Como cada vez que estaba nerviosa, Aika sentía que se le apretaba el estómago, trataba de tranquilizarse y que Gaara no notara cuán nerviosa la ponía; lo último que quería era que él pensara que era una de esas chicas tontas que revoloteaban a su alrededor y se derriten por él solo porque es el kazekage. Desde que había usado su habilidad con él y había visto unos recuerdos tan perturbadores de su pasado, él parecía querer mantenerse lejos de ella, la evitaba y no quería tocarla ni por casualidad. Aika lo había notado y esa actitud la había entristecido, pero aún así también notó que aunque sea desde lejos, siempre la miraba; quizás sentía curiosidad por ella y por esa habilidad que tenía. Sea lo que sea que lo llevaba a interesarse en ella, presentía que ahora lo averiguaría.
—La vez que viste en mis recuerdos... fui grosero contigo y quería disculparme por eso, sin embargo te agradezco tu discreción — Gaara se acercó a la camilla donde ella estaba sentada.
—Creí que pensabas que era una entrometida o una especie de fenómeno— le respondió ella algo apenada.
—Nunca podría pensar eso de ti. Te he estado observando...— ella lo miró sorprendida, pero continuó con su discurso —tienes mucho potencial y eres fuerte, pero parece que no lo sabes manejar y peor aún, parece que subestimas a todo mundo. Es por esa sangre de dioses que tienes?— se sentó junto a ella en la camilla y la miró directamente.
—No es así, sé qué hay personas más fuertes que yo, como mi hermano, como tú; pero no quiero sentirme intimidada por nadie. También sé que no soy una buena ninja, soy impulsiva y me cuesta seguir las instrucciones. Pero quiero convertirme en una mujer fuerte capaz de defender a su familia— Aika apretó sus puños en el colchón de la camilla al decir esto.
—Entiendo... yo me volví Kazekage para proteger esta aldea. Pero si continúas así de impulsiva vas a dañarte y a dañar a los demás, debes aprender a controlar tu propia fuerza y concentrarte en la batalla— Gaara posó su mano sobre el brazo de Aika para que se relajara, había notado sus puños apretados de exasperación. —Serás aún más fuerte, ya lo verás—
Sus palabras habían tranquilizado a Aika, pero más que nada, la había sorprendido su toque.
—En verdad, quería preguntarte por tu habilidad. Ese poder que tienes para ver dentro de los demás, para enseñar tus propias memorias. Es un don fabuloso— Gaara no dejaba de mirarla con simpatía.
—Quieres saber cómo lo hago? Lamentablemente no es algo que te pueda enseñar, es heredado de mi madre. Solo lo heredarán mis hijos en el futuro— Aika notó que él la miraba curioso así que levantó el brazo en el que Gaara había posado su mano y puso la palma de su mano sobre el rostro de él. —La ultima vez no fue un recuerdo agradable, pero no siempre es así— Aika empezó a ver en sus recuerdos hasta que encontró uno feliz.
Era el día en que Gaara fue salvado por Naruto, el día en el que su querido amigo lo había rescatado.Las imágenes pasaban como una rápida secuencia de fotos, pudo ver el lazo que lo unía a un ninja de Konoha al que llamaba Naruto en sus recuerdos.
Podía notar cuánto apreciaba el kazekage a ese ninja, que lo admiraba y quería como su mejor amigo en el mundo.
—Es un lindo lazo de amistad— Aika le sonrió cálidamente a Gaara para que se relajara.
Él estaba sorprendido, pero no se había disgustado —Otra vez estás mirando sin mi permiso— le lanzó una mirada reprobatoria. —pero no me molesta— dio un pequeño suspiro y luego sonrió.
—Hay recuerdos que ni siquiera tú sabes que tienes, lo sabías?— ella posó su otra mano en el rostro de Gaara y cerró los ojos para concentrarse, alcanzar los recuerdos más distantes requería más concentración y trabajo, pero encontró uno hermoso.
~Una guapa mujer de cabello castaño estaba recostada sobre una cama, se veía agotada y muy dañada, a su lado un pequeño bebé de cabello rojo estaba dormido, de repente abre sus ojos y se miran directamente "Eres mi vida, perdóname por no poder protegerte. Te amo más que a nada en el mundo, mi pequeño hijo, espero que seas feliz y muy amado en esta vida" ella acariciaba su pequeño rostro con un amor y una ternura indescriptible, en sus ojos solo podía verse cuanto quería y se preocupaba por su bebé~Ninguno de los dos dijo nada, el Kazekage estaba evidentemente emocionado y sorprendido. No recordaba esas palabras de su madre, creció pensando que ella no lo amaba, aunque su padre le había dicho que no fue así, revivir ese momento le había dejado una calidez que no había sentido antes, la calidez que entrega el amor de una madre. Finalmente ella quitó sus manos del rostro de él con cautela, pensando quizás si ver esos recuerdos lo habría molestado.
—Gracias por eso, no sabía que lo recordaba— su expresión era apenada, pero se notaba emocionado por lo que acababa de ver.
—Eras un bebé adorable. Gracias por venir a hablar conmigo, creí que te desagradaba desde que usé mi habilidad en ti y me había preocupado— Aika lo miró a los ojos y corrió con la punta de sus dedos unos mechones de cabello que él tenía sobre su cara, lo hizo con una delicadeza increíble, casi conteniendo la respiración. Gaara solo la miraba sin decir nada, como queriendo descubrir quien era realmente ella. —Dime porque te has interesado en mi habilidad ahora— ella sabía que había una razón más para ese repentino interés en ella.
—He teñido sueños extraños— admitió incómodo. —Tú a veces apareces en ellos, pero no logro entenderlos. Por más que trato de entender o ignorarlo no puedo, quiero saber si es por que entraste en mis recuerdos o hay algo más— parecía desesperado. Eso enterneció a Aika, ver un lado vulnerable del famoso Kazekage era un privilegio que le gustaba.—Los sueños tienen significados, puedo ayudarte a entenderlos, pero eso nos llevará más tiempo— Aika iba a levantarse pero su cuerpo aún no respondía bien por lo que resbaló, Gaara la atrapó atrayéndola hacia él antes de que cayera.
—Siempre eres tan descuidada?— cuando sintió la calidez del cuerpo de ella contra el suyo su corazón dio un brinco, no pudo evitar perderse en sus atrapantes ojos ámbar.
—No soy descuidada, solo estoy mareada. No es como si cayese encima tuyo todo el tiempo o si?— Aika se enderezó avergonzada por haber resbalado encima de él, iba a pensar que estaba lanzándose a sus brazos como las otras chicas. —Bien, señor Kazekage. Si quiere mi ayuda con gusto lo haré, solo que no será gratis, me debe invitar a comer algo delicioso, algo típico de la aldea Suna. Ese es mi precio— le sonrió traviesa y relajada.
—Es un buen precio. Acepto— ella le parecía divertida, era alegre y a veces actuaba como una niña traviesa.
—Una cosa más, si vamos a conocernos y pasar más tiempo juntos, quiero que seamos amigos; no tengo muchos conocidos en esta aldea y los que conozco no me aprecian especialmente— Aika lo miró con una súplica silenciosa en los ojos.
—Amigos?— Sus palabras habían desconcertado a Gaara.
—Si, amigos. Como tú con tu amigo Naruto de Konoha. Algo así.— Aika pudo notar que el kazekage no se esperaba para nada esa propuesta.
—Bien, seré tu amigo entonces. Pero si me lo permites te dire que tendrías más amigos si no mirases a tus compañeros como seres inferiores y no los tratases como débiles. Después de todo, ese chico, Ryu, te venció en los combates de entrenamiento— la idea de tener una nueva amiga le agradaba a Gaara, siempre quiso poder relacionarse con los demás de forma más natural y ella especialmente le parecía una chica muy interesante.
Aika lo miró algo avergonzada —supongo que tienes razón—
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Sand & Fire- Gaara [Naruto]
FanfictionAika es una kunoichi perteneciente a un antiguo clan que se decía descendía de los dioses, junto a su hermano gemelo Akira y su hermano menor Kazuma, buscan las respuestas de sus orígenes y los de sus padres, tratando de encontrar así un lugar donde...