Capitulo 21

1.3K 115 5
                                    

Marinette:


Fernie sonrió ampliamente desafiando a su hermano.

El pequeño NIall estaba a salvo de las manos de su tío, Ashley lo cargó en brazos y lo metío a la casa junto a los demás.

-No creo que quieras empezar un escandalo ahora mismo-Dijo Fer-No delante de toda la familia. O al menos que mamá se entere.

-Estoy seguro de que no sé lo que quieres decir-dijo Adrien. La advertencia en su tono de voz era inconfundible.

-Vamos a ponerlo de esta manera. Tú eres el único miembro de la familia que estoy cien por cien segura que es un asesino ¿Tú cómplice? Félix.

Mire de reojo a Félix, este sonreía aceptando toda culpa.

Hubo un ruido sordo cuando un cuerpo cayó al suelo.

-¡Mamá Sole!-Abril gritó.

-Esta bien-dijo su abuelo Trevor cuando alcanzó a la abuela-Ella solo se desmayó-

Meme se persignó.

-No es verdad. Mi Adrien es un bu8en chico. Nunca haría daño-le dijo a su hija.

-Mierda-murmuró Félix.

-¡El vocabulario!-dijo su padre.

-A la mierda el vocabulario. ¡No me provoques Fernie!-volvió a gruñir Adrien a su hermana.

-¡Querida familia! Aquí mis propios hermanos-dijo Fernie levantando más la voz-Mataron a mi querido Boyd. ¿Recuerdas mamá cuando vine a tu casa llorando porque no sabía de él? Tenía días desaparecido mientras tus hijos lo torturaban.

-Boyd merecía morir. ¡Ese idiota solo estaba por conveniencia a ti! ¡Estando casado no conseguirá mantenerlo a salvo de mí! Sabía que lo iba a encontrar estando donde sea ¡Fernie no me importa lo que pienses, no me arrepiento!.

Adrien me soltó y se tensó más apretando sus puños.

Fernie tenía sus mejillas llenas de lágrimas pero aún con su mirada fija en su hermano.

Todos se dieron la vuelta y comenzaron a entrar a la casa.

-¡Perdiste hermanita!-sonrió Félix arrastrando a Lila junto a el.

Fernie se quedó en medio de la nieve como un ángel abandonado con su boca abierta y llena de impotencia.

-¿En serio mamá?-chilló, su aliento estaba haciendo grandes bocanadas blancas en el aire mientras hablaba-¿Él mata a mi marido, y todo lo que hacen es entrar en la casa como si nada?.

-Boyd era un bastardo vicioso-dijo Adrien.

-Sí Adrien no hubiera hecho, yo lo habría hecho-admitió su papá.

-¡Eres una porquería Adrien! ¡Esta familia es una mierda!-gritó Fernie.

-Nunca sabrás lo que me costó torturarlo-dijo Félix sarcástico.

-¿Es esta familia que tú deseas emparentar? ¿Por lo menos sabes quién es la familia Agreste?-Fernie se dirigió a mí.

-¡Ella lo sabe más que nadie!-contestó Félix.

-¿Le dijiste a ella?-el tió Carlos fritó.

Adrien giró al oír la voz ronca de su tío.

-Por supuesto que no. Pero no es como si los rumores no vuelan alrededor de nosotros. Y mi futura esposa es asunto mío-me miro furioso, como si esto fuera mi culpa.

-Bueno, demonios, ¿por qué no hacemos un anuncio en el periódico, si todo el mundo va a saber de los asuntos de todos modos? No era así cuando yo era joven-dijo Carlos.

Su madre de Adrien comenzó a llorar.

-Será mejor que no te conviertas en una carga para nosotros-me adviritió el tío Carlos.

Mi destino era así: morir en manos de algún miembro de la familia Agreste.

¿Qué diferencias hacía sí Félix, el tío Carlos, Adrien, o algún asesino a sueldo a matar?.

Yo estaría muerta sin importar lo que pase.

Sin embargo, algo estúpido en mi interior quería aferrarse a la pequeña esperanza que Adrien había extendido, que estaba preparado para la tarea de salvarme, que había algo en él que era bueno y decente.

Pero la realidad es, Adrien es un asesino.

-¡Carlos!-susurró Meme-Por supuesto que no va a ser una carga. Ella es la prometida de Adrien. Ella es de la familia. ¿Cómo puedes decir una cosa así?.

-No la conocemos. Adrien, es mejor mantener tu chica en línea.

-Si tienes un problema, inícialo con Fernie. Ella fue la que abrió su gran boca-gruñó Adrien-Y dejarás a Marinette fuera de esto. No estaba bromeando con todo lo que dije. Ella es mi preocupación.

-¿Me estas amenazando muchacho?.

Adrien se puso delante de mi, encarando a su tío.

Mis nervios se apoderaban de mi cuerpo.

-Tomalo como quieras. Pero a mi chica no le pondrás un dedo encima.

Adrien se giró de nuevo a mí, me tomó del brazo y comenzó hacerme caminar hasta la casa.

Toda su familia nos miraba mientras pasábamos.

Sus pasos eran largos en algunos escalones tropecé y casi me caigo.

A Adrien no le importó y más jalaba de mí.

Cuando llegamos a mi habitación el puso seguro.

Los gemelos Agreste © (+18). Adrinette, FelixnetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora