Capítulo 41

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POV Christopher

Yo miré a Dulce un poco preocupado, estaba temblando.

-Pa...Paco volvió a intentar violarme... -dijo en un susurro- estuvo a punto de lograrlo... -se aferró a mi con fuerzas-

Yo la abracé fuerte, estaba enojado, furioso, pero no iba a dejar que ella lo sintiese.

-Pero no llegó a conseguirlo -dije intentando sonar calmado e hice que me mirase a los ojos- así que lo superaremos juntos.

-Aunque por unos días estés a dieta? -me miró con tristeza-

-No me importa estar a dieta -intenté hacerla sonreír- me importa que tú estés bien.

-¿Por qué eres tan perfecto? -me sonrió- Te amo Chris, te amo.

Yo negué con la cabeza.

-No soy perfecto, simplemente te amo y lo único que quiero es que tu y nuestros hijos estén bien.

Dulce sonrió.

-¿Dónde están mi futbolista y mi bailarina? -dijo ella con un brillo especial en los ojos-

-No hay bailarina -le respondí yo riendo- Dos futbolistas.

-¿Entró al futbol? -dijo Dulce abriendo mucho los ojos, sorprendida-

-Si -respondí yo orgulloso- y es muy buena jugadora.

-¿No tienes foto de mis futbolistas? -dijo y sus ojos volvieron a brillar-

-Foto no -dije tomando mi celular y le mostré videos- videos.

Dulce tomo mi celular y comenzó a ver todos los videos. Su sonrisa cada vez era más grande al ver lo buena jugadora que era Luna junto con su hermano.

-Que buenos son mis diablitos -me miró orgullosa- y tu también eras buenísimo para el futbol.

-Pero nunca fue algo a lo que me quisiera dedicar -me reí y después de todos los videos de sus prácticas había videos de los gemelos haciendo algunos pequeños saltos con la patineta-

-Uckermann -dijo mirándome con seriedad- ¿Qué te dije de la patineta?

-¿Pero has visto como saltan? -le dije yo con orgullo-

-Saltan increíble -dijo viendo embobada el video, pero rápidamente sacudió la cabeza- Pero son muy pequeños Chris.

-Y eso es bueno para ellos -le expliqué- los ayuda con su agilidad.

-Está bien, pero donde se caigan y se lastimen feo, te golpeo -me dijo seria-

-No se harán nada, vas a ver -dije viendo el video con orgullo-

-Se nota que son tus hijos -comentó Dulce mientras ambos veíamos el video-

En el video se escuchó la voz de ambos niños pidiéndome que saltase yo con la patineta, y, como padre loco por sus hijos, hice lo que me pidieron.

-Son lo mejor que me pasó en la vida, ellos, Diego y tú -le sonreí a Dulce-

-Estoy muy orgullosa de ti, Chris -me miró sonriendo con orgullo-

-¿De mi? -dije sin entender y algo apenado-

-Si Chris, aún no sabías que los gemelos eran tus hijos y no los dejaste solos en el hotel como hubiera hecho cualquier otro hombre y además, por dos meses, te enfrentaste a ellos solo, sin mi ayuda.

Suspiré al escucharla.

-A mi antes no me interesaban para nada los niños, pero ellos tenían algo especial... Cada vez que los escuchaba hablar o que se sentían mal yo sentía esas ganas de cuidarlos, de protegerlos del mundo y no entendí que me pasaba hasta que me dijiste que eran mis hijos, pero desde el primer día los ame con todas mis fuerzas... Y estos dos meses... -respiré hondo- yo he estado con ellos todo el día. Tus papás, Blanca, mi mamá... Incluso Iliana han querido ayudarme con ellos, pero siempre he dicho que no.

-La sangre llama, mi Chris -le sonreí tiernamente- los gemelos se te pegaron feo en el corazón -me miró- No te ayudaron, tu solo los sacaste adelante.

-Si me ayudaron -dije yo asintiendo con la cabeza- y no sabes cuanto y de qué manera.

-No sabes como los extrañé -susurró con tristeza-

-Y nosotros a ti también -la abracé con un poco de miedo a asustarla- a ti y a nuestro bebé.

Dulce estuvo unos segundos relajada pero se apartó rápido de mi.

-¿No... no me odiaste?

Al ver que se separaba bajé la cabeza a mis manos, dándome cuenta que era mejor evitar acercarme mucho a ella para no hacerla sentir incomoda o mal.

-No -dije con sinceridad- al principio me dolió mucho -suspiré parándome de la cama- pero no puedo odiarte por que lo que siento por ti es demasiado fuerte... -le expliqué caminando hacia la puerta para dejarla sola y no molestarla-

POV Dulce

Al ver como Chris se iba de la habitación hizo que me sintiese mal. Lo iba a enfadar con mis miedos, me dejaría... Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, me dejé caer en la cama y me arropé con las sabanas, con cuidado de no lastimar al pequeño Diego mientras lo miraba llorando.

-Voy a enfadar a tu papi mi amor... Se cansará de mi por mis estúpidos miedos...

Mientras tanto, fuera del cuarto Chris le habló a Blanca para que trajese a los niños a la casa.

-Mami -dijeron ambos al abrir la puerta- ¡¡Mami!! -gritaron a la vez-

Al escuchar esos gritos los miré y mis lágrimas aparecieron de nuevo. Me paré de la cama, puse algunos cojines a Diego para que no se cayese y los abracé.

-Mis niños -dije abrazándolos con cuidado-

-Mamita -sollozó Luna en mi pecho- te extrañe

-Mami -dijo Luca también llorando abrazado a mi- prometemos no enfadarte mami -dijo con miedo- pala que no te vayas.

Chris dejó que los niños disfrutasen conmigo pero el no se acercó a nosotros. Las horas pasaron y no las sentí, los gemelos me contaron todo lo que hicieron durante ese tiempo en el kínder, lo felices que estaban con sus clases de fútbol... Todo. Ambos niños volvieron a abrazar a su hermanito y el pequeño Diego se dejaba. Minutos después los gemelos y yo quedamos completamente dormidos, solo Diego se quedó despierto.

No sé cuanto tiempo pasó pero el llanto del pequeño Diego nos despertó. Me levanté un poco asustada pensando que uno de los gemelos podía haberle caído encima al bebé, pero ambos niños estaban en la cama y el pequeño estaba bien. Suspiré y con cuidado lo tomé en brazos y le di de comer. Diego estaba terminando de comer cuando escuché que algo vibraba. Volteé y vi el celular de Chris.

-Vamos a llevarle el celular a tu papi, mi amor -estaba a punto de salir cuando voltee con los niños- Luca, Luna, a cenar mis amores.

Después de despertarlos bajé a la cocina y vi a Chris.

-Este... Chris, te están hablando...

Chris al escucharme volteo a ver, tomó el celular y, al ver el número, salió de la cocina a atender la llamada.

-Hay Diego -suspiré mirando al pequeño- Nos vamos a tener que ir de aquí. Tu papi no es feliz conmigo así -con cuidado por el pequeño bebé tomé el celular y le marqué a Iliana- Ili... Necesito un favor, pre... prepara mi departamento por favor -sentí como una lágrima caía por mi mejilla- el no es ni será feliz por mis miedo... Gracias Ili.

El Secreto De Los GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora