Capítulo 7: 14 de abril

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Mis ojos se abrieron cuando sentí al barco sacudirse. Armin estaba dormido sobre mi pecho desnudo, su cuerpo desprendía calor. Estábamos en el camarote de Armin, ya que Jean y Marco estaban fuera y dijeron que no regresarían hasta el amanecer, lo que sea que eso significara. Armin y yo decidimos sacar el mayor provecho de esa oportunidad para dormir en la misma cama, con nuestros cuerpos pegados el uno al otro. Su sola presencia me hacía sentir cómodo, así que realmente no me molestaba que se quedara todas las cobijas para sí mismo. Oficialmente, nosotros habíamos sido pareja por dos días, y honestamente han sido los mejores días que alguna vez he vivido.

El buque se removió de nuevo, siguiéndole un temblor más. Me senté, revisando la oscura habitación con la mirada, y sacudí al pequeño rubio con gentileza.

"¿Cuál es el problema Eren?" Preguntó Armin somnoliento, frotando sus ojos y bostezando.

"Vístete, vamos a echar un vistazo arriba." Presentía que algo no estaba bien, que estábamos en peligro. Traté de sonar calmado, por el bien de Armin, pero no creo que mi forma de actuar fuera completamente convincente. Salí de la cama, poniéndome los pantalones y la camisa.

"Hace frío. ¿Por qué quieres subir hasta allá?" Preguntó, la preocupación empezaba a mostrarse en su voz. Supuse que debió haber sentido los temblores también.

"Sólo a darle una ojeada. No pasará nada, vamos." Le ofrecí mi mano y una sonrisa tranquilizadora al joven bajito después de que éste se hubiera vestido.

Tomé su mano, conduciéndolo hacia la cubierta. El aire helado azotó nuestros rostros tan pronto como dejamos el resguardo del refugio, la mano de Armin se había tensado. Lo empujé delante de mí, envolviendo sus hombros con mis brazos en un intento de mantenerlo caliente mientras caminábamos.

"¿Qué está pasando?" Pregunté tocando el hombro de uno de los miembros de la tripulación. Él volteó, el pánico en sus ojos era obvio.

"Oh, no, nada, nada en absoluto. Sólo golpeamos un iceberg." Lo miré confundido por un momento. ¿Qué se suponía que significaba eso? ¿Todavía estábamos yendo a América? El entendimiento finalmente llegó cuando pude ver los botes salvavidas siendo preparados para ser bajados al congelado océano Atlántico.

"Armin, espera aquí. Necesito encontrar a mi madre y a Mikasa." Dije, mis manos estaban en sus hombros mientras le hablaba firmemente.

"¡No! Voy a ir contigo." Dijo decidido a acompañarme.

"Te buscaré aquí cuando regrese, sólo, quédate aquí, por favor. Sube a un bote a la primera oportunidad que se te presente."

Volteando, empecé a correr al piso de abajo. Nuestra cabina estaba cerca del frente del navío, donde había mucha gente que estaba golpeándose y gritando mientras todo se llenaba de agua.

"'¡Alguien! ¡Por favor!" Una voz familiar hizo eco a través de las salas e inmediatamente supe a quién le pertenecía. Mikasa.

Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron, el piso parecía amortiguarse a medida que corría por los pasillos. La puerta de mi camarote se abrió, revelando a Mikasa, estaba húmeda y temblaba, lagrimas caían por sus mejillas. Analicé el interior de la habitación, y aparentemente el agua había empezado a entrar allí, como lo había hecho en muchas otras más. Mi madre estaba ahí, y lo que parecía ser una madera rota la tenía aprisionada.

"E-Eren... Oh gracias a Dios... ¡Por favor, dile a Mikasa que huya!" Exclamó con lágrimas corriendo por su rostro también.

Me interné en la habitación, haciendo una mueca ante el repentino cambio de temperatura cuando mi cuerpo entró en contacto con el agua, e intentando levantar los grandes trozos de madera.

"Eren... Aunque lograras moverlo de algún modo, mis piernas están fracturadas, no sería capaz de correr."

"¡Cómo sea! ¡Puedo cargarte!" Sentí una sola lágrima tibia arder en mi mejilla.

"¿Podrías sólo escucharme? ¡Toma a Mikasa y vete!" Me miró a los ojos, la seriedad estaba presente en todo su rostro. El agua seguía subiendo, estaba cerca de cubrir la boca de mi madre y ahogarla. Recogí a Mikasa colocándola sobre mi hombro, dispuesto a irme.

"Gracias... Buenas noches... Te quiero, mami."

...

Estoy segura de que dormir no fue lo único que hicieron cuando estaban solos 7v7rr

Como el océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora