Capitulo 3

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9:00 am, Sarada se encontraba en su oficina preparando todo lo necesario para la junta que tenían con los nuevos clientes, por lo que le había comentado su padre el cliente en cuestión mandaría a un representante para encargarse de todo lo referente al asunto, debido a que el señor Naruto Uzumaki tuvo que viajar por asuntos de negocios.

Según tenia entendido el señor y la señora Uzumaki eran dueños de una empresa de modas en Odaiba; debido a un problema con el anterior proveedor de telas decidieron asociarse con la empresa de su padre.

Terminó de organizar las carpetas de información de cada tipo de tela entre otras y se encamino a la sala de juntas donde estaría su padre, el jefe de producción de la empresa Iwabe Yuino y el representante de su cliente.

Camino por los pasillos del edificio decorado en tonos cremas y cafés; pronto estuvo frente a la puerta corrediza de la sala de juntas, la deslizo y se adentro al lugar; al cerrar la puerta y darse la vuelta se llevo lo que ella calificaría como una desagradable sorpresa, ¿qué hacia el ebrio desagradable ahí?

El rubio que se encontraba de pie con las manos en los bolsillos de sus pantalones de tela grises, al igual que la pelinegra se llevo una sorpresa, la vio de pies a cabeza con una sonrisa ladina en el rostro, luego le dedico una mirada fría y gélida.

Sarada se quedo estática por unos segundos con evidente sorpresa hasta que la voz de su padre la hizo reaccionar. 

—  Sarada haz llegado a tiempo, ven — La tomo de la mano y la guió frente al hombre de cabellos rubios y una chica de cabellos azulados.

Ellos son los hijos de mi cliente y amigo, Boruto y Himawari Uzumaki — Los presento — Desde ahora vamos a entendernos con ellos.

Ella es mi hija Sarada, mi asistente y mano derecha.

El Uzumaki dio un paso hacia  adelante y estrecho la mano de la pelinegra y ella no tuvo más remedio que corresponder al saludo.

Un gusto señorita — Dijo con una sonrisa que a Sarada le pareció hipócrita.

 Igualmente — Después del saludo y choque de miradas, Sarada se dirigió a la peliazul al lado del rubio, para saludarla.

— Mucho gusto — Dijo Himawari estrechando la mano de Sarada con una sonrisa cálida.

El gusto es mío — Respondió. 

Bien, procedamos con lo que nos interesa — Animo Sasuke mientras se sentaba e invitaba a los demás a seguirle señalando las cómodas sillas acolchonadas con la mano. 

Tras ultimar detalles como el color, cantidad y tipos de telas que necesitaban los Uzumaki concluyeron fijando la fecha de entrega dando por terminada la junta.

Bien, eso seria todo por el momento — Dijo el Uchiha con voz tranquila.

Por supuesto, señor Sasuke, si no le molesta quisiera conocer las instalaciones de su empresa, a llamado bastante mi atención desde que entre la manera tan profesional e impecable de trabajar de sus empleados.  

Tras las palabras de Boruto Sasuke se puso en pie y los demás le siguieron.

Yo también estoy curiosa por conocerla, me gustaría conocer la manera en que se fabrican las telas — Apoyo Himawari.

Enamorándome del Enemigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora