Capítulo 18 "Frutillas"

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"Tenés la sonrisa que quiero que tengan mis hijos."






Flor

Estoy cenando con la mujer más hermosa del mundo a mi lado. En un lugar espectacular.

Daría todo por que cada momento con ella fuera eterno, que nunca terminara. Que nunca termine esto que siento por ella. Esto que llega hasta asustarme de tan lindo que es. Esto me confunde a más no poder.

Nunca antes sentí desesperación por estar al lado una persona. Desesperación en un buen sentido.

Aveces siento que es un sueño. Es tan perfecto todo lo que me pasa con Jazmín que da miedo. Da miedo lo hermosa que es ella conmigo, da miedo lo bien que todo se está dando, da miedo que algo tan hermoso me este pasando a mi.

Y aveces pienso ¿De verdad me merezco esto? ¿Me merezco a esta mujer?

Aveces siento que la hago perder el tiempo, que yo no valgo la pena, que ella merece a alguien mejor. Y ahí es donde entra la confusión ¿La merezco o no?

Me confunde esto que pasa con ella. Lo que siento. Me confunde el miedo que tengo de que algo bueno me esta pasando.

-Ey Flor, te colgaste. ¿En qué pensas?-interrumpe mis pensamientos.

-Nada, que todos estos días que yo la estuve pasando mal por ya sabemos quien 'acosador del orto' hm 'caca' hm perdón.-suspiro-Que por todo eso yo no me di cuenta

-¿De qué?-pregunta confundida

-De que soy la mujer más feliz del mundo

-Yo también soy la mujer más feliz del mundo-me da un pequeño beso en los labios.

-¿Viste cuándo amas mucho a alguien y estás dispuesto a hacer cualquier cosa por ese alguien?

-Si

-Bueno, a mi eso me pasa con vos

-Ay sos hermosa-dice sonriendome

-¿Soy muy cursi no?

-No. Sos perfecta. Yo quiero estar para siempre con vos

-Yo también-le doy un beso.

A pesar del miedo que tengo con esto que me pasa, estoy completamente segura de que la amo como no ame a nadie jamás. Y que por Jazmín doy la vida, lo doy todo. Porque por ella siento esta extraña sensación de querer, de querer dar lo mejor para alguien más. Esta extraña sensación de querer a alguien más.

Me levanto a llevar los platos al lavavajillas.

-Trae el postre-dice Jaz

-Mmm frutillas que rico

-Si, me encantan las frutillas

-A mi también

Agarra una frutilla del pote me mira.

-¿Qué me vas a dar vos?

-Si

Abro la boca y muerdo la fruta.

-Mmm esta buenísima

-¿Si?-dice mirándome y mordiendo la frutilla

-Si-digo acercándome a ella

Jazmín corta la distancia entre nosotras uniendo nuestros labios en un beso pasional, lleno de deseo.

Empieza a apoyarse encima de mi haciendo que apoye mi espalda en la mesa. Se separa de mi para quitar el pote de frutillas y me sienta en la mesa, quedando ella parada entre mis piernas.

Seguimos basándonos, nuestras lenguas danzan el baile más hermoso del mundo. Nuestros labios están totalmente en sincronía.

Empuja mi cuerpo hacia el suyo y me saca el buzo, hago lo mismo con ella.

Me recuesta en la mesa y me desprende el jean para quitarlo de mi cuerpo.

Se sube encima de mi y comienza a moverse. Me besa con pasión y succiona mi labio inferior mordiendolo, haciéndome gemir. Empieza a bajar hasta mi cuello y comienza a dejar mordidas.

Baja y baja hasta llegar a mis senos, me quita el corpiño y empieza a apretar mis pechos con delicadeza. Mis pezones se erizan tras el rose de su piel.

Lleva su boca hacia mi pezon izquierdo y comienza a succionar levemente haciéndome gemir nuevamente.

Baja de mi cuerpo y empieza a dejar besos húmedos en mi abdomen hasta llegar a mi zona. Me quita las bragas y posa su boca en mi intimidad. Sus movimientos son lentos pero precisos. Jazmín sabe muy bien lo que hace y como lo hace.

Introduce un dedo dentro de mi haciéndome arquear sobre la madera. Entra y sale de mi en sincronía con su lengua. Lo repite una y otra vez hasta que mi espalda vuelve a arquearse para estallar en un montón de sensaciones, haciéndome gritar el nombre de esta mujer.

Me siento en la mesa para mirar a Jazmín a los ojos.

-Te amo-le digo

-Yo también te amo-responde y me carga en sus brazos, con mis piernas rodeando su cintura.

Me lleva hasta el cuarto y me tira en la cama. Se acomoda a mi lado y me acurruca en sus brazos como siempre.

Me hace rulitos en el pelo y me tararea una canción de cuna como si fuera una pequeña niña. Un gesto que me hace morir de amor, no recuerdo que alguna vez mi madre haya hecho esto por mi. Me encanta la forma de mimarme que tiene Jazmín, es tan dulce. No me imagino si es así conmigo, como será con nuestros... sus hijos.

-¿En qué pensas?-pregunta dejando de tararear

-Nada en nosotras... en esto

-¿Ésto?

-Si esto que está pasando ahora. Como me tarareas y me haces rulitos, como sos tan dulce conmigo. Nosé, me imagino como serias siendo mamá

-¿Ah sí? ¿Y cómo sería ?-pregunta sonriendo.

-Una hermosa, dulce y excelente mamá

-Ay linda. Vos también serias una excelente mamá-me da un beso.

Y nos dormimos así abrazadas, sonriendo de felicidad. Porque eso es lo que somos, dos personas felices de amarse cada día. Pero sobre todo sonrío porque me imagino a esta mujer siendo la madre de mis hijos.
Es curioso, siempre me imagine encontrar a alguien que fuera el padre de mis hijos, pero la vida me tenía algo mejor, una madre para mis hijos. Dos madres para mis hijos.

Extraña de querer (Flozmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora