-Tal vez suene descortés lo que diré-habló finalmente Caroline-dada la amistad que tienen los Lutwidge y los Owlnight, pero-su mirada se clavó en mi cual puñal-le pediré que no fraternice demasiado con la señorita Eleanor.
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Espejos de Almas
Tajemnica / ThrillerNo son pocas las ocasiones en que las que se reflexiona sobre uno mismo, su existencia y el valor de la misma. Reconociendo nuestro ser a partir del conocimiento del otro. ¿Qué es el otro más que aquello que no somos? Este mismo refleja de manera in...