Ryder accedió a que yo desenvolupara ambos papeles en la misión y agradecí que no se opusiera a ello.
Pronto llegó el tercer miembro de la misión. Era un tipo alto y musculado, facciones duras y mirada fría y calculadora...
-¿Y Scott?- preguntó nada más entrar al despacho.
-Buenas noches a ti también, James...- dijo Ryder.
El tal James sonrió con suficiencia y esperó la respuesta de su pregunta.
-¿Hace falta que responda?- contestó Ryder con fastidio- Está fiambre, cadáver, caput, la ha palmado...- empezó a enumerar las diferentes maneras que había de decir que había muerto.
-Me queda claro- dijo el hombre- Nos falta un miembro...
-No- contestamos Ryder y yo al unísono, para después mirarnos molestos por hablar al mismo tiempo que el otro.
-No me digas que, el nuevo juguete de tu padre, llevará a cabo dos papeles en la misión...- dijo James incrédulo.
-Eh, alto ahí, cielito... Que quede claro que no soy el puto juguete de nadie- apunté con el índice de manera amenazadora.
-Guarda las garras gatita... Estamos del mismo bando- rugió James.
-Si, por desgracia es así...- contraataque.
James iba a responder pero Ryder le interrumpió, levantando una de sus manos y haciéndole callar.
-Haced el favor de centraros en la jodida misión... ¿Tan difícil es?- dijo Ryder notablemente enfadado.
Callé ante aquello sin mucho ánimo de discutir y Ryder empezó a explicar cómo se llevaría a cabo la misión.
(...)
-Entonces es el momento en el que tú, querida mía, entras en escena...- empezó a decir Ryder para explicar mis dos papeles en la misión- Después de que James y yo te cubramos la espalda hasta el despacho del director del casino, tú entraras a cojer el dinero de la caja fuerte, con un código que le sonsacaras a punta de pistola... Pan comido.
-¿Os debe dinero?- pregunté.
-No te imaginas cuánto... Su casino no es el mejor de de Los Ángeles gracias al sudor de su frente y a su trabajo duro... Es un estafador en toda regla, pero a nosotros no nos toma el pelo nadie, ¿Entiendes?
Asentí y no pregunté nada más. Cuando Ryder acabó de explicarnos la misión decidimos que ya era hora de ponernos en marcha y bajar a la planta subterránea que era donde se guardaba el armamento y los vehículos.
Estaba a punto de salir por la puerta del despacho cuando sentí una mano enrrollarse a mi muñeca.
Volteé para encarar a Ryder que me miraba de una manera muy extraña y tiré de mi brazo mirándole amenazadora.
-Que sea la última vez que me tocas...- escupí como si fuera veneno.
-Alexa... Tu parte de la misión es la más difícil... Pero supongo que ya te habías dado cuenta ¿No es así?- dijo ignorando mi advertencia.
Me crucé de brazos y asentí sabiendo que lo que decía era cierto.
-¿No me ves capacitada para hacerlo? He sobrevivido a cosas peores... Podré con ésto.
-No dudo de lo que dices... Solo quiero que tengas cuidado y seas cauta.
-¿Ahora te preocupas por mí? Venga ya... Ryder hazme un favor y pierdete... Si me encuentro en esta situación ahora mismo es por tu puta culpa y la de tu querido papá... Así que no me vengas ahora con tonterías que bastante tengo en la cabeza- dicho eso me di la vuelta dejándole con la palabra en la boca y me fui de ahí en dirección al ascensor.
Escuché los pasos de Ryder detrás de mí y entramos con James en el ascensor, los tres en silencio.
Acaricié el anillo que llevaba en mi dedo índice y inspiré con tranquilidad intentando mentalizarme para todo aquello.
Pronto llegamos al subterráneo y nada más entrar unas luces automáticas iluminaron el lugar.
Vi las paredes llenas de soportes con metralletas, pistolas, revólveres y todo tipo de armas que conocía a la perfección... En el centro del lugar se encontraban por lo menos diez o quince coches, todos cuarto por cuatro, tracción de cuatro ruedas y escudería blindada a prueba de balas... El color negro destacaba en el lugar y sonreí nada más ver el sitio... Era el paraíso, todo lo que una sicaria podría imaginar.
Vi como James y Ryder se dirigían hasta las paredes del fondo, hacia las armas. Así que hice lo propio y les seguí.
-Escoje la que quieras- dijo Ryder algo seco.
Vi como James solo cogía armas de corto alcance y me crucé de brazos a mirar la mayor estupidez que había visto nunca...
-¿Me quieres cubrir las espaldas con un arma de corto alcance? ¿Me vas a cubrir las espaldas con un puto revolver? Debes estar de broma... Me puedo dar por muerta- hablé mientras me decidía por dos pistolas, de medio alcance y un pequeño revólver por si me hacía falta.
Ryder río levemente y me miró mientras colocaba las dos pistolas en las cartucheras y el revólver dentro de la cazadora, en un pequeño espacio entre el forro interior y el exterior.
-Deja toda esa mierda James... Coje dos rifles y una pistola o dos... Parece que seas principiante, joder...
James nos miró con furia a ambos, pero sabía que no podía decir nada porque Ryder era el hijo del jefe... Y en cuanto parpadease podría estar muerto.
Cuando acabamos nos dirigimos a uno de esos grandes coches, no dudé mucho antes de dirigirme a la puerta del piloto.
-¿Qué crees que haces?- preguntó Ryder con las cejas alzadas y una sonrisa irónica en el rostro.
-Yo conduzco.
-Alexa...- advirtió él con tono amenazador.
-Pequeño Ry...- advertí de la misma manera.
-Dejate de tonterías y mete tu culo en el coche, ¿Quieres?, Además... Las llaves las tengo yo- dijo mientras hacía girar la llave del vehículo en su dedo índice.
Extendí la mano pidiendo las llaves y Ryder rio para después pasar por mi lado y chocar los cinco en mi mano extendida.
Se subió al asiento del piloto y sacó la cabeza por la ventana para mirar en mi dirección.
-Superalo, conduzco yo...- dijo burlón.
Bufé molesta y rodeé el coche para ponerme en el asiento del copiloto, sabiendo que James ya había ocupado los asientos traseros.
Cerré la puerta de un portazo y mire a Ryder molesta, éste rio divertido mientras arrancaba el coche.
Pronto salimos de aquel párking y Ryder condujo a rápida velocidad hasta el casino situado en la segunda calle de la quinta avenida de Los Ángeles.
Aparcó en la acera de en frente y todos nos miramos entre nosotros...
-¿Estáis listos?- preguntó Ryder.
-Más que eso- dije segura de mis palabras.
-¿James?- preguntó Ryder.
-Espero no palmarla...- susurró éste con disgusto.
Reí interiormente y bajamos del coche para después encaminarnos a las puertas del casino, las cuales estaban custodiadas por dos gorilas con cara de pocos amigos...

ESTÁS LEYENDO
Alexa
Novela Juvenil"El amor te mata en este negocio, esa mierda no tiene cabida en esto, no puede traerte nada bueno..." Y de esta manera Alexa rompió la única regla que seguía y cayó de lleno en aquello en lo que nunca creyó.