Fall (Hoseok , Jungkook y Tú)

Capítulo 08

Su cuerpo se balanceaba en un incesante vaivén. Siguiéndome en cada paso, aceptando lo que yo podía ofrecerle. Eramos uno y no había nada en este mundo que me hiciera más feliz. Mí corazon latía con fervor, cada palpitar me llenaba mas de felicidad. Mí cordura me había abandonado y lo único que ahora hacia era llenarme de ella,  tomar todo lo que podía antes de que este sueño acabará.

Había esperado esto por largos años, creí que jamás sucedería pero me equivoque. La tenía en mis brazos, la tenía bajo mi cuerpo gimiendo de placer.  Cada gemido,  cada suspiro enviaba ondas eléctricas a mí  espina dorsal haciendo que acelerará mis movimientos y la embistiera con mayor velocidad.

— Hoseok — gimió ella, hundiendo sus uñas en mí espalda desnuda. Mí nombre le quedaba tan bien a su boca, su voz.

Me enterraba en ella con tal necesidad, con tal deseo... Fije mí vista en ella, deleitándome con la bella imagen que mis ojos apreciaban. Sus mejillas estaban completamente rojas. Gotas de sudor rodaban por frente,  sus ojos despedían un brillo especial que me envolvía.  Su pecho subía y bajaba  gran velocidad haciendo que sus senos desnudos rebotaran en el aire. 

Aquella imagen la había imaginado cientos de veces pero nunca creí que podría presenciarla. Saboree cada rincón de su cuerpo, cada  rincón de su piel.

Eché mi cabeza hacia atrás y solté un fuerte y sonoro gemido al llegar al clímax . Esperé varios segundos hasta que mí pulso se normalizo y mí cuerpo se relajó. La miré detenidamente buscando un asomó de culpa o algo negativo , ella sólo cerró los ojos extasiada y una sonrisa se dibujo en su rostro. Me aparté de ______ y salí de su interior. Tomé aquel preservativo llenó de semen y lo lancé al tacho de basura para volver a ella.

— ¿Que acabamos de hacer? — preguntó con voz ronca. Me acerqué a ella y la rodee con mis brazos.  ¿Era un sueño?

— Acabamos de hacer el amor — respondí con una enorme sonrisa. Su cuerpo se tenso bajo mí agarré  y entendí que la había cagado.

— Esto esta mal, somos mejores amigos — negó rápidamente poniéndose de pié alejándose de mí.  Buscó su ropa, que estaba esparcida por el salón.

— Seremos más que amigos — Me armé de valor para pronunciar aquella palabras. Estire mi mano y sujete su muñeca, a lo que ella frenó  en seco.

— No puede ser — negó rápidamente dándose la vuelta. Sus ojos se fijaron en mí, ellos no reflejaban nada.  Al menos nada que yo pudiera entender. — Yo amo a Jungkook — suspiró con un hilo de voz.

Eso había dolido y mucho, pero ya había avanzado. No podía retroceder, no cuando acababamos de hacer el amor. No cuando ella se entregó a mí. Simplemente no podía, tenía que seguir. Sin importar el resultado, debía confesarme ahora o jamás lo haría. Había esperado largos años y al fin el momento había llegado.

— ¡Eso no importa! — Negué poniéndome de pié. Estaba completamente desnudo, al igual que ella. — Yo te amo y no importa que ahora sientas cosas por Jungkook, yo sé que me amarás de la misma manera que yo — respondí esperanzado. Sabía que no era imposible.

— De la chica que estabas enamorado...  ¿Era yo?  — pregunto estupefacta. Vi la pena y tristeza reflejarse en su rostro. Solo asentí con un vaivén de cabeza. — No puede ser Hoseok,  somos amigos. Yo amo a Jungkook y seria injusto para ti — respondió exasperada.

— Somos amigos,  lo sé. Pero te he amado desde siempre solo que no me había dado cuenta de ello. Cuando te vi con Jungkook la primera vez estuve celoso,  muy celoso y con el tiempo acepté mis sentimientos. Te amo,  te amo de la manera más pura que pueda existir. Te amo ______,  te amo — me confesé. Ya estaba hecho, ahora nuestra relación solo puede tomar un camino.

— Per...  — antes de que pudiera objetar la interrumpí.

— Sin peros,  sabes bien que sientes algo por mí. De lo contrario no te hubieras entregado a mí. De lo contrario  no hubieramos hecho el  amor — espeté desesperado.

— Solo fue un impulso,  Hoseok yo no te amo... Yo no, lo siento. Solo te veo como un amigo.— negó destrozando por completo mí corazón — Me siento muy bien contigo,  no sé que pasará después de esto pero no te quiero perder. Quiero que seas parte de mí vida — agregó dándole esperanzas a mí corazón.

— ¿Sabias que yo te amo?  Como no lo podías ver. Eres la única persona que hace que mí corazón palpite. Yo sé que te duele, que aún sientes cosas por Jungkook... Que tienes miedo por lo que pueda pasarnos, que no quieres perder nuestra amistad. Pero no esta en mis planes perderte... El tiempo lo cura todo y así sucederá contigo, conmigo. — la miré fijamente. Aquellas palabras salían desde el fondo de mí corazón.  Ella solo me miraba atentamente, sin siquiera poder hablar con aquella expresión que tanto me lastimaba.

— Yo sé que no soy el más lindo, que no soy el más inteligente pero sé que nadie te hará más feliz que yo. Te pido una oportunidad dejame demostrarte que puedo amarte,  que puedes amarme. — hablé con un hilo de voz. Tenía el corazón en la mano. A ella la mataban las dudas, lo sabia.  Pero ahí estaba yo para aclararlas.

— Yo... Estoy confundida. No quiero que nuestra relación se arruine, no quiero perder tu amistad — Confesó— no puedo precipitarme y darte una respuesta de inmediato, necesito pensarlo... — Soltó un suspiro. Se inclinó y tomó su ropa para luego comenzar a vestirse. 

— Tomes la decisión que tomes afectará nuestra amistad pero de todas formas te Esperaré...  — asentí feliz. Ella lo pensaría,  existía la posibilidad de que aceptara mis sentimientos. De que me diera la oportunidad de amarla completamente.

Ella suspiró,  terminó de vestirse y se acerco a la puerta dispuesta a irse.

— ¿Me seguirás hablando?  — pregunte antes de que cruzará el umbral de la puerta. Ella frenó en seco y me miro por el rabillo del ojo.

— Seguiremos como hasta ahora... Solo,  solo necesito tiempo para pensarlo — respondió antes de salir por la puerta.

Suspire relajado y me desplome sobre el sofá. Ya era un hecho, se lo había dicho. Había confesado mis sentimientos por _______ y ella pensaría su respuesta. Quiere decir que existe la posibilidad de que acepte. Ella se entego a mí, eso era un gran indicio. Quizás estaba siendo demasiado positivo, quizás estaba siendo demasidap surrealista. Quizás me estaba ilusionando en vano, pero no importaba. La felicidad que sentía en mí interior me llenaba. Estaba en paz,  ya había confesado mis sentimientos, me había sacado aquel enorme secreto que no me dejaba respirar. Que hundia mi  pecho cada vez que la veía. Había dicho esas palabras que estaban atoradas en mí garganta. Tan solo quedaba esperar...