Capítulo 5

2.6K 203 7
                                    

(Lorena)


Ayer estuve todo el día en la cama bajo los cuidados de mi madre, que preocupada no paraba de venir a verme cada media hora. Acabe por amenazar con salir a correr si no me dejaba tranquila.

Por la tarde me llamo Sebastián con la excusa de darme los deberes y acabando contándome todos los cotilleos de hoy e preocupándose por mi condición.

Después llamo Sara preguntando porque había faltado a clase. Simplemente dije que me sentía enferma. Luego volví a escuchar lo poco que había pasado en clase.

Hoy ya me sentía como nueva así que fui a clase con una sonrisa. Creo que debo de ser la única persona que se alegra de poder ir a la escuela.

Me encontré en el pasillo a Shaun y Raúl. Les salude con la mano. Ellos se acercaron a saludarme dándome dos besos en las mejillas. Se me hacía raro que me trataran así.

-¿Cómo que ayer no viniste? –pregunto Shaun.

-Me sentía enferma.

-¿Seguro? ¿No será que te querías saltar la clase?

-No, pero ya me conto Sara que fue un rollo.

-No sabes cuánto –se quejó Shaun.

Luego fuimos a clase, los demás ya estaban allí. Saludamos a todos.

-¿Ya te encentras mejor? –me pregunto Sebastián.

-Si gracias.

El profesor entro y nos mandó sentarnos en nuestros asientos y callarnos.

Al poco rato, mi móvil vibro en mi bolsillo. Lo saque sin que el profesor me viera y vi que me habían enviado un mensaje de texto. Sebastián.

Sebastián: ¿Te encuentras mejor, de verdad?

Me hizo sonreír mientras pensaba en lo mono que parecía haciendo este tipo de mensajes.

Yo: Si, ya me siento como nueva :)

Puse una carita sonriente para destacar que era de verdad estaba bien.

Me di cuenta de que estaba sonriendo desde que vi que Sebastián me había mandado un mensaje.

Sebastián: me alegro. Ray quiere que te agradezca lo de ayer.

Yo: ¿Solo él? Bueno dile que fue un placer ayudarle.

Sebastián: yo también te lo agradezco ¬¬

¿Por qué me pone una cara de pervertido? ¿Está coqueteando conmigo? No, no puede ser. Me lo debo de estar imaginando, estoy pensando demasiado.

Sebastián: ¿Quieres que te lleve a casa luego?

Yo: Creo que saldremos un rato por ahí todos así que...

Sebastián: Ok. Luego te llevo.

No respondí porque sabía que dijera lo que dijera no lo iba a persuadir de que podía ir por mi cuenta.

El resto de la mañana pasó sin más, atendiendo la clase y hablando a escondidas con los compañeros sobre cualquier broma o chorrada del momento. Luego nos fuimos los seis a dar una vuelta.

Estábamos caminando por las ramblas. Shaun y Raúl pararon a comprar unos Hotdogs, Sebastián estaba bromeando con Sara y Paula se acercó a mí.

-¿No crees que hacen buena pareja? –me pregunto señalando disimuladamente a Sebastián y Sara.

-No sé.

-Te voy a contar una cosa, pero no digas nada ¿Vale?

-Claro, dime.

-Sara está enamorada de Sebastián. Tiene el interior de su carpeta forrada con fotos de él.

Me dejo sin saber que decir. No me lo esperaba. Sara siempre ha hablado con todos de la misma manera no había dado señales de estar interesada en Sebastián.

-Sí, lo sé. Quién lo diría ¿verdad? Pero desde que Sebastián lo dejo con su última novia, ella ha estado intentando que la vea como una mujer y no como su amiga de la infancia.

No sabía que decir pero los chicos llegaron para salvarme de contestar. Se lo agradecí interiormente.

Seguimos caminando y entonces sí que me di cuenta de cómo Sara de vez en cuando soltaba alguna que otra mirada a Sebastián o le agarraba cariñosamente del brazo. Pero pese a todos esos sutiles movimientos Sebastián parecía no notarla en absoluto.

Más bien al contrario note como Sebastián me miraba sonriendo de vez en cuando. Haciéndome sentir incomoda ya que en el fondo sabía que si Sara se enteraba de que él me coqueteaba a mí, ella se enfadaría conmigo y no quería eso. Ella había sido la primera persona en hablarme y considerarme amiga.

-Chicos, escuchar –pidió atención Raúl mientras todos estábamos tomando algo en un local. Todos nos callamos y le prestamos atención- Estaba pensando que como en nada se acerca la semana de fiesta podríamos irnos juntos de vacaciones. Os quiero invitar a todos a mi casita en la playa ¿Qué decís?

-Sí, vamos será divertido –comento Sara sonriendo.

-Si vamos –se animó Paula.

-Bueno... ya que van las chicas yo me apunto –dijo Shaun bromando.

-¿Y tú que dices? –Me pregunto Sebastián- Estará bien.

El plan sonaba bien pero no sabía si yo podría encajar allí. Además hacia nada que me había unido al grupo y ya me trataban así. No quería ser desconsiderada y el plan sonaba bien...

-Sí, claro, yo me apunto.

-Pues no se diga más vamos todos –dijo Raúl emocionado.

Ahora solo tenía que convencer a mis padres, pero lograría convencerlos si les aseguraba que estaría bien, que me lo tomaría con calma y que tenía derecho a intentar tener una vida normal con mis amigos. También les aseguraría de llevarme la medicina y que en caso de que me ocurriera algo les llamaría.

Todo siguió con buen rollo y muchas risas. No me sentía tan feliz desde hace mucho tiempo. Me sentía feliz el solo hecho de poder estar reunida con amigos, riendo y estando bien.

Como los demás días nos despedimos y cada uno se fue por su camino. Sebastián me acompaño hasta su coche.

-Estoy impaciente por irnos a la playa –comento.

-Yo también estoy emocionada por ir.

-Una cosa ¿tus marcas? ¿Qué vas a hacer con eso?

-Nada, no me las puedo quitar.

-Ya lo sé Einstein. Me refería a que si no quieres que las vean ¿Cómo las vas a cubrir?

-Te recuerdo que no puedo hacer ejercicio así que tampoco es que me vaya a poner a nadar. Así que simplemente me pondré el bañador y un chal de playa para tapar mi espalda.

-Bueno nos vemos mañana, ya hemos llegado –dijo parando el coche frente a mi casa.

-Gracias por acercarme.

-No es nada –dijo poniendo un mechón tras la oreja de manera suave.

Me dio dos besos en las mejillas muy cerca de la comisura de mis labios antes de que saliera del coche sin saber que decir.


Marcas imborrablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora