TALENTO DESCUBIERTO

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CAPITULO 9:

POV ARABELA:

Esto sí que es un asco, no puedo creer que esto me esté pasando, y ni siquiera había comenzado el segundo periodo, que ya me había metido en problemas.

El curso había iniciado bien, el director me había presentado ante mis compañeros de clase, y me había asignado un asiento, delante del grupo. Se marchó y dejó que la clase continuara, pero fue ahí cuando la cosa empeoró, o eso me pareció.

Estaban en una lectura conjunta, los chicos tenían un libro de literatura abierto e iban leyendo uno por uno el párrafo que el profesor les indicaba. Hasta que pasó a mi turno, el director dijo que solo iba a estar de oyente, y que no participaría, pero al parecer ese maestro no estaba de acuerdo con su decisión.

-Señorita Mills, ¿quisiera pararse y leer el párrafo final de la página?-Una chica a mi lado me pasó su libro y me indicó con el dedo el inicio de las líneas...pero para mí, era imposible comprender que significaban esas letras juntas, nunca nadie me había enseñado lo que era la lectura, y mucho menos escribir-Vamos jovencita, no tenemos todo el día-Los demás me estaban mirando expectantes, esperando, y el hombre frente a mí golpeteaba en piso con la punta de su pie impaciente.

-Lo...Lo siento...no puedo...

-¿No puede o no quiere?-Me quitó el libro bruscamente de las manos y se lo devolvió a su propietaria-Tome asiento señorita Mills, y para la próxima, que le quede claro, no por tener el apellido de la alcaldesa y la sheriff puede hacer y deshacer lo que le venga en gana, al menos no en mi clase-Con los puños bajo el escritorio y la cabeza baja escuchaba como los demás susurraban a mi alrededor, algunos se reían y otros lanzaban miradas despectivas. Tal vez el apellido Swan Mills me estaba generando más problemas que beneficios.

-Muy bien clase, saquen sus libros de actividades y comiencen a hacer los ejercicios de la página treinta y seis-Solo pude quedarme ahí sentada, ni siquiera sabía cuál era el mentado libro, había muchos en mi mochila y de diferentes tamaños y colores-Señorita Mills, si no quiere tener un suspenso, le recomiendo que deje su altanería de lado y se ponga a trabajar-Me estaba fastidiando de verdad ese infeliz, y apenas si me conocía como para tratarme de esa manera.

-Menudo imbécil-Soltó alguien detrás de mí-Solo porque no sabes leer no puede tratarte así-Me volteé para ver quien me hablaba, detrás, sentada perezosamente había una chica de ojos cafés, nariz respingada y con algunas marquitas en la nariz, tal vez pecas, su boca estaba curvada en una mueca de disgusto y apatía, tenía cabello castaño oscuro y largo hasta la cintura, de piel clara como la mía. A simple vista tenía una playera de mangas cortas negras, unos jeans blancos ajustados y unos tenis parecidos a los míos.

-¿Cómo sabes que...?-Estaba realmente sorprendida, esa joven de mi misma edad había descubierto mi secreto sin tener que averiguar nada.

-No hay que ser un genio para ver que te pusiste a temblar apenas tocaste el libro, además que no soltaste una sola palabra, ni siquiera fingiste que estabas leyendo.

-No sé qué hago realmente aquí-Sabía que estaba rompiendo una de las normas al hablar con esa chica, pero, hablar con ella era catártico-Mis...-No sabía si llamarlas madres o tutoras, aun no estaba lista como para llamarlas mi familia-Tutores no saben que no puedo entender una maldita palabra de lo que está escrito-De repente sentí un golpetazo en mi pupitre que me hizo casi caerme de la silla.

-Perdonen que les interrumpa su reunión social-Lo que había impactado contra mi escritorio era un libro bastante grande y gordo-Pero si quieren, pueden terminarla en la oficina del director-La chica con arrogancia se levantó de su asiento, guardó sus cosas en su mochila y se la puso en el hombro.

YO...DESEO UNA FAMILIAWhere stories live. Discover now