Capítulo 36

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POV Dulce

-Hola mi muñeca -dijo padre-

-Hola Papi -le sonreí- ¿ya conociste a tu nieto?

-Ya hija, ya lo conocí a este hombrecito -se acercó a Diego-

Mientras yo me quedaba con mi papá desecho en babas por su nuevo nieto, Chris iba a un restaurante que a mi me fascinaba y pidió cena para llevar para poder estar con el pequeño Diego.

-Dulce, ¿por qué no comes? -dijo mi padre al ver la comida-

-Ay pa, sabe mala la comida de aquí.

-Pero debes de comer, Dulce María.

-Y comeré, pero ya que llegue Chris.

En ese mismo momento Chris entró con la comida.

-Ya ves papi, ves como si comeré.

-Si Don Fernando -dijo Chris entrando con unas bolsas- aquí le traje la cena a su hija para que coma bien.

-Eso si será comida -dije sonriendo-

-Si, te traje comida italiana -me explicó mientras sacaba los diferentes platos- es el restaurante más cercano que he podido encontrar.

-Bueno muchachos, yo los dejo -dijo mi padre dándome un beso- descansa hijita.

-Tu igual papi -le sonreí-

-Adiós muchacho -me apretó la mano- me los cuidas.

-No se preocupe, yo me encargo de ella y del pequeño -dijo despidiéndose de mi padre-

-Que rico huele mi amor -dije yo una vez que mi papá se fue-

-¿Verdad que si? -dijo Chris acercándome la mesita- yo muero de hambre -se sentó en el sillón para no molestarme-

-Siéntate a mi lado, monstruo -dije golpeando a mi lado en la cama- es grande.

Chris me regaló una sonrisa y se sentó a mi lado, con cuidado ya que Diego también estaba ahí.

-Se siente raro no tocar ya tu pancita -sonrió sirviendo la cena y un poco de jugo ya que no podía tomar nada de alcohol-

-Tal vez no puedas tocar mi pancita, pero ahora puedes tocar a tu pequeño hombrecito mi amor -le dije mirando con ternura a Diego-

Chris empezó a reírse por lo que dije.

-En lugar de sentir sus pataditas en mi mano para despertarme, serán sus llantos -miró a Diego sonriendo-

-Exactamente mi amor -le sonreí- aunque no creo que llore mucho eh.

-Lo he pensado -dijo sin dejar de mirarlo- a penas y he escuchado su llanto cuando ha nacido.

-Diego será un niño bien tranquilo.

-Todo lo contrario, a su papá y su hermano mayor -dijo Chris mirándolo con orgullo-

-Y diferente a mi -comencé a reírme- yo no era tan tranquila como Diego.

-Es especial entonces -le acarició despacio la mejillita-

-Mi bebito es especial -dije yo con voz de bebé-

Chris se rio al escuchar mi voz.

-Todos son especiales a su manera.

-¿Y tú de que manera eres especial Mi amor? -pregunté bostezando-

Chris me dio un beso en la cabeza.

El Secreto De Los GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora