Loba Boreal

Capítulo 9

No podía permitirle que llegase más lejos, no le podía dar el arma para que acabase de destruirme.

Byron era un estúpido, sí, pero sabía qué hacer exactamente para dejarme la mente en blanco y que solo pensara en él.

Seguí caminando y no podía ir hacia mi casa, mi abuela se daría cuenta. Así que tomé rumbo al bosque y me adentré en él. Al llegar a una explanada me tumbé y me quedé mirando las estrellas y pensando en todo lo que acababa de pasar. De pronto una lágrima escapó y rodó por mi rostro hasta caer.   

"Ding"

Miré mi teléfono.

Número desconocido:

"¡¡Hola morenita perdida!!"

Era el chico del bosque. 

Amira:

"¡¡Hola oji-verde!! muchísimas gracias por ayudarme a volver a casa"

Brody:

"No tienes porque darlas linda. A ver cuando nos volvemos a ver;) "

Amira:

"No lo se, cuando pueda te aviso;)  pero no me secuestres eh"

Brody:

"Sólo si tú me lo pides morenita;) "

Al leer el último mensaje apagué el móvil y continué mirando las estrellas.

¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

Me preguntaba una y otra vez e intentando responderme, aunque sin éxito.

Ni siquiera me había transformado por primera vez y ya soy una rechaza, a la que el alfa no deja tranquila.

Él tiene a sus falderas, ¿por qué tiene que hacer esas cosas que me confunden?

BYRON

Llevaba tiempo queriendo volver a sentir el roce de sus labios en los míos, y cuando por fin casi lo consigo, cuando todo era casi perfecto... Me frena, me ha negado... ¿Será que aún no se ha olvidado de lo que le hice?

¡Joder! Fui un maldito gilipollas al hacerle eso... Y soy un estúpido cobarde al no ser capaz de disculparme con ella y decirle lo que siento.

Además, mi padre ya le prometió al Sr. Moore que me casaría con su hija para que no sea expulsada de la manada. Los Moore son una de las familias más prestigiosas de la manada después de la mía.

Mi padre también sabe de mis sentimientos hacia Amira, y por eso no va a dejar que ella interfiera en su promesa.

La vi correr hacia el bosque y escuché que alguien me llamaba desde dentro de la casa. Mi padre. Decidí no ir tras ella ya que mi padre me había ordenado volver a la casa.

Al entrar Kendra seguía con esa estúpida sonrisa triunfante hacia las demás lobas rechazadas, al mirarme la cambió por completo y me sonrió coqueta. Le devolví la sonrisa.

-Bien hijo, ¿a quién vas a escoger para que sea tu esposa y futura Luna de la manada? -preguntó en un tono de voz satisfactorio.

"Sabes que a quién yo elegiría no está en esta sala y aún así ¿me preguntas?"

Le pregunté mentalmente.

"Hijo Amira no es nada, no es nadie. Ella te puede ofrecer un futuro con el que Amira sólo podría soñar. Además, ya lo he prometido."

Respondió severo.

-Padre deseo que mi esposa y futura luna de la manada sea Kendra Moore -dije en tono cansado.

Las demás salieron rápido de la sala y Kendra daba saltitos de alegría.

Se me acercó, me abrazó por el cuello y me besó. Kendra no besaba mal, ella y yo teníamos algo, no era nada serio, simplemente cuando teníamos ganas nos veíamos para quitarnoslas. Así que la respondí el beso bajando mis manos hasta la parte mas baja de su espalda. Ella introdujo su lengua en mi boca y la mía también se unió al pequeño baile que se estaba llevando a cabo. Pero nada. No había nada... Ni esa chispa en mi estómago, ni el pulso acelerado,... Nada.

-Algo me dice que vamos a ser muy felices juntos- dijo suavemente acercándose a mi oído.