El Renacer

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Jero la lavó y le puso un camisón, la colocó bien en la cama, la tapó y se sentó a su lado, tendría que esperar unas seis o siete horas hasta que renaciese, pero empezaba ya a notarse el cambio, su tez se tornaba más pálida y tersa, más bella, la tonalidad de su cabello era como si le hubieran prendido fuego, su rojo era muy intenso, su cuerpo ya sin vida humana se había tornado frio y duro. Él estaba mirándola tan hipnotizado por su gran belleza, que no oyó que llamaban a la puerta hasta que no empezaron a aporrearla, se levantó y abrió.

---¿Qué pasa, por qué me molestas ahora?---era Mirza.

---Señor, yo no quería, pero ha llegado un regalo---Jero lo miró como diciendo ¿y qué?---, es un regalo de parte de Eloísa, es horrible, tiene que bajar, Alexei y los otros ya están abajo esperándole, por favor sígame.

Miró a Selegna y luego a Mirza, le ordenó que llamase a Ares para no dejar sola a Selegna, se vistió y bajó a su despacho. Allí le esperaban todos los jefes de los clanes, todos estaban callados y horrorizados, encima de la mesa había una caja con el papel de regalo roto.

---Iba dirigida a ti pero como la enviaba Eloísa y tú estabas con Selegna, he decidido abrirla, supongo que cuando veas lo que hay dentro no te enfadarás---le dijo Alexei.

Jero se acercó a la caja, dentro habían dos cabezas, la del vampiro turco y la de la vampiresa inglesa, también dos corazones atravesados por dos puñales donde habían grabado las palabras, "Felicidad hasta la muerte", eran los espías enviados para sustituir a Mercè, se echó hacia atrás y miró a los otros.

---Mercè tenía razón, tenemos un espía---dijo Alexei mirando a los otros jefes.

---Quizá no, Eloísa es lista, quizá se lo olió---contestó Dima.

---No, Alexei tiene razón, ella lo sabía---dijo Jero---alguien la avisó de la marcha de Mercè y de la llegada de estos hombres, Hazan era un buen chico y lo quería como a un hermano pequeño, se ofreció para esta misión, yo lleno de orgullo accedí, yo lo mandé a la muerte, no conocí a la muchacha pero no merecían esta muerte indigna y traicionera, si Eloísa nos declara la guerra por mi parte la tendrá, vengaré la muerte de Hazan, mataré a esa zorra---los miró a todos con expresión dolida---. Tendremos que averiguar quién es el traidor antes de la lucha y luego pagará por su traición, sea quien sea, me da igual.

---Cuando atardezca quiero que todos partáis a mi castillo como quedemos que haríamos---dijo Dima.

---¿Pero qué haremos si el espía avisa a Eloísa y le dice hacia donde partimos?---dijo Pierre asustado.

---No os preocupéis, id a descansar. Alexei, Dima, Isis, Leonardo, podéis quedaros un momento---todos abandonaron la habitación menos los nombrados---. Dima confío totalmente en ti, has sido mí mentor, mí padre, sé que tú no eres de los que ansías poder porque ya lo tienes, Leonardo eres como mí hermano no desconfío de ti, Isis eres la faraona, nuestra reina, nuestra protectora, solo puedo sentir por ti un amor de hijo, se que siempre estarás de nuestra parte y tú Alexei después de todo lo que has pasado con Eloísa y ahora que estás con Mercè, no creo que estés con ellos, ahora decidme, ¿desconfiáis de alguien?.

---Jero eres como un hijo para mí, siempre me has seguido como el más fiel de mis hombres, que sepas que yo también te confiaría la vida---Jero y Dima se dieron un abrazo.

---Bueno, y si empezamos descartando los que creemos que no lo son---Leonardo lo dijo y luego sonrió.

---Yo descartaría a Pierre, él está muy asustado con todo esto, y a Jana, tampoco le llama el ansia de poder---habló Alexei.

Todos comenzaron a discutir---sí, Jana queda descartada---, Pierre, sí parecía muy asustado para ser un espía, Leonardo descartó a Nina argumentando que era como una hermana para Teresa, y así siguieron hasta que Dima dijo---estamos hablando de los jefes, pero y sus parejas, mira lo que ha pasado con Alexei y Eloísa---, todos callaron, lo pensaron y tenía razón, la cosa se complicaba, pasaron horas, decidieron que no irían a Moldavia, cambiarían el destino sin avisar a nadie, Leonardo tenía una fortificación cerca de los Alpes Suizos, se les pedirían los teléfonos y los portátiles a todos los que se desplazasen hasta los Alpes, luego Leonardo haría pinchar los teléfonos del castillo, todos pensaron que era una buena idea, alguien llamó a la puerta, Mirza, Ares que estaba con Selegna le había hecho llamar para que avisase a Jero, ella empezaba a volver, había que prepararla para su primera comida, Jero se disculpó y salió casi corriendo.

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