¿Te amaré? - AkuAtsu

Lección 2: necesitas escuchar

Akutagawa daba vueltas en el consultorio de su doctor, Mikan solo reía por verlo

- Entonces esa es la historia de su boda rápida – dijo Mikan

- No te burles, estoy algo molesto, es cierto que fue rápido, ni siquiera le di un anillo ¿acaso eso es importante?

- Ok, pasaremos al paso dos - dijo Mikan sonriente

- ¿Cuál es el paso dos?

- Tienes la tarde libre ¿no?

- Si – se cruzó de brazos – había librado mi día para pasar más tiempo con Jinko

- Bueno, ahora aprenderás más – Mikan escribía de nuevo en un papel – mira estas películas antes de ir por él, estoy seguro que entenderás un poco más del amor, las elegí conforme a lo que pasa entre ustedes

- ¿Romance de nuevo?

- Y comedia ¿Te está saliendo bien o no tu tratamiento?

- De verdad... ¿Por qué te escucho?

- Repito, porque soy el mejor

Akutagawa entraba a su mansión, dejo el maletín a un lado y fue a su sala de audiovisuales, allí tenía una pantalla grande para sus negocios, hoy la usaría para ver películas... empezando con "The proposal", siguiendo con "Life as We Know it" y terminando con "What Happens in Vegas"

El pelinegro reflexiono con la primera película, el comprometer a alguien a la fuerza sin conocer su pasado puede traer daños colaterales, la convivencia siendo uno mismo hace que las personas aprendan de la otra, una persona puede ser muy trabajador y sencillo pero tenerlo todo, las mentiras sobre matrimonios no traen nada bueno y también... el amor puede llegar de la nada.

Akutagawa tuvo sentimientos encontrados con la segunda película, ser obligado a tener una responsabilidad como una vida que cuidar, alguien por quien ver y además convivir con una persona que ni siquiera soportas, también entendió que las peleas podrían ser muchas pero la mejor manera de resolverlo era llegar a un acuerdo antes de ir a dormir

Con la tercera película, el pelinegro disfruto más de las bromas, el amor no es siempre felicidad, es apoyarse el uno al otro, ser honestos y sobretodo ser uno mismo... Akutagawa suspiro, ahora entendía por qué el albino estaba enojado por su "negocio" aunque Akutagawa lo vio como tal, para el albino fue otro tema, fue su vida, su romance anhelado y el convivir ahora con alguien que apenas conoce...

Atsushi acomodaba unos libros nuevos en la librería, el olor a libro nuevo le relajaba, hasta que escucho la campanilla de la puerta sonar

- Lo siento ya cerramos – dijo el albino asomándose – ah, eres tu

- Ya es tarde – dijo Akutagawa

- Llegaron libros nuevos, tardaré otros 10 minutos para acomodarlos

- Está bien, esperaré – dijo el pelinegro tomando asiento

El albino continuo su trabajo, Akutagawa miraba como el albino sonreía por aquellos libros, realmente le gustaban, decidió ir al auto, dejando algo sorprendido al albino, no le dio importancia y termino su trabajo; Atsushi salía del lugar, había acomodado y cerrado todo, miro a su esposo recargado en el auto, simplemente se acerco

- Listo – dijo el albino

- Vale, vamos a casa

- A prisión querrás decir – murmuro el albino subiendo a aquel auto