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—Me fascina —Dijo animadamente —Aunque he estado un poco dejado

—¿A qué tipo de fotografías te dedicas?, ¿Puedo ver algunas? —SeungCheol realmente estaba interesado, le parecía lindo que a Jihoon le apasionara algo y que no fuera por obligación

—Mi cámara está descargada —Respondió vacilante. Si quería mostrarle sus fotos pero recordaba que entre medio de tantas capturas estaban aquellas fotos comprometedoras que prefería no mostrar aún

—Otro día será —Bufó algo desanimado —A propósito, mañana hay entrenamiento al aire libre, el entrenador me pidió enseñarte algunos trucos así que quiero verte a las 06:00 a.m. en la cancha

—Esta bien pero pierdes tu tiempo no se nada de Basquetbol

—Tengo disposición para ayudarte —SeungCheol sonrió mostrando sus adorables hoyuelos

—¿Por qué lo haces? Insulté tu moral de capitán

—No lo sé, eres agradable— Se encogió de hombro. Realmente no sabía la razón

—Tengo otra duda ¿Por qué vienes a esta cancha siendo que tienes una cerca de tu casa donde puedes practicar? —Era una pregunta que a Jihoon le daba vueltas en la cabeza desde que lo encontró

—Es un secreto —Hizo el gesto de callarlo con su dedo —Además no me llevo bien con los chicos de mi sector, soy de pocos amigos

—Yo también

—Seamos amigos —SeungCheol comenzó a reír contagiando a Jihoon, ambos se llevaban bien, el pequeño comenzó a sentir que su corazón latía mas fuerte y que  su nuevo y quizás único amigo tenía una encantadora personalidad, una mirada tierna y seria dependiendo de la ocación ¿Lo único malo? Sus pantalones anchos

Jihoon vivía únicamente con su madre, ella era mesera y muy joven, no pasaba mucho tiempo en casa, a su padre solo lo había visto un par de veces pero al notar que no era cariño lo que recibía de su parte no lo buscó mas. Aquel mismo día había tenido un problema con ella por no tener orden en la casa, fue tan grave la discusión que Jihoon prefirió salir a caminar y relajarse

Caminó por las calles tratando de calmarse, se reclamó a si mismo por no sacar su cámara ya que la noche estaba perfecta para sacar fotografías, había luna llena y por suerte nadie en las calles. Sintió una corazonada de ir a la cancha quién sabe si quizás SeungCheol esté ahí, con su lindo trasero

Justamente en el medio de la cancha había una persona vestida con una chaqueta, shorts y zapatillas

—¡Hey! Es raro aún no son las 06:00 —Jihoon se acercó tratando de disimular su alegría por verlo una vez más

—Tenía el presentimiento de encontrarte aquí si esperaba, por tres horas

—¿Has estado tres horas sentado aquí?— Jihoon sintió pena al ver que el pelinegro se frotaba las manos en busca de calor

—Debía pasarte esto antes de mañana, hoy se me olvidó así que fue error mío —Le tendió un papel de autorización para la salida a terreno de mañana. Jihoon rápidamente pensó en la pelea que tuvo con su madre y supo que no le firmaría

—Lo siento SeungCheol pero no podré ir

—Debes ir, es una actividad de equipo —La mirada del mayor de tornó triste, como pidiendo que cambiara de opinión

—Ni siquiera juego —Jihoon desvió el eke de su mirada, no quería ver los ojos de SeungCheol porque sabía que no podría resistirse

—Le dije al entrenador que te ayudaría, si tienes un problema sólo dimelo, es mi deber como capitán y como amigo

Jihoon se sintió acobijado, era una sensación tan extraña y agradable. Los chicos con los que había estado no eran como SeungCheol, realmente pensó en querer olvidarse de su magnifico trasero un instante y querer llegar a su corazón, era una buena persona tanto por dentro como por fuera

—Tuve problemas con mi mamá y dudo que quiera firmar la autorización —Confesó al fin

SeungCheol no lo pensó ni medio segundo para levantarse y tomar a Jihoon de la mano. Lo arrastró por las calles sin saber donde lo llevaba

—¿Dónde vamos? —Preguntó el menor, intentando no tropezar

—A tu casa

—Ni siquiera sabes donde vivo

SeungCheol se detuvo provov¡cando que el cuerpo del pequeño chocara con su espalda —Es verdad, pero te llevaré igual— Jihoon se liberó del agarre y vio la mirada decisiva del más alto, suspiró y apuntó con su dedo indicándole cuál de todas era su casa, después de todo SeungCheol no estaba tan perdido

Por instinto golpeó velozmente la puerta, estaba nervioso las palabras que quería decir lo ahogaba, sólo sabía que necesitaba tener a Jihoon a su lado en las prácticas

—Apuesto que no has pensado lo que le dirás a mi madre, no debes hacer esto, Cheol

El sonido de alguien acercándose puso al pelinegro aún más nervioso y antes que abrieran la puerta,  no resistió más, soltando lo que su juicio le pedia hace días decir

—Me gustas Jihoon

El pequeño se quedó con sus ojos muy abiertos por lo que acababa de escuchar, no tuvo tiempo de responder ya que su madre estaba frente a ellos con una expresión no muy alegre por la repentina visita

—Buenas noches Señora Lee —Comenzó a hablar con titubeos — Mi nombre es Choi SeungCheol, capitán del equipo de Basquetbol

—¿Que es lo que quieres de verdad? —Interrumpió la señora. Jihoon fruncio el ceño, el mayor se estaba esforzando y su madre tenía la decencia de callarlo

—Necesito que firme este papel de autorización para una salida mañana a terrero

Al final no fue tan difícil como pensaban, la señora firmó y cerro la puerta diciéndole a Jihoon que no se demorara mucho

—Tenía miedo —Exclamó SeungCheo, una vez quedaron solos de nuevo

—¿Yo te gustó? —Jihoon unicamente tenía un pensamiento, las palabras del mayor

— Me gustas Jihoon —Volvió a repetirlo tal cual pero ahora con una sonrisa

El silencio los invadió, el castaño sintió como el calor le invadía su rostro mientras que el pelinegro lo miraba tímidamente

Se acercó y posó su mejilla en la del mayor, SeungCheol tuvo que inclinarse para estar a la par, se buscaron y finalmente unieron sus labios en un dulce beso que para Jihoon fue el más tierno y suave que le habían dado

Siguieron en su juego de castos besos por unos minutos más, ninguno de los dos quería despedirse y SeungCheol encontró el calor que necesitaba

—Te veré mañana temprano —Le sonrió el más alto para luego irse, desapareciendo en la noche: El corazón de Jihoon latía a mil, la noche había terminado bien y con una que no se esperaba

Quizás era tiempo de dejarse llevar y poder sentir esas emociones otra vez

Pantalones (JICHEOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora