Capitulo 7 Deseo oculto

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Karamatsu pov.
-Es el colmo! Cómo pudo hacerme eso, Nissan en un idiota! No solo eso! es el rey de los idiotas!- aunque.... gritándole a la almohada no iba a ganar nada, eso no iba a hacer que divinamente la inteligencia diera señales de vida dentro de mi hermano, aunque al menos me ayudaba a sacar el coraje, pero ahora tenía una molestia mayor... Ya habían pasado casi dos semanas desde aquella pelea y ya era insoportable escuchar las quejas, y súplicas del molesto de Osomatsu a cada hora, minuto, segundo o momento libre que tenía, en su intento de que le hablara sobre Ichimatsu-sensei, en verdad de que no sabía porque tanta insistencia con eso, no había mucho que contar, más que ahora gracias a su mala suerte de la vivía en la enfermería, aunque no lo lamentaba, estaba feliz de convivir mas con el enfermero, además de que jyushimatsu-sensei lo había aceptado en el equipo de basquetbol, se llevaba muy bien con todos, Karako lo había ayudado al principio para integrarse pero no faltó mucho para que se volviera amigo de todos, hasta ya en lo que en un principio creyó que era un adulto de temer, se había apaciguado, disfrutaba de sus tardes en la enfermería junto a sensei, hasta lo había dejado alimentar a sus gatos, todos tan lindos, pero sabía que no se lo podía decir a su hermano, solo se burlaría de su torpeza en la cancha, tal como lo hacía cuando le pasaba algún infortunio, además a lo que más le importaba a Osomatsu era que volviera a dirigirle la palabra, prepara su almuerzo.... a todo esto porque lo hago! No soy el ama de casa exclusiva de Osomatsu! Y ,sin embargo, siempre le cocino, lavo, planchó, hago el aseo de la casa, lo cuido cuando se enferma, rara vez ocupa su habitación porque siempre está molestando en la mía a la hora de dormir,  de hecho presiento que aún seguía detrás de la puerta haciendo campamento para que en cualquier oportunidad que me descuidará se me echará encima por donde me alcanzará, siguiendo la rutina de la esposa modelo solo le falta hacerme....-......- el solo pensar en eso mereció que me diera una cachetada con todas mis fuerzas, era impensable que hiciera esas cosas con mi propio hermano, eso solo lo hacen las parejas, muy tonto de mi parte el comparar nuestra relación con la de un matrimonio

Narrador Pov.

Dejando a un lado aquellos pensamientos que hacían que la cara del pequeño se pusiera como una hoya hirviendo, no presto más atención a aquella puerta de madera donde se situaba el demonio de rojo y alzo las sabanas azules para dormir en paz, si se asomaba aunque fuera solo un poco sabía que perdería toda su fuerza de voluntad y no estaba como para hacerlo "si soy tan consecuente con el jamás lograré independizarme un día"- Karachuuuuu! Oni-san siente frío!- "¿es en serio?... esos trucos no funcionaran más, estabamos a 25 grados esta mañana.."

-Karachuuuu! por favor! moriré de frío! dejaras morir a tu carismático y grandioso Oni-chan!- "¿!que edad cree que tengo 5!? ya ni si quiera lo llamo oni-chan, no! definitivamente no!"

-cof cof Karachuuu! onichan muere... la hipotermia ya llego a mis piernas.. me congelaré si no abres pronto- "mentiras... oh sera cierto.." algo dudoso saco el teléfono para verificar que el mayor dijera la verdad, pero estaba muerto, se le había olvidado ponerlo a cargar... a pesar de que le había prometido a su nuevo amigo de rosado que le enviaría mensaje en la tarde para pasarle la tarea de ingles.... Lo había olvidado por completo hasta ese momento, seguramente con lo enojado que estaría lo ignoraría todo el día de mañana, mañana arreglaría eso ahora tenia que atender otro asunto, uno muy molesto que no paraba de chillar.

-....-

 "puede que la temperatura haya bajado más de la cuenta", "y si es verdad?" Con solo descobijarse comprobaría su teoría del frío, pero en ningún momento paso por su cabeza el hacerlo, solo se quedo callado un momento para escuchar a su hermano mayor, pero no había respuesta, un silencio sepulcral envolvía el ambiente, solo oyendose los sonido comunes de la noche, el crujir de la madera vieja al contraerse, el sonido de el agua pasar a través de las tuberías, uno que otro ladrido de perro de algún vecino acompañados fielmente el perpetuo sonido de las manecillas del reloj marcaba las 11:58 p.m -Osomatsu-nisan?..- por fin exhalo liberando el aire contenido de sus pulmones, estaba sudando por los nervios de no tener respuesta.

Enfermizo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora