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Doncaster, Inglaterra.

Diciembre 24, 2010.

Jay no paraba de dar pasos turbados por toda la sala de espera, Mark había tratado de calmarla unas cuántas veces pero no había caso. Ni él estaba sereno, nadie le daba respuesta alguna y moría por entrar al cuarto y saber qué era lo que estaba ocurriendo con su hijo.

De un instante a otro, gritos se oyeron dentro de la sala donde Louis estaba y de inmediato salieron con el joven sobre una camilla.

Anne y Harry caminaban por ahí cerca yendo en busca de los padres de su mejor amigo y el menor no pudo evitar exaltarse por el griterío y por ver a su amor en aquella camilla, con miles de doctores encima y dando pequeños saltos.

"¡Está teniendo convulsiones, debemos llevarlo lo más rápido posible a terapia intensiva!" Harry se soltó con brusquedad del agarre de su madre y abriéndose paso como pudo, tomó la mano de su ''amado sin corresponder''. No tenía la menor idea de qué estaba ocurriendo pero a sus adentros, rogaba con todas las fuerzas que él saliera de allí pronto.

Los sollozos de la madre del castaño comenzaron a hacerse más notorios cuando le prohibieron la entrada a terapia, ella sólo necesitaba a su niño, quería tenerlo en brazos como cuando más pequeño, abrazarlo y no soltarlo jamás, decirle cuánto lo amaba y que era uno de sus tesoros más preciados. Los adultos mayores la consolaban mientras Harry estaba sentado en una de las tantas sillas de la sala de emergencias, cabizbajo y pisando las puntas de sus zapatillas, pensando en Louis y razonando por él: si Jay y Mark estaban así, algo grave le había sucedido.

Tal vez tendría que haberle recordado a Louis cuánto lo quería, desearle un hermoso cumpleaños desde el comienzo del día, hacer que se sienta más especial de lo que ya es, recordarle buenos momentos juntos... Tal vez, tendría que haber hecho hasta lo imposible para que no se fuera, pensó el de rulos con la mirada perdida en el suelo y una expresión de tristeza en su rostro.

"Es mi culpa." Soltó, aún sin levantar la vista de donde la tenía. Anne se puso a su altura como dándole a entender que le explicara porqué había dicho eso. "Si yo tal vez le hubiese rogado a Louis por que se quedara en casa en su cumpleaños, tal vez él no estaría acá." Lloró otra vez, toda ésta situación lo superaba de sobremanera. Ayer era rechazado por el mismo chico que hoy (tal vez) en éstos momentos estaba luchando por su vida. Los brazos de su madre lo contuvieron como lo hicieron durante toda su vida, escondió el rostro en el pecho de su progenitora y descansó ahí un largo rato hasta quedarse dormido.

{...}

"No tenemos un pronóstico pleno del estado de salud de Louis aún, el sufrió un fuerte golpe en la cabeza que al parecer afectó parte de su hemisferio izquierdo pero tranquilos, no queremos alarmarlos, todavía no estamos seguros. El golpe vino acompañado de un cuadro severo de hipotermia, el hombre que lo trajo hasta aquí dijo que él estaba casi inconsciente cuando lo encontró tratando de salir del estanque congelado de Emfield." Harry despertó de su corta siesta al escuchar una desconocida voz, dar información sobre su amado. Ahora todos estaban allí, incluido el pequeño Henry que descansaba en los brazos de su madre. Caminó con lentitud hasta Anne, tomándola de la mano y oyendo las palabras del médico. "El lado positivo es que se encuentra estable, las convulsiones fueron debido a la fiebre elevada pero pronto estará en la habitación y quedará en revisión depende lo que dicten. Les reitero, no es el veredicto final, el estado de Louis puede variar, pero sólo quería transmitirles algo de calma. Cuando lo transfieran de sala, sabremos en qué situación está." Después de haber oído todo, el joven de rulos fenicio el ceño y se sentó a pensar, ¿entonces qué era lo que en realidad había sucedido con Louis? Él sabía que sus amigos no eran buena gente, entonces, si él estaba con ellos, ¿eso quería decir que lo habían abandonado justo cuando más los necesitaba?

Life (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora