POV Dulce
Los meses pasaron rápido, el cuarto de Diego y todas sus cosas estaban listas, esperando por su llegada. Esa mañana estaba en la casa viendo una película con Triana a mi lado, los niños estaban en el kínder, Christopher había subido a darse un baño. Me quise parar para ir por algo de comer pero empecé a sentir un fuerte dolor.
-Auuuuu -miré a Triana- Triana, ve con Chris... Ahhhh... No bebé, aún no... ¡Ahhhhhh!
Triana se quedó sentada viéndome.
-¡Ve por Chris Triana!
Como el doctor nos había indicado, las bolsas estaban listas por si Diego decidía salir ya que habíamos llegado a los 9 meses de embarazo.
-¡Christopher! ¡Ahhhhhh! ¡Uckermann! -grité con todas mis fuerzas- Diego, espera a tu papi príncipe.
Triana al verme gritar salió corriendo en busca de Chris, llegó al cuarto y, nerviosa, comenzó a ladrar, haciendo que Chris la mirase sin entender.
-¿Qué tienes? -dijo terminando de cambiarse- ¿Quieres salir al jardín? -dijo Chris regresando a la sala- ya...
Pero no terminó la frase al verme y corrió conmigo.
-¡Amor! -dijo un poco asustado- ¿estás bien? ¿Qué tienes?
-No, no estoy bien -volví a sentir un nuevo dolor- ¡Ahhhhhh! Tu... tu hijo ya.. vi... vie... ¡Ahhhh! -lo vi parado sin moverse- No te quedes ahí parado, ayúdame.
Chris se acercó a mi y me tomó en brazos.
-Vamos para el hospital -dijo caminando hacia el auto conmigo en brazos-
-¡Ya era hora! -me subió al carro- Vamos a tener a nuestro bebé mi amor -le sonreí, pues tenía las hormonas vueltas locas-
-Si -dijo el sonriéndome mientras salíamos hacía el hospital me di cuenta que estaba nervioso- cuando lleguemos avisaré a la familia y le pediré a Iliana que vaya por los niños al kínder.
-Se pondrán felices -le sonreí- mmmmm -evité volver a gritar-
Chris aceleró un poco para llegar lo más rápido posible al hospital, bajamos del auto y rápidamente me pasaron a una sala para prepararme para el parto.
-¡Sáquenlo! -Grité con todas mis fuerzas-
-Señorita, por favor, no grite -me pidió una de las enfermeras-
-No me pida que no grite -dije yo enojada- porque no es usted la que está a punto de tener un hijo.
Chris me miró sorprendido.
El parto fue largo, pero no tanto como el de los gemelos, pero tras unas horas Diego estaba llorando a todo pulmón en mis brazos. Después de que se llevasen al pequeño a revisar yo quedé profundamente dormida, pues sabía que Chris estaría vigilando que a Diego no le pasase nada malo.
Los niños, mientras tanto, estaban a fuera pidiendo entrar a ver a su mamá y a su hermanito.
-Quelemos entlar abuelitas -dijo Luca-
-Sii, yo quielo vel a mi helmanito y a mi mami -dijo Luna-
En ese momento Chris salió del cuarto.
-¿Qué ocurre?
Los niños corrieron con su papá.
-Quelemos vel a nuestlo helmanito papi -explicó Luca-
-Ahora pasaran a verlo -les sonrió tomándolos de las manitos- pero no se vale hacer mucho escándalo, mami está descansando ¿si?