Fall (Hoseok , Jungkook y Tú)

Capítulo 12

•Narra Jungkook

— Mierda — golpeé la pared con mí puño, completamente frustrado. Las lágrimas no tardaron en aparecer. Dolía cada rincón de mí alma. Acaba de terminar al amor de mí vida. Acababa de terminar con ______.

Me encontraba en mí departamento, empacando mis cosas, armando mí maleta. Había recibido una beca para estudiar en la mejor universidad de América. Sabía perfectamente que no debía dejar pasar esa oportunidad.

______ fue mí primera novia, mí primera mujer. No podía explicarle... No podía decirle que tenía que ir a América y no la podía llevar. Sería un acto muy egoísta pedirle que me acompañé. Ella tendría que abandonar sus estudios y tiraría años de su vida a la basura, la alejaría de su familia para cumplir mí sueño. Por otro lado sabía que, aunque no se lo pidiera, ella me esperaría. Eso sería aún más egoísta, hacer que esperara por mí. Desperdiciaría su juventud, no sabía cuanto tiempo estaría en América. No sabía si al terminar la universidad buscaría empleo ahí... O volvería a Corea. Es por eso que decidí dejarla, terminar nuestra relación y bloquearla de todos mis contactos.

Fue la decisión más estúpida. Mi alma sangraba y mí corazón pedía a gritos que fuera tras ella. Pero no podía, la amaba tanto. Mí amor era completamente puro, sano. Era completamente necesario que termináramos... de lo contrario no podría ser feliz. Ella no podría ser feliz con migo en otra parte. El día llegó y viajé a América.

Me instalé en un "departamento" que ni siquiera tenía baño propio. El baño era compartido, era una pequeña habitación en un edificio. La cocina era compartida al igual que la sala de estar. Todas las mañanas era una disputa por el canal de la televisión. Aquel lugar era un chiquero... Pero era lo único que podía pagar.

Extrañaba a ______, mí pecho se hundía con cada latido. Dolía , cientos de flechas se hundían en mí alma, en mí corazón. Todo mí ser sangraba y la única que podía sanarme era ______. Ella era el remedio que sanaría mis heridas.

Los meses pasaron , mamá llamaba todos los días para informarme de las cosas que sucedían allá. Pero ella jamás nombró a ______, le pregunté decenas de veces pero ella se negaba a pasarme algún tipo de información. Sabía que la amaba, temía que por algo que ella dijera yo regresará a Corea. Tan sólo decía "ella esta bien" y cambiaba de tema. Eso me bastaba, saber que ella estaba sana y salva. Conseguí empleo y logré mudarme. Había flaqueado, la llamé un par de veces a altas horas de la noche. Pero su teléfono jamás atendió. Ella nunca me atendió. Vivía en un departamento a unas cuadras de la universidad. Un departamento con todas las comodidades. Las clases terminaron y al fin pude tener vacaciones.

Mí corazón saltaba de felicidad, al fin había llegado la hora de regresar a casa. Aunque tan solo sea por un par de semanas, iría a Corea. Con una sonrisa plasmada en mí rostro busqué mí asiento en el avión. En horas llegué a mí tan esperado destino. Por fin volvería a verla, volvería a ver a ______.

El avión aterrizó, subí a un taxi y fui directo a mí casa.

— ¡Hijo! — exclamó mí madre de felicidad. La rodeé en mis brazos y elevé sus pies del suelo.

— Te extrañé mucho — Sonreí dándole cortos besos en sus mejillas. Dejé mis maletas a un lado y hable cinco (¡CNCO! ahr xD) minutos con mí madre.

— Tengo que ir a verla — la interrumpí y su sonrisa desapareció.

— No hijo, no puedes ir... Ella esta...—negó preocupada. Antes de que terminará la frase abrí la puerta y corrí velozmente, corría en dirección al departamento de _____.

Corrí largas cuadras hasta frenar en aquel edifico. Mí pecho subía y bajaba rápidamente, mí respiración estaba agitada. No podía evitar sonreír , no podía evitar sentir la felicidad que fluía por mí Interior.

Toqué el timbre pero nadie atendió... ¿No estaba ? La anciana del departamento continúo salió por casualidad. Ella me dejó entrar, la conocía. Ella sabía que yo era novio... Exnovio de ______.

Me paré frente al ascensor esperando que llegara a mí piso. Era mucha la espera ,así que subí por las escaleras.

Estaba desesperado, ya quería estar entre sus brazos. Ya quería sentir su aroma, sentir su tacto. Volver a besar aquellos suaves labios, aquellos dulces besos.

Llegué frente a su departamento y toqué el timbre varias veces. En minutos una mujer abrió la puerta... Esa mujer no era _____. Ella me explicó que hace un mes y medio se había mudado allí, que no sabía donde vivía la antigua dueña.

Decepcionado salí del edificio. La anciana estaba afuera dándole de comer a las palomas. Me acerqué a ella en busca de información.

— Ella se fue, ya no vive aquí. Se mudo a otro departamento, en un edificio a unas cuadras de aquí — la anciana explico amablemente. Me dio la dirección y corrí nuevamente. No quedaba tan lejos.

Llegué a la esquina de aquel edificio cuando lo vi... Mí pulso se detuvo y mí corazón dejó de latir. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo...

Era ______ estaba junto a Hoseok. Estaban tomados de la mano, sonriendo felizmente. No podía ser real...

“¡No JungKook!” me regañe interiormente, ellos eran amigos. Tal vez sólo lo hacen en señal de amistad. Seguramente eso sería... Eso quería creer. Pero sus labios besaron los de aquel bastardo. ______ besó a Hoseok. Lo beso como lo hacía conmigo... Lo beso con la misma felicidad y ternura que tenía cuando lo hacía conmigo.

Mí corazón se quebró al ver aquella escena, vi como _____ entraba a aquel edificio con Hoseok... ¿Que debía hacer? Mis ojos picaron y las lágrimas inundaron mí rostro.

— No... No... — negaba , intentando convencerme de que había tenido una alucinación, negando la realidad. Mis piernas temblaron y caí de rodillas al suelo. Cubrí mi rostro con ambas manos ocultando mis lágrimas.

Ella estaba con él, ella era feliz con él. _______ me cambió mientras yo sentía su amor latente en mí pecho. Mientras yo sentía su tacto sobre mí piel, mientras yo no tenía ojos para nadie más.

— ¿Joven se encuentra bien? — una anciana preguntó preocupada, tocando mí hombro.

No respondí, no podía. Tenía un nudo en mí garganta, que no me dejaba respirar. Me ergui y camine ,a lentos y pesados pasos, a mí casa.

— Pequeño — mí madre me dedicó una mirada compasiva al verme cruzar por el umbral de la puerta. Ella me rodeó con sus brazos y me aferré a su cuerpo. La abracé tan fuerte, tan necesitado. Lloré sobre su hombro, dolía mí pecho, dolía mi corazón y alma.

— Debes olvidarla Pequeño — susurró ella dando suaves caricias en mí espalda.

— Yo la amo... — estallé en lágrimas nuevamente. Ella era mí otra mitad, amaba a ______. Había esperado día tras día, había planeado decirle todo. Había ahorrado peso por peso, había trabajado hasta caerme del sueño. Todo para lograr tener una buena economía y poder traerla a América. Tenía decidido contarle todo y que ella decidiera. La quería a mí lado, no importaba cuán egoísta fuera, yo ya no podía vivir sin ella.  Yo sabía que ella me amaba con la misma fuerza que yo lo hacía... ¿Entonces? ¿Porque se veía tan feliz? ¿Nuestro amor fue una mentira? ¿Acaso el único enamorado fui yo?...

Mí vida se había hecho añicos en un abrir y cerrar de ojos. Si hubiera sabido... Si tan solo hubiera imaginando que esto pasaría jamás la hubiera dejado, me llevaría a América junto a mí. Es que... Tan solo creí que ella me amaba de la misma manera. Creí en todas sus palabras. Creí en su amor eterno, creí que sería la única persona en su corazón pero me equivoque.

¡Demonios!" Solloce, estaba destrozado... Ella no podía amarlo, estaba seguro de que solo era un pasatiempo. Hoseok solo era una distracción para intentar olvidarse de mi...