KILLER JEON - KOOKMIN

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Jeon salió de su cuarto después de haber tenido una charla por skype con su querido amigo Nam, se dirigió al cuarto de Jimin.

Cuando llegue toco la puerta dos veces pero nadie respondía, así que decidió entrar al mirar el interior sonrió levemente viendo lo más hermoso que había visto hasta ahora, su querido Park estaba dormido y la luz de la luna llena lo hacía aún más hermoso, su color de piel resaltaba más y esos labios que tenían loco a Jeon.

Se acercó con cuidado a la cama para no despertar al pelinegro que dormía plácidamente, al estar a su lado se sentó en el borde de la cama para luego llevar su mano a la mejilla de Jimin acariciandola lentamente como si fuera algo tan frágil que en cualquier momento podría romperse.

Se inclinó hacia el rostro de Park y sin pensarlo dos veces beso los labios de su pequeño, el cuerpo del contrario se movió bajo suyo haciendo que Jeon se alejara de él con cuidado no quería despertarlo.

Le puso unas mantas para que no se resfriara y salió del cuarto soltando un suspiro de amor.

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Al día siguiente Park se había levantado muy temprano para ayudar a Jin hacer el desayuno quería hacerle algo a Jeon por la cita de anoche donde se revelaron muchas cosas del pasado.

Park sabía que su lindo Kookie no era malo sino lo hicieron malo pero él podía solucionar aquel problema dándole todo el amor que no le habían dado hasta hoy.

Cuando el desayuno estuvo listo, lo puso todo en una bandeja y subió con cuidado las escaleras para no tropezar y arruinar la bonita sorpresa. Toco la puerta con su pie y escucho una voz ronca diciéndole que ya abría.

Un Jeon con los cabellos revueltos y soñoliento le abrió la puerta a Jimin que le sonreía con ternura, Kook rápido se hizo a un lado para dejarlo pasar y así hizo este adentrándose al cuarto de Killer.

— Es muy temprano, ¿qué haces despierto?—

Dijo Killer mientras se sentaba en su cama viendo todo lo que había en la bandeja.

— Quería prepárate el desayunado, no será uno costoso ni mucho menos con una buena presentación pero es mi manera de dar las gracias.—

Le respondió Park con su típica sonrisa que le hacían desaparecer sus hermoso ojos, Jeon embobado comenzó a comer todo lo que tenía la bandeja, el simple hecho de que Jimin lo haya hecho para él era más hermoso que suficiente.