Capítulo 4: Humo y alcohol

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El sol había empezado a ponerse sobre el horizonte, emitiendo un color ámbar sobre el barco y sus pasajeros. Caminaba junto a Armin, discutiendo sobre lo que podría ser considerado como información inútil.

"Oye Armin." Comencé. "¿Qué dices si buscamos a Mikasa y vamos a tomar unos tragos?"

"Oh, um... está bien, ¿por qué no?" Sonrió, agarrando mi muñeca y saltando escaleras abajo, a los pisos inferiores.

Golpeé la puerta de nuestro camarote, en donde asumí que estaría mi hermana. Ella no era muy fanática de los paseos en barco, eso podía verse. La chica de cabello oscuro salió de la habitación con mi vieja bufanda carmesí colocada flojamente alrededor de su cuello.

"¿En serio trajiste eso contigo?" Pregunté un poco disgustado.

"Sí, ¿y?"

"Olvídalo. De cualquier modo, ¿vienes a beber con nosotros?" Lentamente, sacudió la cabeza antes de regresar a la habitación.

Miré a Armin por el rabillo del ojo, tomándolo para empezar a caminar.

"Parece que sólo seremos tú y yo." Dije depositando una mano en su hombre levemente. No me importó, desde luego. Me gustaba pasar el rato con Armin, sin importar si Mikasa estaba con nosotros o no.

Entramos a la habitación, la música fuerte resonó tan pronto como abrimos la puerta. La estancia estaba abundada hasta los bordes por hombres y mujeres de todas las edades, todos cantando, bailando, bebiendo, y divirtiéndose en general. Agarré dos vasos de Guiness*, entregándole uno de ellos a Armin.

"Gracias." Dijo lo más alto que sus pulmones se lo permitían, dando un sorbo a la espuma del líquido oscuro. Reí levemente.

"Armin, ¿qué estás haciendo?"

"Um... ¿bebiendo?"

"¡Así no es como bebes cuando estás en vacaciones!" Le sonreí al rubio antes de tomar tres largos tragos de mi propia bebida, alentando al pequeño chico a hacer lo mismo.

Él levantó el vaso, bebiéndose la mitad del alcohol de una sola vez. Lo animé palmeando su espalda suavemente. Sólo con mirarlo se podía decir que no era muy bebedor, así que estaba orgulloso de él. Agarré su muñeca ligeramente, arrastrándolo hacia el área en la que todos estaban bailando, uniéndonos de inmediato.

"¡Eren! ¡No puedo bailar!" Exclamó sonriendo mientras sostenía mis manos.

"Tampoco yo, sólo sigue el rollo."

Con eso, empezamos a dar vueltas acorde al ritmo de la música que estaba sonando, pisando los pies del otro ocasionalmente e intentando disculparnos mientras sufríamos ataques de risa. Me sentí especialmente mal por Armin cuando me paré sobre él, ya que yo era bastante grande comparado con él. El humo abundaba en el aire cuando algunos otros pasajeros encendieron sus cigarros, y Armin tosía ocasionalmente si éste ingresaba en sus pulmones. Cogí mi bebida una vez más, acabándomela, Armin me imitó, tosiendo al hacerlo.

"¿Quieres ir a afuera?" Pregunté asegurándome de que pudiera oírme.

"Sí por favor. Si no te importa." Respondió, derramando las últimas cinco gotas y aún tosiendo.

Lo conduje fuera de la habitación, mis dedos envueltos en sus delgadas muñecas.

-

Caminamos hasta la parte superior de la cubierta, una mezcla de risas y tos venía de Armin. Caminamos al otro lado de las barandillas, ambos apoyándonos en ellas y mirando a lo lejos.

"Lo siento, no sé por qué soy tan sensible al humo." Dijo Armin con voz rasposa por la tos.

"Está bien, si me hubiera parado sobre tus pies una vez más podría habértelos roto." Ambos reímos mientras las olas salpicaban los costados del barco otra vez. El agua reflejaba la luz de la luna, haciendo que resplandeciera como si fuera una fuente de luz por sí misma.

"Mi abuelo dice que me enseñará a bailar como un hombre fino, así que la próxima vez que bailemos tal vez no pise tus pies todo el tiempo." Dijo Armin sonriendo ligeramente para sí mismo.

"Puedo ahorrarle tiempo y enseñarte ahora si quieres." Dije volviéndome hacia el pequeño joven, mis mejillas se calentaron un poco. Me paré lejos de la barandilla, ofreciéndole mi mano a Armin. "¿Me concedes este baile?"

"¿Por qué tengo que ser la chica?" Contestó, arrugando su nariz pero aún sonriendo.

"Porque voy a mostrarte cómo debes hacerlo, además tú eres más pequeño, así que tiene sentido." Le sonreí cuando tomó mi mano.

Deposité mi otra mano en su cadera delicadamente, así como él puso la suya en mi hombro. Empezamos a movernos lentamente, contando hasta cuatro permitidos en un tiempo.

"¡Lo haces bien!" Exclamó, sonriendo cuando lo miré a sus ojos azules.

En ese mismo momento, las estrellas eran nuestra audiencia, la luna era nuestra luminaria, y ese navío era nuestro escenario. Eventualmente nos ralentizamos hasta detenernos, mirándonos a los ojos mientras sonreíamos. Su piel resplandecía tanto a la luz de luna que rebotaba sobre ella, sus manos temblaban ligeramente.

"¿Estás temblando?" Pregunté con calma, rompiendo el silencio.

"Sólo un poco." Giró el rostro hacia el suelo, su sonrisa era pequeña, pero permanecía allí. "Por alguna razón, parece que siento el frío más que otros." Miré al joven bajito brevemente antes de envolver sus hombros con mi chaqueta. Se veía enorme con él pero a juzgar por su reacción no pareció importarle. Se acurrucó en la tela, mirándome de reojo y sonriendo con ligereza.

"Gracias."

"Ni lo menciones." Sonreí una vez más, aproximándome al lado del rubio. "Te llevaré de vuelta a tu camarote."

Empezamos a caminar lado a lado, conversando ocasionalmente. No me importaba estar en silencio, sólo estar cerca de Armin era suficiente para mí. No me molestaba conversar, de cualquier manera, su voz era suave y calmante.

Estábamos de pie en el corredor de su camarote cuando ocurrió por primera vez. Podría parecer insignificante para algunos, pero para mí era un gran trato. Él se volteó, aún sonriendo suavemente. Sus mejillas estaban enrojecidas, por el frío o por la vergüenza, no estaba seguro.

"Gracias, Eren." Dijo suavemente, antes de ponerse de puntillas sobre sus pies para depositar un ligero beso en mi mejilla.

Desapareció dentro de la habitación, dejándome afuera estupefacto. No sólo era la primera vez que besaba a un hombre, sino que era mi primer beso. Creo que esa fue la primera vez que consideré que podría haberme enamorado de un hombre.

*Guiness: cerveza negra de origen Inglés elaborada a base de cebada sin fermentar. (Por ahí es muy obvio, pero yo no lo sabía, así que lo pongo, por las dudas xD)

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