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Doncaster, Inglaterra.

21 de marzo, 2011.

"¡Sólo camina hacia aquí, Lou!" Demandó el ojiverde a lo que el contrario le hacía muecas.

Cuando llegaron a la cima de una pequeña colina que había en el campo, se sentaron juntos a observar el amanecer.

La familia Styles, para felicidad de Harry, había tenido que abandonar Holmes Chapel debido a que el ciclo de trabajo de su padre ya había culminado y volvería a comenzar nueva y definitivamente en Doncaster.

Luego del accidente, Louis y Harry se habían tornado inseparables. Casi como lo fueron durante su hermosa infancia.

Ya no había Hannah's de por medio y el ruliento podía tener a su amigo sólo para él.

"¿Qué sucedería si te arrojo de aquí arriba?" Preguntó Harry entusiasmado mientras medía la altura de aquél gran montículo de tierra.

Louis lo observó indignado y prosiguió a indicarle con sus manos y algún que otro balbuceo.

"¿Qué sucedería si te arrojo a ti?" Sonrió con astucia para dedicarle un guiño.

"¿Qué sucedería si nos arrojamos los dos?" En realidad no esperó respuesta alguna de su compañero que ya se encontraban los dos, rodando colina abajo y ensuciando sus ropas con tierra.

Louis se levantó furioso del suelo y, aunque no podía, sentía ganas de gritarle una y mil veces a Harry que lo odiaba demasiado hasta que lo vio allí, tan risueño y pequeño; parecía un infante y sus carcajadas eran similares a las de un coro de ángeles.

"¡Eso fue muy divertido, Lou! ¡Deberíamos intentarlo nuevamente!" Alentó al castaño tratando de arrastrarlo hacia arriba por segunda vez.

El ojiazul se soltó del agarre de su amigo y lo abrazó, queriendo no poder soltarlo jamás.

"Lou, estás.." Quiso interrogar pero el castaño no lo dejó ni respirar.

"Te quiero" Le dijo Louis al culminar con el abrazo. Le entregó una sonrisa sincera y cargada de cariño.

Harry lo miró extrañado, su compañero era la persona menos demostrativa sobre la faz de la tierra.

"¡Y yo a ti! ¡Eres el mejor amigo del mundo!" Lo abrazó nuevamente y Louis se separó con rapidez de él, haciéndole señas para que dejara de chillar porque sino despertaría a todo el mundo.

Ese mismo día por la tarde, dos amigos de los dos jóvenes habían pedido por el reencuentro.

"Por favor, Lou, será fabuloso volver a ver a los chicos" Insistió por décima vez el menor de los dos.

"Ellos no querrán verme porque soy un maldito mudo"  Señaló con rapidez y desgano para arrojarse a la cama y quedarse tendido allí.

Harry estaba enojado. Quería abalanzarse sobre Louis y maldecirlo en mil idiomas pero a la vez quería arrojarse sobre él solamente para decirle que todo estaba bien y que lo querrían de todos modos pero como se trataba de Harry, solo lloró de frustración a un lado de la cama. 

El castaño oyó los sollozos del más joven y se levantó enseguida, hizo fuerzas y lo subió al colchón con él para abrazarlo.

"Lou, a nadie le interesa si eres sordo, mudo, tuerto o alguna otra cosa... De todos modos te queremos o al menos por mi parte, yo te quiero tal como eres".  Le sonrió comprensivamente. Estaba dispuesto a apoyar a Louis por el resto de su vida por más de que le costara su propio ánimo.

"Me alegra poder tenerte, Harry".

Tiempo más tarde, los dos estaban caminando por el centro de la ciudad, la noche había caído con lentitud. La brisa primaveral se hacía sentir y Harry aspiraba con fuerzas cada vez que pasaban junto a un jardín, Louis sonreía al verlo.

Todo marchaba bien.

Llegaron al muy bien iluminado skatepark donde divisaron a sus amigos rápidamente, los tres se encontraban riendo fuertemente.

El de rizos corrió al encuentro con ellos donde todos lo saludaron efusivamente. Un tímido Louis observaba la situación desde lejos.

"¡Vamos, Lou! ¡Ven aquí!" Gritó Harry mientras le sonreía a lo que el castaño caminó hasta él con la cabeza gacha y las manos en sus bolsillos.

"¡Ya estábamos extrañándote acá!" Dijo Niall con su boca llena de comida para tirarse encima de Louis y así rodearlo con sus brazos. Acto seguido todos copiaron la acción de Niall y comenzaron a hablar entre ellos.

Ey, miren quién ha venido a visitar! ¡Es el mudito Tomlinson!" Alexander apareció en escena y Louis al oír sus palabras frunció el ceño. Sus amigos saltaron en su defensa y el chico del insulto se alejó rápidamente dando algunas risotadas.

"Te dije que venir era una mala idea". Le indicó Louis a Harry para levantarse y comenzar a caminar.

"Quedate, Louis". El castaño negó y el de orbes verdes lo tomó de la mano, impidiendo que siga avanzando. "Hazlo por mí". Dijo con la voz lenta y suave. "Por favor".

Louis se sintió muy culpable y asintió para volver a caminar donde sus amigos estaban, el rizado le agradeció con una sonrisa ladeada. Sabía que Harry dedicaba su tiempo y prácticamente su vida para ayudarlo y hacerlo sentir mejor y él sólo le causaba tristeza o malestar.

Se sentía mal, horrible con él mismo y con su entorno. Para él, él ya no era una persona sino que había pasado a convertirse en un problema.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2017 ⏰

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Life (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora