XII: "Deidades"

101 8 0
                                    


Mundus contemplaba a un cansado Sparda ensimismado. Él no era ignorante de cuanto poder se alojaba en ese ser, mas el verlo en límites insospechados también trajo consecuencias inesperadas. Hecho a la idea de que no sería un fácil contrincante realmente pensó dos veces antes de lanzar nuevamente ráfagas. Mismas que fueron repelidas por el caballero oscuro como si nada. Complicado liberarse de ese atolladero.

El príncipe de las tinieblas emprendió el vuelo en un intento de ganar distancia...

-No servirán los mejores agarres contra la destrucción total Sparda, es una lástima verte sufriendo por una raza condenada a la eliminación. Bien sabes que acabarán consigo mismos en algún momento...Estúpido.

El ambiente se podía apreciar gélido, una tenue luz amarillenta emergía desde algún sitio. Emulaba perfectamente un atardecer. Haciendo la escena gran contraste con la grotesca figura que el albino acababa de adoptar.

– ¿Y en qué te diferencias tú del superhombre Mundus? ¿Acaso por no ser humano respetas la vida ajena o has llegado a sentir compasión por los tuyos? – sin poder evitarlo, realmente temiendo el no poder volver de aquél combate que en breve comenzaría, comienza a recordar todas las cosas que pudo sentir en compañía de los humanos, pero por algún motivo la imagen de Eva le era persistente.

-Que interesante asimilación Sparda...- Simula un risa que a leguas se nota forzada -...Pero temo que tampoco se te puede diferenciar lo suficiente.-

–Ya no peleo por gusto ni poder imbécil, acabaré contigo porque finalmente he encontrado algo que aprecia más que mi propia vida–

Sparda es objeto de leyendas, pero no por eso ha podido ser diferente a los humanos en un aspecto clave de su existencia. Cometió bastantes errores y tuvo mucho tiempo para seguir cometiéndolos. Mató a miles y contempló las consecuencias, ya no es la meta el redimirse, sino salvaguardar lo que ha conseguido. Los humanos y demonios no pueden ser tan diferentes. No obstante él es el único que logra darse cuenta de ello.

Y la reyerta comenzó. Sparda se elevó y alcanzó a Mundus. Es claro que a estas alturas los puñetazos de poco valen. Logrando manifestar energía docta de su raza, de sus manos emergen lo que parecen ser unos relámpagos que logra dirigir hacia el príncipe de las tinieblas. Logrando pocos acertar en su objetivo.

Debemos mencionar también las pocas opciones que brinda un combate aéreo, el único modo eficaz que el caballero oscuro logró encontrar para atacar satisfactoriamente era lanzando su espada a modo de boomerang, Al ser de algún modo manifestación directa de parte de su poder, Mundus resultaba incapaz de repelerla. Por muy poderoso que pudiese ser.

Ambos eran notablemente destacables entre los de su raza, pero al parecer, Sparda tenía una ventaja sobre Mundus. Contaba con una mayor tolerancia al daño físico. Eso o una inigualable fuerza de voluntad. Fuera cual fuera el caso, de ningún modo resultaba sencillo continuar con la batalla, después de cierto tiempo, ambos se encontraban cansados y terriblemente heridos. Ambos en el suelo ahora, débiles intentan levantarse. Siendo el caballero oscuro el primero en lograr aquello tan simple pero que las circunstancias hacían parecer una hazaña.

Mundus se puso en pie, Sparda intentó reaccionar lo más rápido posible, lanzó un grito desesperado, recobró su forma demoníaca al igual que su espada y saltando una altura realmente impresionante hirió de gravedad al príncipe de las tinieblas, dejando así una herida terrible en su pecho. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La danza de Sparda (Devil May Cry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora