#32 De alta, y a casa.

1.5K 100 9
                                    

Por la noche, espere a que se durmiera para poder esconder en lo profundo de la mochila, las cosas que Emily me había dado.

A la mañana siguiente.. Lo primero que hice al abrir los ojos, fue ver el perfecto rostro de Embry frente a mi, durmiendo tranquilamente.
No se como pudimos dormir así, ambos en la pequeña cama, y por más que me resistí a dormir en el sofá él terminó ganando, como siempre.

Acomode su cabeza sobre la almohada y fui a lavarme la cara y los dientes al baño, sintiéndome feliz una vez más. Comencé a cantar una canción que no conocía, tal vez la había escuchado en la radio alguna vez.. Pero era pegadiza. Al volver, el doctor estaba en la habitación, mirando una vez más la tablilla.

-Ha mejorado en su totalidad, me sorprende lo fuerte que es este muchacho.- sonrió en mi dirección.- Tuvo demasiada suerte..

-Así es, doctor.- asentí colocándome a un lado de la camilla.

-En unas horas vendré, si esta despierto le haré unos estudios más, y si todo esta en orden, quizás podamos darle de alta. - anotó algo en una libreta que luego guardo en su bolsillo.- Por lo tanto puedes ir a desayunar, y yo mandaré a preparar algo sano para él.- asentí dándole las gracias.

Escribí una nota en un pedazo de papel que encontre, y la deje a un lado de él. Hoy no iba a comer porquerías.. de desayuno tenía demasiadas ganas de comer pizza, mucha pizza. Compre cuatro pedazos y una limonada, me senté en una mesa a comer.. Cada mordisco sabía diferente, era la misma gloria. No sé porqué, pero luego de haberme devorado todo me sentía feliz, están calmada, tranquilo, sin preocupaciones. La pizza, la buena pizza.. Siempre lo calma todo. ¿Y ahora?.. Ya no sabía que hacer, estaba demasiado aburrida y eso que apenas me levantó.

-Quiero manzana.- solté de golpe.

Esto es raro.

-O mejor.. ¿Mango?, no, no, Uva.- me paré dispuesta a ir por ella, pero ahora quería otra cosa.- ¡Piña!- se me hizo agua la boca.

Compré una pequeña bandeja de piña picada, y una ensalada de frutas. Luego, me senté de forma india a los pies de la cama de Embry, mientras metía un trozo de la fruta a mi boca, mirándolo dormir. Se veía diferente.. o la diferente soy yo, el sabor de aquella cosa se me hizo amargo al principio pero después cada trozo era mejor, la cosa se estaba prendiendo.

-Definitivamente, me casaré con una piña..- Murmuré mirando un pedazo en mis dedos.

-Que feo es saber que me cambias por una fruta.- Sonreí acostandome a su lado. Dándole en la boca un pedacito pequeño. Era mía.

-¿Como te sientes?- bese su frente.

-Como nuevo, quiero irme ya..- se acurrucó a mi lado.-¿Qué tal tu? Te noto diferente, nena.-

De pronto, lo de la noche anterior recorrió mi cabeza como una nube, pruebas, embarazo, bebé, no.. No es que no lo deseara, me encantaría, pero no es el momento. Y ojalá no lo este. Forcé una sonrisa.

-Estoy bien, me levanté con un hambre de muerte.- le pase la ensalada de frutas.- Ya se me ha pasado.

Estuvimos hablando de cosas triviales casi toda la mañana, Embry discutía por escaparse del hospital intentando convencerme de que esta bien. A lo que me opuse rotundamente, claro que no iba a hacer tremenda cosa, ni aunque estuviera drogada lo dejaría. Cuando fue al baño aproveche a tirar las cosas de las frutas y a avisarle a una enfermera de la recepción que ya había despertado para que el doctor fuera a revisarlo.

Finalmente después de muchas pruebas decidieron que ya se había curado completamente y que tenía la fuerza suficiente como para irse a casa, firmó unos papeles en recepción antes de irse a cambiar a la habitación. También le dieron un frasco con algunas vitaminas por si llegaba a notarlo pálido o débil.
Jared nos vino a recoger de favor dejándonos en casa.
En el viaje lo veía bien, estaba ansioso por poder estirar las patas un vez más, por poder jugarles carreras a Leah y Paul.
Abrí la puerta nerviosa, todavía no le había dicho lo del cachorro.

Junto A Tí, Siempre (I) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora