Capitulo 45

1.5K 103 50
                                    

Marinette;


Cuando abrí los ojos, escuché unos ligeros ronquidos a mi lado que hicieron sonrojarme y mirar a Félix con la cobija apretada contra su cuerpo desnudo mientras dormía boca abajo con su cabellera desordenada.

Recuerdos de la noche tórrida que pasamos llenaron mi mente, sintiéndome atrapada entre el deseo de más y el impulso de salir corriendo.

¿Pero que había estado pensando?.

Félix suspiró suavemente y abrío los ojos girandose boca arriba.

Miró a su alrededor y con el ceño fruncido preguntó.

-¿Estamos muertos?-con una ligera sonrisa.

-¡No!, como se te ocurre decir eso.

Besó mi frente y entrelazó nuestros dedos.

-No sabía que decir, la verdad.

-Bonita manera de dar los buenos días.

-¿Podríamos repetir lo de ayer? Creo que fueron dos o tres veces-dijo mientras sus dedos caminaban por mi brazo-pero ya estoy como nuevo dispuesto a todo.

Mi cara volvio a ponerse roja.

-¿Si sabes que hoy te toca médico?-cambie la conversación.

Félix puso los ojos en blanco haciendo una mueca

-¡No quiero ir! Te lo juro solo quiero estar en esta cama contigo ni siquiera puedo caminar.

-Tal vez te quiten la escayola-sonreí-Además necesito un baño y un café inmediatamente, para despejar las telarañas de mi cabeza que nublan mi buen juicio y provocan dolor gracias al tequila.

-¿Y después te parece un paseo romántico por el pueblo o algún otro lugar?.

-¿Y mi jardín? Nathaniel no se encuentra para ayudar.

-Hoy no habrá jardín pienso ser un caballero y llevarte a conocer el mundo de la forma que tu quieras conocer.

-Si habrá médico, tengo que ducharme.

Enrollada con la sabana en mi cuerpo salí de la cama casi corriendo directo al cuarto de baño.

¿Y ahora que?.

¿Fingía que no había pasado nada?.

¿Ahora que eramos? ¿Amigo-novio-secuestrador?.

Entré en la ducha dejando que el agua cayera por encima y se llevara mis estúpidas preocupaciones por el momento.

¿Como podía ser tan irresponsable?.

Pero cuando abrí la puerta, Félix me recibío con una sonrisa.

-Si no tuviera esta escayola me habría reunido contigo-dijo.

Cerré los ojos por un instante.

-Tenemos que irnos tu cita es en cuarenta minutos. Por cierto ¿estás bien?-señalé su costado-¿No se rompío nada de nuevo?.

-No más que antes. ¿Cómo estás tú?.

-Estoy bien. Pero tú más vale que te vista porque tenemos que irnos.

El se apartó.

-Tengo una idea mejor-se movío rápidamente para ser un hombre supuestamente incapacitado. Agarrando mi cintura para intentar quitar mi toalla-Volvamos a la cama.

-No deberíamos.

-Estoy de acuerdo.

-¿Estás de acuerdo?-pregunté sorprendida.

Los gemelos Agreste © (+18). Adrinette, FelixnetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora