Un recuerdo inesperado

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Era la última hora, tenía el último examen del año, que mezclaba las cuatro asignaturas base: Lengua, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Nos vigilaba el inspector de Educación, así que todos estábamos muy nerviosos, debo decir que el examen me estaba yendo muy bien, hasta que vi una sombra cruzar la ventana. Volví la cabeza rápidamente, intentando divisar lo que había pasado, desistí, simplemente, pesé que había sido un pájaro, ero se volvió a repetir, y no una sola vez, sino tres más, aparte de la primera, quedaban quince minutos para que acabara la clase. Yo estaba moviendo la cabeza como una loca para ver lo que había pasado. De repente, mi estuche empezó a flotar, lo cogí antes de que nadie se diera cuenta y lo guardé bajo la mesa. Quedaban solo unos minutos para que sonara el timbre, el inspector se había sentado en la mesa del profesor, estaba mirando al frente vigilándonos a todos. Guardé los bolígrafos y dejé el examen a un lado. Miré a la ventana y me puse a pensar. Echaba mucho de menos a mi familia, que se había quedado en España, debido a mis notas en inglés, se me concedió una beca para terminar la secundaria en Nueva York. Yo tenía muchísimas ganas y mis padres hicieron todo lo posible por que esto se hiciera realidad. Había ido de pequeña y me encantó, desde entonces, deseaba con todas mis fuerzas volver para vivir allí. La única pega era que debía estar en un centro de acogida con una tutora legal, mi familia no podía ir, ya que el puesto de mi padre era fijo. Por fin, sonó el timbre y todos salieron como locos. Yo, más relajada, esperé a que todo el bullicio cesara, entonces salí del edificio y me metí por un callejón. Hice menguar mi mochila y la guardé en el bolsillo, no tenía ganas de llegar al centro, así que fui a paso lento. Tranquilamente y callejeando, paseaba cuando vi un resplandor verdoso entre unos contenedores. Me acerqué era un recipiente muy raro, no me atrevía a tocarlo, así que lo hice flotar hasta sacarlo fuera. Lo observé detenidamente. Unos recuerdos llegaron a mi mente...

No tendría más de seis años... acabábamos de salir de un restaurante, me había despistado, no quería moverme, pero, por alguna razón me fui a una calle oscura, donde vi un líquido verde fósforo. Me acerqué, sólo lo rocé con mis dedos y empezó a arderme. Estaba asustada, sólo pensaba en mis padres, cerré los ojos, los volví a abrir y allí estaban, apenas se habían dado cuenta de que había desaparecido. No entendí ni quise hablar sobre nada, pero desde aquel día, todo fue raro. Decidí mantener mis poderes en secreto...

Cuando volví en mi y vi que tenía el recipiente en mis manos grité y lo solté, extrañamente no se rompió. No quería dejarlo allí como si nada, así que les hice unos retoques a mis libros para que ese líquido raro cupiera sin problemas. Me cargé la mochila al hombro y esta vez sí, corrí semivolando al centro, siempre con la extraña sensación de que alguien me seguía de cerca.

Mi fanfic TMNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora