Capítulo 8: Temblor

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Solté a Mikasa cuando llegamos a la cubierta, abrazándola fuertemente tan pronto como lo hice. Armin corrió hacia nosotros al darse cuenta de que finalmente habíamos aparecido. Sus mejillas estaban pálidas y su cuerpo temblaba.

"Sólo dejarán que mujeres y niños aborden los botes." Dijo tranquilamente, conteniendo la respiración. Rodeé la cintura de Mikasa y la llevé cerca de uno de los botes, empujándola a través de la colosal multitud.

"¡Eren! ¡No me dejes, por favor!" Exclamó abrazándome y rehusándose a subir al bote. Acuné su rostro, limpiando sus lágrimas con mi pulgar.

"Mikasa, te veré luego. Estaré bien." Dije lo más tranquilo posible, tratando de que mi voz no temblara. "Esto no es un adiós, es un hasta pronto." La abracé fuertemente una vez más antes de dejar que subiera al bote.

La saludé mientras el bote descendía al Atlántico, Armin apareció a mi lado y apretó mi mano con la suya. El buque comenzó a sacudirse de nuevo, esta vez con mayor intensidad. Corrimos al final del barco con nuestras manos aún entrelazadas. Segundos después de agarrarnos de las barandillas, el barco comenzó a enderezarse, quedando en vertical sobre el agua.

"¡Aguanta Armin!" Grité tratando de mantenerlo cerca de mí y soportar el peso de ambos. Mis manos frotaban el metal, que junto con el frío hizo arder mi mano. "Armin, el barco va a hundirse... cuando lo haga, necesito que hagas lo mismo que yo, ¿está bien?" Traté de apretar su cuerpo tembloroso lo más cerca posible a mí sin que nos cayéramos ambos.

El barco comenzó a descender como si fuese enteramente vertical, salpicando y haciendo que fuera extremadamente difícil sostenerse. Trepé hacia el otro lado de las barandillas, ayudando a Armin a hacer lo mismo, cuando el barco volvió a elevarse.

"Te tengo, Armin... Está bien." Repetí a pesar de que no estaba seguro de lo que iba a pasar. Pero si hubiese llegado a presentarse la situación, habría muerto por Armin. Si eso significaba que podría vivir sus sueños, entonces estaba bien por mí. "Armin, cuando caigamos al agua tendrás que soltarte. Seguiré sosteniéndote, estarás bien." Dije suavemente, acariciando su cabello con una de mis manos temblorosas.

Lo que quedaba del barco cayó en picada hacia el agua helada de debajo de nosotros, arrastrándonos con él al hacerlo. Luché por nadar hacia arriba para tomar aire, recorriendo mi alrededor con la mirada en busca de una señal de mi pequeño rubio. Agarré su manga y pataleé hasta llegar a un trozo de madera, trepándome en él y depositando a Armin en mi regazo. Estábamos fuera del agua, pero vulnerables al viento.

"E-Eren..." Murmuró Armin, su cuerpo entero tiritaba, y su rostro estaba tomando color azul. "Tengo mucho frío..."

"Lo sé, lo sé... Pronto estarás cálido." Me incliné sobre su cuerpo helado en un miserable intento de abrigarlo.

"Tengo miedo..." Sus ojos estaban fijos en las estrellas que hacían brillar el cielo sobre nosotros. Apreté su abultada mejilla. Sus ojos no relucían como solían hacerlo, estaban apagados. Como si el mismo océano hubiese dejado de moverse y se hubiese vuelto completamente gris.

"Vas a estar bien, Armin... Ambos vamos a estar bien..."

"E-Eren... Yo..." Gesticuló sonriendo débilmente y levantando su mano tambaleante para limpiar mis lágrimas. "Te amo... con todo mi corazón... hasta que el océano deje de existir... siempre te amaré..." Su voz calma se fue apagando, quedándonos en silencio. El pequeño cuerpo que reposaba en mis piernas finalmente dejó de temblar. Sus ojos azules se desconectaron del mundo, para nunca más ser vistos de nuevo.

"¿Armin? Armin, ¡por favor! Te amo... También te amo... Mucho, mucho..."

...

Estoy llorando de nuevo, no puedo con tanto guys </3

Como el océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora