Continuare a partir de lo ya mencionado ;u; vuelvan a revisarlo (no cambie mucho)
. . . como cuando ni la muerte te quiere :v ahr v':
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Dust miraba por la ventana, si no fuera porque esta estaba cerrada de seguro caería del auto, la vista era maravillosa para él, después de todo, había pasado un buen tiempo dentro del psiquiátrico y solo había tenido oportunidad de mirar paredes blancas y amarillentas junto a personas casi muertas.
─ ¡El exterior es diferente! –exclamó Dust–
─ Claro que lo es –contestó Cross sin apartar la vista de la carretera– espera a ver dónde vivirás algunos fines de semana.
─ Tal vez podría...
Dust miró al contrario mientras acercaba su mano a unos cuantos botones en la puerta, para ser específicos, el botón que abre la ventana. Por unos momentos Cross le miró compasivo, pero terminó por negarse ante tal petición, también debía ser un poco precavido. Ambos soltaron un pequeño suspiro, aun así, una sonrisa seguía en ambos rostros. Ninguno hablaba, y tampoco querían hacerlo, sabían lo importante que era aquel recorrido para cada uno, en especial el polvoriento, quien al estar tan embelesado pegaba su rostro lo más que podía al cristal tratando de captar todos los paisajes que pasaban rápidamente frente a sus cuencas.
Apenas llegaron a casa Dust ya estaba inquieto en su asiento, apuraba a Cross para que le desatara su columna del asiento, en cambio este se tomaba su tiempo para todo, había aprendido a lidiar bien con aquel ceniciento consentido. Con cuidado apoyó el brazo de Dust en sus hombros y le guió hasta la entrada de su casa.
─ Bienvenido seas –dijo a la vez que abría la puerta y le señalaba que pasara– invitados primero.
Dust pasó lentamente en la inmensa casa, se apoyaba en las paredes para poder caminar bien, todo era tan diferente a lo que había conocido en toda su vida, ¡jamás había visto una casa igual! Todo era hermoso a su vista, aun mas cuando llegó al gran ventanal que había en la sala, durante un rato quedó ido viendo el paisaje hasta que llego Cross y lo cargó por las escaleras.
─ Tu habitación, justo aquí.
Con ayuda de su pierna abrió la puerta dando paso a la recamara de visitas, no era tan grande como la propia, pero si considerable. La cruz esperó unos momentos para que el contrario se soltara de su cuello, pero no pasó, un rato quedaron igual, incómodos.
─ No estás liviano, mis brazos se cansan –protestó al fin Cross–
─ Quiero dormir contigo –soltó– perdona, la costumbre de dormir con más de 30 personas no se va de un día a otro.
─ Preparé este lugar para nada, grandioso –ambos sonrieron– no hay problema, pero si, quítate que mis brazos dolerán mañana.
Rápidamente Dust apartó sus brazos del cuello del otro y se apoyó en la pared más cercana y caminó detrás de Cross hasta llegar a su habitación. Al ver la cama llena de sabanas una gran pereza le invadió su cuerpo por completo, ni siquiera se dio el tiempo de mirar el resto de la recámara cuando ya estaba tirado encima de la cama, soló un gemido de placer al sentir las sabanas tan suaves que lo envolvían gentilmente
─ Hm, no es mala idea
Sintió como algo caía al lado de el en la cama y se arremolinaba tratando de encontrar una pose cómoda, también sintió como unos delgados brazos lo envolvían y atraían al cuerpo contrario, no se negó al pequeño mimo, no podía negarle nada a Cross después de todo lo que había echo por el en tan poco tiempo y sin protestas.
Ambos cayeron en un duradero sueño.
Solo el insistente timbre de la casa logró despertarlos, pero claro que Cross no dejó que su invitado especial se levantara de su lugar, ya se imaginaba el dolor de caderas que tenía Dust en esos momentos. Bajó las escaleras tanteando entre la oscuridad de la casa y la borrosa vista de un recién-despertado. Cuando finalmente llegó a la puerta la abrió sin ningún cuidado, casi cayendo por la fuerza innecesaria que había aplicado. En la entrada estaba Nightmare.
─ Creí que disfrutarías desde hoy tu regalo –comentó burlón– ¿o será que ya lo hiciste y estas tan cansado por eso?
─ Un gusto verlo señor pesadilla
Cross frotó sus cuencas con su antebrazo, esperaba una mejor explicación del porque aquella visita, Nightmare nunca iba a su casa, era una visita que tenía que recibir de lo mejor, pero de verdad estaba tan adormilado que no cayó en cuenta para nada. A Nightmare no le importó, en vez de eso sintió un pequeño alivio.
─ Solo diré que aproveches bien esto, no fue nada fácil lograrlo, pero nada es imposible para mí.
─ Claro... ¿pero que regalo?
Nightmare rio internamente.
─ Olvídalo, vuelva ya a dormir.
Dicho eso Nightmare desapareció entre la oscuridad, o al menos así llegó a ver Cross, pues el antes mencionado solo se fue en su auto. No supo en que momento cerró la puerta y regresó a su habitación, solo supo que cuando despertó en la mañana aun tenía su nuevo cojín personal junto a él.
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You monster [Crust]ǀCrossxDustǀ
FanfictionNooo me gusta poner descripciones, no se como. Sep, regrese con otro libro ya que no encontre ni uno bueno de este shipp ;-; tratare de hacerlo yo. Tambien cabe decir que no hago este libro sola, me ayuda una amiga. -Ninguno de los personajes me per...