Una noche triste

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-Hola chicos- dije.

-Aura, ¿Qué haces aquí?- preguntó Donnie.

-¿Y Luna?- Dijo Raph

-Se fue de vuelta a España. ¿Puedo quedarme aquí esta noche?- me senté en el sofá.

-¿Porqué no?- contestó Donnie encogiéndose de hombros. Al poco rato apareció Leo.

-¿Aquí tan tarde?

-Y más aún, no quiero quedarme en el centro.

-¿Y donde se supone que vas a dormir, lista?

-Aquí mismo, listo-. Se sentó a mi lado y puso la televisión. “Está usted viendo Héroes del espacio” se oyó.

-¿Héroes del espacio?

-Es la mejor serie de televisión que hay-. Dijo con orgullo. A los dos minutos de comenzar, estaba riéndome como nunca.

-¡Es desternillante!- conseguí decir entre risas -No he visto una serie peor montada.

-¡No es una comedia! ¡Es ciencia ficción!- Gritó Leo

-Ya, ¡pero es malísima! ¡Da pena!- lo oí gruñir y me callé un poco, pero de vez en cuando soltaba una risita contenida. Terminó el programa y apagaron la televisión. Todo el mundo se fue a su cuarto menos Leo.- ¿Tú no te vas?- viendo que no me contestaba, me puse los cascos y los conecté al teléfono. No recuerdo en qué momento me dormí, la música me aturde, sobre todo la de mi país, pero me acuerdo perfectamente que me desperté por culpa de un gran golpe a lo lejos. Abrí los ojos, sentí que algo o alguien me rodeaba, miré. Un brazo verde estaba encima de mi regazo. Miré mi hombro, sobre él había una mano de tres dedos. Cuando me di cuenta, noté un poco de peso sobre mi cabeza, muy despacio, miré hacia arriba. Leo se había dormido a mi lado. “¿Se ha dormido encima mía? ¡Qué lindo!” otro ruido me hizo saltar y Leo se despertó.

-¡¡No estoy dormido!!

-¡Anda que no! ¿Te has quedado conmigo toda la noche?

-Te dormiste sobre mi hombro, no tuve más remedio- me sonrojé. Una nueva explosión nos hizo saltar a ambos.

-¿Qué fue eso?

-Ni idea.

-Ten-. Dijo dándome una de sus katanas -Será mejor que vayas armada-. Tomé la espada y nos dirigimos al lugar de donde procedían los ruidos. Salimos de la alcantarilla y seguimos el sonido, cuanto más cerca estábamos más preocupada me sentía.

-Tengo un mal presentimiento-. Dije. Después de unas cuantas vueltas por la ciudad, acabamos en mi centro. Salía humo por las ventanas-oh, no...- corrí hacia la puerta, que estaba tirada por los suelos, destrozada. Entré. Todos los cristales estaban hechos añicos, olía extraño, como la madera mohosa quemada. Un resplandor venía de la planta superior.

Mi fanfic TMNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora