Best Seller's

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La fiesta, la tan esperada fiesta se hacía presente, Atsushi seguía nervioso, no había comentado nada en todo el trayecto, sentía que aquel anillo de bodas se le salía por tanto nervio o el hecho de llevar tanta ropa elegante encima lo estaba sofocando, no sabía... Peor fue su reacción al ver el lugar, el salón más lujoso de todo Yokohama se hizo presente, cientos de personas reunidas, desde gente que iba por chisme, hasta paparazzis, otros inversionistas bajaban de sus autos mientras se acercaban a la entrada

- El chico de allí tomara él auto – decía Akutagawa señalando con la mirada – será mejor que te relajes, nos bajaremos para que él tome el auto

- En-Entiendo – dijo Atsushi respirando profundo

- Todo estará bien, Dazai-san ya debe estar adentro

- S-si – respondió el albino para volver a respirar

No se había sentido nervioso, no hasta que vio al pelinegro arreglado, logro bajar tranquilo de aquel auto y obviamente los paparazzies se fueron a millones de fotos al ver a alguien bajar del auto del pelinegro, las fotografías aumentaron cuando el pelinegro se emparejo al chico y le tomo de la cintura para caminar juntos, Atsushi quedaría aturdido después de tanto flash pasar por sus ojos. Entraron a la fiesta, los invitados murmuraban al verlos entrar juntos en aquel agarre

- Lo siento, abrí un poco mi boca – dijo Scott llegando a ellos

- Me doy cuenta – dijo Akutagawa

- Pero mira que cambio – dijo Scott mirando al albino – que te quedan los trajes

- Gra-Gracias – respondió Atsushi abrumado

- Bueno, les dejaré explicar algunas cosas a los invitados, yo seguiré mis platicas, espero encontrarlos pronto – dijo Scott retirándose y Atsushi volvió a respirar

- Jinko ¿sigues nervioso?

- No tanto, lo peor ya paso ¿no?

- Quizá

- ¿quizás?

Si, quizás, ya que en cuanto habían llegado más profundo en el salón muchos inversionistas y empresarios llegaron al pelinegro, querían saber del albino y que tan verdad era aquello, Atsushi tuvo que sonreír bastante ante personas extrañas, les conocía, había leído de ellos pero solo estaban interesados en caerle bien al pelinegro y tener buenas inversiones, otro escándalo se hizo cuando llego Dazai, el otro soltero del momento, si, había llegado solo y llego a Akutagawa y Atsushi, aquel espacio para todos en la fiesta era como una oportunidad inigualable de cualquiera de ellos y se acumularon como ratas buscando su presa y la hallaron cuando Atsushi se alejó de Akutagawa y Dazai para ir por agua

- Akutagawa-san – le llamaron mientras tomaban su hombro

- ¿eh? – se sonrojo Atsushi – ah ¿sí? – dijo apenado

- Ustedes se ven muy felices – dijo aquel chico – no imagine que Akutagawa-senpai se casará

- S-si, me sorprendí igual cuando me lo pidió

- Akutagawa-san – llego ahora una chica - ¿Qué tal le va?

- Akutagawa-san – llego un tercer chico

De repente Atsushi se vio rodeado de mucha gente que le llamaba "Akutagawa" estaba abrumado, toda las personas se habían acercado a él de la nada y el albino solo quería un vaso de agua

¿Te amaré? - AkuAtsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora