Carta a un desconocido que creí conocer.

La primera cita

 Solo fueron 4 días después del primer día que hablamos pero se fueron realmente rápido, moría de ganas por verlo. Faltaba solo un día, era de noche y recuerdo que esa ocasión, los nervios me comían por dentro, incluso mi apetito desapareció y solo pensaba en ese futuro momento.

Miércoles. 1 de mayo. El gran día, la primera cita. Ese día me levante temprano, hice mis deberes y al dar el medio día, me encamine al lugar de encuentro, me sentía muy nerviosa, no estaba lista, cuando lo vi, estaba cerca, caminando con la mirada baja, arreglando su cabello, vestía una playera azul, mi color favorito, se veía realmente bien y los nervios aumentaban a cada paso que daba, no podía respirar ,mi cabello se parecía a los cables de cobre, rojos, erizados y con una gran corriente eléctrica y sin darme cuenta, el ya estaba ahí, frente a mí.

Me saludo con un beso en la mejilla e inmediatamente me sonrió, usaba braquetes, se veía muy bien. Me sonrojo y le regrese la sonrisa. Comenzamos a caminar, estaba tan nerviosa que no sabía que decir.

- Wow. Te cambio la voz.

- sí, debía de ¿no?

En ese momento me sentía completamente ridícula, bravo, el galardón al comentario más tonto.

Comenzamos a hablar de la escuela, de nuestros logros y de lo que queríamos para un futuro. Después, como ya lo habíamos mencionado antes, fuimos al cine, y como todo un caballero el invito todo, la función estaba por comenzar, fue la primer película a la que no le puse completa atención. 

La sala era grande, estaba llena pero se sentía como si solo estuviéramos él y yo solos, juntos. La película iba avanzando, lo lograba ver al costado, tomo mi mano y fue realmente lindo, me sorprendió no haber temblado, después se acercó poco a poco a mi rostro, sentía su respiración, lenta y cautelosa, me miraba tan de cerca y me dio un beso en la mejilla. Los nervios seguían ahí pero todo era perfecto. 

Más tarde su brazo se estiro hacia mí, rodeo mi cuello y me abrazo, era la escena perfecta, en el momento adecuado, con el chico ideal.

Lo mejor estaba por pasar, volteo a mirar, me sonrió, se acercó lentamente, lo próximo era un beso. Un beso en los labios. Algo que quizás nunca olvidaría. Pero algo en mí hizo que me alejara, no lo permití, era demasiado rápido, todo iba a 250 km por hora, por minuto. Era demasiado para una sola cita.

Ahora que lo pienso, quizás fue un error. Para todo lo que pasa hay un porque, pero aun no comprendo el motivo del porque me aleje, hubiera sido perfecto. Un beso. El. Yo.

Terminando la película caminamos un rato más, platicamos y me propuso salir otra vez. Regrese a mi casa seguía sin creer todo esto, fue como un sueño del que no pude despertar. En estos momentos me gustaría seguir dormida en ese soñado pasado.