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Lust iba caminando relajado por los pasillos, se sentía contento, incluso podría decirse que se sentía feliz. Cada que veía un paciente o enfermero (a) le saludaba con unas de sus mejores sonrisas provocando que estos le regresara lo mismo contagiándoles una pequeña parte de aquel sentimiento, habían algunos, aunque pocos, que llegaban a tener pequeños sonrojos ante la emoción que pocas veces daba con sinceridad el esqueleto. Su sonrisa se ensancho aún más cuando entre todos los presentes logro divisar la bata arrugada de su amigo, no era nada difícil diferenciarlo de los demás doctores, pues solo él tenía el descarado atrevimiento de mostrarse como si nada ante la sociedad. Le admiraba. 

Camino. No. Más bien corrió hacía el dispuesto a platicar durante un buen rato, no quería desperdiciar su alegría y buen humor. Se detuvo cuando vio como este igualmente lo hacía rascando su cráneo... luego toqueteando y revisando cada uno de sus bolsillos, "¿Qué problema tiene este con su memoria?" pensó, sabía perfectamente que era lo que buscaba, ahora con más razón tenía que estar con él.

— ¿Buscas esto?~ –dijo extendiéndole una pequeña libreta, su tono único de el no aguanto salir−

— ¡Sí! –la expresión de emoción tan infantil sorprendió a los dos−¡Gracias!

— Moriré en tus manos –no podía creerse la "clase" de doctor que le había tocado−

— ¿Uh? Con que tú eres el nuevo, ¿Polvito? Aquí me llaman Lust~ –dijo mientras acariciaba la mejilla de Dust−

— ¡Me importa un reverendo comino quienes son! –su paciencia se acababa, tan inferior que se veía minutos atrás−

— Ya veo porqué de este lado –hablo de nuevo Lust−

— Me cae que si –dijo mientras apoyaba la libreta en el cráneo de Dust y escribía, solo un demente como el haría eso con otro demente− ¿Me harías un favor?

— Dime 

— Ve por esto y llévalo a los cuartos, allí te esperaré

Lust dio una rápida vista a la hoja dada, conocía bien lo que debía llevar y a que se refería con los cuartos pero por mero instinto la reviso. Dio un ligero puchero, en verdad quería platicar con Cross, vaya idiota que era para no darse cuenta.

—Claro, un gusto polvo –dijo mientras daba media vuelta, sabía que no recibiría respuesta pero los modales por delante−

—Gracias~ –le contestó Cross−

Dust no contestó, buscó con la mirada a Paps quien veía con cierta desaprobación al anterior esqueleto, concordaban con la actitud de su hermano por lo que no le reprendió y permaneció en silencio. Cross volvió a empujar la silla de ruedas adentrándolo de más hacia el infierno que le esperaba, era incómodo ver a otros doctores pues su mirada no era para nada gentil, parecían un arma de doble filo aquellos penetrantes ojos. Cada vez que miraban a Dust era como si acecharan a su próxima presa, sedientos de hacerle miles de torturas y tratamientos para "probar" a la sociedad y hacerse reconocer como era debido según ellos. Pero era imposible, pues su estudio y vida habían sido puestas en manos de Cross, uno de los doctores psiquiátricos más valorados por la comunidad médica.

                             "No lo merece"


"Le alaban de más"

                        "Yo podría ser mejor opción"

Eran de los tantos pensamiento tos que pasaban en las cabezas de aquellos otros monstruos y humanos, aunque siempre se quedaban así, como pensamientos. Dust los miraba igualmente, pero con su toque de locura logrando erizar a los contrarios, sonrío burlón, ni uno de ellos podría con el «TAL VEZ TENGAS ESPERANZAS» rio ante ese comentario, Paps tenía razón, y lo reconocía bien. Cross lo noto por completo, casi nada se le escapaba de su vista, suavizo su expresión pues sin querer había fruncido el ceño al pasar entre tanto gentío.

You monster [Crust]ǀCrossxDustǀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora