Extraña de querer (Flozmin)

Capítulo 8 "Brindo por nosotras"

"Te miraré así, sin decirte nada. Hablándote con los ojos exhaustos de palabras. Como si todo estuviera dicho, como si la intención fuera clara. Como si el hambre viviera encarnada en la mirada. Te miraré así, diciéndote todo sin decirte nada."-Brando

Flor

Me despierto abrazada a Jazmín. La sensación más hermosa del mundo, estar entre sus brazos. Me quedo un rato más así, disfrutando del hermoso momento. La miro dormir, es tan perfecta. Es hermosa hasta durmiendo, podría estar babeando que va a estar hermosa igual.

Me levanto cuidadosamente para no despertarla. Me busco mi ropa y voy a ducharme.

Salgo del baño y entro al cuarto para despertar a Jaz, pero ella ya no está. La busco por todos lados y no la encuentro. De repente siento un ruido que viene del balcón, abro la puerta corrediza y ahí está ella, sentada en una silla esperándome con el desayuno.

-Buen día-me dice con una sonrisa enorme cuando me ve

-Buen día-le digo devolviéndole la sonrisa

-¿Dormiste bien?-me pregunta cuando me siento a su lado

-Como una reina

-Bueno mejor entonces. ¿Te sentís bien ahora?

-Si, me duele un poco la cabeza, pero ahora me tomo un calmante y se me pasa

-Bueno-dice tomando su café-¿Y te acordás de algo?-pregunta con un tono leve, con curiosidad y con miedo a la vez.

-Si obvio, me acuerdo de todo hm-digo mirándola directo a los ojos, para dejarle claro que me acuerdo perfectamente de lo que pasó en el baño-Y no me arrepiento de nada hm-digo, sorprendiendola a ella y a mi también.
Claramente no me arrepiento de lo que hice, pero aun así me sorprende haberlo confesado. Creo que viene bien para la seguridad de las dos, y para que las cosas no se pongan tensas entre nosotras.

-Yo tampoco me arrepiento de nada-dice con una pequeña sonrisa.

-Mejor hm

Me fijo la hora y veo que es re tarde, son las 11

-Jaz son las once!

-¿Y?-pregunta sin intender.

-Y que llegas tarde al trabajo!

-Aah. No te preocupes ya hablé con Javo y me dijo que no pasaba nada, que me podía tomar el día.

-Aah bueno hm

-¿Y vos? ¿No tendrías que estar trabajando hace rato ya?

-Si. Pero le avise a Marta que posiblemente hoy no iba a ir hm. Tendría que haber pensado que hoy ya era lunes antes de haberme puesto a tomar como una loca hm

-Si, yo creo que ninguna pensó en eso-dice riendo

-No, pero bueno acá estamos

-Bueno ya que ninguna va a trabajar hoy. ¿Te apetecería almorzar conmigo?-dice con una voz divertida.

-Si, me encantaría-le digo sonriendo.

-Bien, entonces comemos juntas. Y te voy a preparar algo especial

-¿Qué me vas a preparar? Hm

-Ah, es sorpresa

-Ay Jaz Me da terrible intriga ahora, quiero saber-soy re ansiosa y quiero saber ya.

-Bueno vas a tener que esperar, no es nada de otro mundo, solo te voy a preparar una comida rica para vos

-Bueno hm-digo cediendo.

Terminamos de desayunar y Jaz va a su casa para bañarse y cambiarse de ropa. También trae un par de cosas para cocinar.

-Me vas a ayudar-me dice ella

-Noo, te arruino todo, en serio soy muy mala en la cocina hm

-No fue una pregunta, me vas a ayudar porque yo te voy a enseñar-dice ella mirandome con esos ojos verdes que me matan.

-Bueno, esta bien.-digo y me ata el delantal.

Ay Jazmín del Río ¿Por qué tenes que ser tan perfecta?

Jaz

Me encontraba en la cocina de la mujer más hermosa que vieron mis ojos. Esta acá, al lado mío, tratando de cortar zanahoria en Juliana. Veo como le cuesta. Cada tanto me mira de reojo como pidiendo ayuda. Me encanta tenerla acá al lado mío ayudándome en la cocina, enseñandole lo que tiene que hacer. Es un momento lindo, como todos los momentos con ella.

-¿Querés que te ayude?-le pregunto cuando se queda mirando la zanahoria supongo que pensando como cortarla.

-Si por favor-dice riendo

-Mira-digo poniéndome atrás de ella y agarrándole las manos para guiarla. Acerco mi cabeza a su cuello, estoy tan cerca que puedo sentir el olor de su piel, mi olor favoririto-Tenes que cortarla así a la mitad, y luego cortas las otras dos mitades que te quedaron a la mitad-digo mientras guió sus manos-¿Ves? así, y ahora tenes que ir cortando en pedazos a lo largo así-y vuelvo a guiar su mano.

-Aah ya entiendo, creo hm

-Bueno a ver, ahora hacelo vos solita-digo alejandome de ella y mirándola

-¿Así voy bien? Hm-dice cortando la zanahoria

-Vas perfecto Flor. Aprendes rápido eh

-Eso es porque tengo a la mejor maestra-dice mirandome a los ojos y sonriendo, y yo sonrio y me sonrojo. Al lado de ella me siento como una niña.

Pasamos así cocinando juntas y hablando de boludeces.

-Me encanta no haber ido hoy al trabajo-dice Flor de repente mirandome mientras yo sirvo los tallarines con verduras y salsa de soja.

-¿Y eso por qué?

-Porque gracias a que no fui a trabajar estoy acá contigo aprendiendo a cocinar y por sentarme a comer una comida riquísima, contigo hm

-Si, es verdad. A mi también me encanta que no hayamos ido a trabajar, para estar acá contigo.

Sirvo la comida y nos sentamos en la mesa.

-Mmm esta riquísimo Jaz. Gracias por preparar mi reciente comida favorita hm-hace un tiempo había almorzado con Flor. Cuando ella estuvo engripada hace una semana había faltado al trabajo, estaba con fiebre y yo había preparado un plato para ella, el mismo que prepare hoy, y ella nunca había comido ese plato, algo raro porque no es un plato que sea de otro mundo. Pero fue la primera vez que lo comió y me dijo que se había convertido en su plato favorito, por eso hoy quise repetirlo.

-Gracias, aunque si esta riquísima también es gracias a vos, después de todo me fuiste de mucha ayuda

-Bueno, si, es verdad hm

Comemos en un silencio cómodo.

-Quiero hacer un brindis-dice ella levantando su copa.

-Bueno, ¿Por qué brindamos?-pregunto levantando mi copa de vino.

-Brindo por más tardes como esta

-Por más tardes como esta entonces-digo acercando mi copa a la de ella

-Y también brindo por nosotras-dice antes de chocar nuestras copas y yo la quedo mirando con una sonrisa tierna y chocamos las copas.

Flor cada día que pasa me gusta más. Me vuelve loca. Me vuelve loca su ternura, su bondad, su energía, su buena onda, su sonrisa, su mirada, sus ojitos, todo, incluso cuando esta mal con ella misma me vuelve loca, cada parte de ella me vuelve loca. Es hermosa, es perfecta. Y agradezco haberla conocido, sin dudas es de lo mejor que me pudo pasar. Llegó en el momento justo como un ángel.