Actor de primera
—¿Qué lugar tienes en mente?
Para mañana estaba pronosticado sol y ambos queríamos aprovechar la ocasión para salir.
—Estaba pensando en el parque acuático que está a unas cuantas horas de aquí.
—Mis papás no van a dejarme.
—Puedo tratar de convencerlos—Sin verte, sabía que estabas esbozando una sonrisa traviesa.
—Inténtalo, pero es imposible.
—Para mi nada es imposible.
—Te espero para la cena—Sonreí ilusionada.
—Te veo al rato, bonita—Colgaste.
Una hora antes me metí a la ducha y me quedé un buen rato mientras dejaba que el agua tibia limpiara mi cuerpo. Al salir me puse un vestido blanco y floreado que había comprado pensando en que te gustaría; me maquillé muy poco, un labial rojo y máscara de pestañas.
Durante la cena te comportaste tan educado y correcto que mis padres no fueron capaces de decir que no cuando les propusimos sobre nuestro viaje. Mamá estaba encantada con el ramo de flores que le habías llevado y papá no pudo ponerse más contento con el vino añejo que le regalaste.
Después de que todos terminamos, ayudaste a mi madre fregando los trastes mientras yo los secaba y acomodaba. Todo parecía un sueño hecho realidad.
Los cuatro nos sentamos a la sala mientras papá fumaba un cigarro y mamá se dejaba caer en el sofá, cansada por las tareas diarias.
—Ahora vienen las preguntas de rigor, Aiden—Bromeó papá.
La incomodidad fue evidente en tu rostro, pero al parecer yo fui la única que lo notó.
—No creo que sea necesario—Interrumpí.
—Está bien—Colocaste tu mano sobre la mía para transmitirme tu confianza.
Papá te pregunto sobre tu familia, tus tareas diarias y tus gustos musicales.
—En lo personal, la música de ahora me parece denigrante—Encogiste los hombros—Prefiero los clásicos.
—¿Qué me dices de Radiohead?
—Una gran banda, mi favorita.
—Lottie, no pudiste haber elegido mejor.
Entonces mi papá abrió la botella de vino mientras en el estéreo se reproducía todo el playlist de Radiohead. Mis padres te habían aceptado, te dieron su confianza y tú lo pasaste por alto.
