Lo que quedaba de día, Leo y yo nos fuimos a dar un paseo por los tejados de la ciudad, ya había anochecido y nos tumbamos en el césped de un parque que estaba completamente vacío, ambos reíamos.
-¡Pero eso es imposible!- decía él.
-¡Que sí! ¡Te lo digo en serio!
-¿Raph? No, él no, imposible.
-¿Porqué no me crees?
-¡Porque es absurdo! Raph enamorado... ¿A quién se le ocurre?
-A mi-. Se levantó y se puso encima mía, tapándome la luz de la luna.
-Sí, es que eres especial-. Rápidamente lo lancé hacia atrás y lo inmovilicé, ahora yo estaba encima.
-No lo dudes-. Dije, y me incliné para besarle. Me tumbé a su lado.
-Te quiero- susurró y me dio un beso en la frente. Yo lo abracé. Nos quedamos así largo rato.
-Deberíamos volver-. Dije levantándome.
-Tienes razón-. Se levantó él también y volvimos abrazados. Subimos a los tejados. Me sentía en una nube y no recordaba nada, ni lo de mis padres, ni lo de Natt, ni siquiera de la competición.
-Mira quién está aquí- dijo una voz a nuestras espaldas. Leo se dio la vuelta desenvainando sus katanas y poniéndose delante mía, en posición de ataque. Yo saqué la cuchilla de la coleta.
-No me estropees el día. ¿Quieres?- escupió Leo.
-Razón de más para molestaros, tortolitos- Replicó Karai con una sonrisa sobrecogedora.
-Déjalo, ¿Qué buscas?
-Sólo darle la enhorabuena a Aura por su victoria en la competición-. Dijo encogiéndose de hombros.
-Genial ya lo has hecho, ahora vete.
-¿Me echas tan pronto?- preguntó con una mueca que pretendía ser triste, Leo gruñó- Está bien, me voy, pero os dejaré un regalito, para que veáis que no soy mala-. Dicho esto, saltó del tejado y empezaron a salir ninjas de todas partes otra vez, Leo iba a atacar, pero lo detuve y nos teletransportamos a la alcantarilla antes de que ocurriera nada.
-¿Pero qué has hecho? Los habría vencido-. Refunfuña.
-¿Sin un buen motivo para hacerlo? No, me niego- el sonríe y me abraza.
-Gracias- me fijé en que no había nadie.
-¿Estarán todos durmiendo?- pregunté.
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Mi fanfic TMNT
FanfictionMientras vivía en Nueva York descubrí que mis padres desaparecieron en un accidente en España. En ese momento aparecieron también cuatro extraños personajes que me metieron en más de un lío, pero me ayudaron a poner en orden mi vida.