—¡Seok Jin! —Gritó y se puso de pie.
—Por favor, solo dime Jin. —Rió. —Pero... —Miró a Hoseok y también le sonrió. —¿Qué estaban haciendo?
—Ah, eso... —Le lanzó la cámara a su amigo y rió nervioso. —Es que... Hoseok pertenece al periódico del instituto y estábamos tomando algunas fotografías del buen cuidado de las instalaciones.
—Oh, entiendo. —Asintió y abrió la botella. —Parece que tienen mucho trabajo.
—Sólo nos faltaba la cafetería. —Sus manos comenzaron a sudar. —¿No es así, Hoseok? —Golpeó el hombro de su amigo y este se puso de pie.
—Claro. —Sonrió—. Discúlpenme, pero me tengo que ir, nos vemos más tarde. —Se despidió y corrió a su aula.
Namjoon maldijo en bajo y después cambió su vista hacia el castaño, ahora tenía que salir del gran problema en el que se había metido y no sabía por dónde comenzar. Se pasó las manos por el estómago y limpió su sudor.
—¿Namjoon?
—¿S-sí?
—¿Es mentira, verdad?
Los ojos del alto se abrieron como platos y tragó duro, quería que sonara la campana para que tuviera la oportunidad de escapar de aquel chico tan bello. Pero los segundos seguían pasando y no sabía que responder. Tan sólo quería que pasara un milagro.
—¿Qué? No, Hoseok...
—No sigas, entiendo —comentó serio.
Mierda, la había cagado. Tenía que hacer algo antes de que lo dejara.
—No pienses mal, tan sólo quería...
—No me molesta. —Negó y sus mejillas tomaron un color carmesí, hizo que el corazón del moreno volviera a latir rápidamente. —Usualmente las personas hacen eso, ya estoy acostumbrado.
—No sé cómo verte al rostro. —Desvío la mirada. —Lo siento.
—Te perdono, pero con una condición.
—¿Mmh? ¿Cuál?
—¿Podrías acompañarme a la florería?
—¿Qué?
🌻
Ambos hombres salieron del local y caminaron hacia el supermercado más cercano ya que el mayor se ofreció en prepararle el almuerzo a su amigo, pues no se había dado el tiempo de alimentarse.
Aun así su profesor de arte lo mataría, pero por lo menos valdría la pena haber escapado con Jin, como si fueran algunos delincuentes.
Por lo tanto podría verlo cocinar y lo que más le emocionaba es que lo haría para él, sólo para él.
Sin embargo, no sabía la razón por la que Jin le pidió que lo acompañara a la florería, pero tenía miedo al enterarse de que aquel detalle fuera para alguien, en especial para su pareja.
Comenzó a jugar con sus manos y aclaró su garganta, se arriesgaría o no podría quedarse tranquilo por el resto de la tarde. Y si fuera tan malo sólo intentaría sonreír. Como la mayoría de las veces.
—Que lindas flores. —Sonrió.
—¿Verdad? —Jin lo miró emocionado. —Los girasoles me gustan bastante.
Por el comentario provocó que Namjoon se calmara un poco. —Si no te molesta mi pregunta, ¿Puedo saber para quien son?
—Nadie en especial. —Sonrió débil. —Pero cuando estoy feliz siempre voy a comprar algunas flores.
Él estaba contento, y eso lograba que el moreno sonriera.
—Aunque... —Se detuvo y el menor lo miró confundido. —Gracias a ti me diste esta felicidad, luego de tanto tiempo.
Namjoon apretó sus manos hasta formar dos puños, esto debía ser un sueño, pero si fuera así, deseaba con tantas fuerzas que nunca llegara a despertar.
—Quiero que lo conserves. —Le extendió un girasol mientras que mantenía una sonrisa.
—Y-yo no puedo.
—Ahora mismo te estoy dando algo muy importante para mí, si soy capaz de hacerlo es porque a partir de ahora eres una persona a la cual llegaré a preocuparme y te consideraré como alguien especial.
Preocuparme.
Especial.
Seokjin.
HyunJack.
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𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘦 [𝘕𝘢𝘮𝘫𝘪𝘯] ©
Fanfiction❝Namjoon es considerado como el mejor alumno de la clase de arte. Seokjin es el chico más lindo del instituto. Namjoon quiere crear una pintura de él. Seokjin no lo sabe. ¿Podrá cumplir con su petición? Y sobre todo, ¿Seokjin obtendrá el amor de la...