Sand & Fire- Gaara [Naruto]

03. Presentimiento.

—Entonces... ¿Van a hablar o no?— la expresión de Gaara era inquebrantable, como siempre.

—Para que han venido a la aldea de Suna y cuál es su objetivo. Si nos lo dicen, sabremos que hacer con ustedes.— Kankuro les extendió un pergamino de búsqueda con sus nombres. —De lo contrario, los entregaremos a la aldea de la niebla, sabemos que son buscados por robar pergaminos muy valiosos de técnicas secretas de esta aldea y de asesinar a dos Junín mientras estuvieron ahí.— Parecía querer descubrir cualquier rastro en sus reacciones, pues Kankuro no les quitaba la vista de encima.

Al decir esto último, Kazuma pareció incomodarse. Pero los tres se miraron sin decir nada, parecían dibujar en sus rostros la interrogante de que harían a continuación o si debían confiar en ellos.

—Si no dicen nada mañana serán enviados a la niebla.— Gaara hizo una pausa para lanzarles una mirada interrogativa. —Debido a los exámenes tenemos una comitiva de dicha aldea que se encargará de llevarlos.—

—Los castigos de esa aldea no han de ser muy ligeros, podrían ser ejecutados. Pero si no dicen nada... La Mizukage estará aquí mañana, quizás ella misma quiera encargarse de ustedes.— Kankuro soltó esta última frase con la esperanza de obtener una reacción o respuesta de parte de esos tres, a pesar de que estaban en una mala situación, ninguno decía nada, solo se limitaban a aguardar silencio y escuchar.

La situación no era diferente a alguna a la que se hubiesen enfrentado antes, sabían que debían callar y aceptar lo que les dispusieran para luego escapar, como siempre hacían las escasas veces eran capturados. Pero... Si las cosas seguían así dejarían Suna el siguiente día, sin saber porque el corazón de Aika dio un pellizco y la desesperación la invadió.

—¡Espera! Yo...— Aika hablo sin pensar en absoluto, ni siquiera sabía que quería decir realmente.

—¿Que haces, Aika?— Su hermano gemelo la miró interrogante y sorprendido a la vez, ella no estaba siguiendo en plan de acción habitual.

—No quiero ir a la Niebla, esa aldea me da escalofríos.— Dijo, casi sin dirigirse a nadie en particular. —Realmente no quiero ir a esa aldea, Akira. Ellos no parecen querer dañarnos— Le dijo a su gemelo mirándolo a los ojos como pidiendo que la entendiera. —Quizá podemos confiar en ellos... Solo un poco.— Le dijo refiriéndose a aquellos dos que los interrogaban.

Akira miro a su hermana mientras meditaba un instante. —Esta bien, estamos aquí por asuntos personales. No hemos venido a robar nada de importancia para su preciada aldea. Y se equivocan, no hemos asesinado a nadie de la niebla— sabía en el fondo que difícilmente confiarían en su palabra, pero aún así era la verdad.

—Es cierto que tomamos unos pergaminos, pero nada más— añadió Kazuma sin poder contenerse, mientras sus hermanos le lanzaban miradas reprobatorias.

—¿Que asuntos personales?— Kankuro se acercó a ellos para obtener una mejor visual de los tres.

—No vamos a decírselos. No tenemos porque confiar en ustedes.—Kazuma siempre había sido el más confiado, pero sabía que sus hermanos no estarían de acuerdo en decir nada más, al menos eso pensó.

Kankuro y Gaara los miraron con desconfianza, para luego lanzarse una mirada entre ellos que parecían decir lo mismo.

—Lamentablemente eso no es suficiente para liberarlos u ofrecerles nuestra protección, tendremos que entregarlos a la aldea de la niebla.— para Gaara, el asunto estaba zanjado, no eran más que tres bandidos comunes buscando algo valioso que robar de su aldea, en su papel de Kazekage no podía permitirse poner en riesgo la integridad de su nación. Sin embargo, había algo en esos tres que lo inquietaba de sobremanera.