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Jihoon aceptó ya que no tenía otra opción, estaba perdido en una ciudad que conocía muy poco, quería estar al lado de SeungCheol y no de DongHo. Pero las cosas resultaron así y ahora iba caminando junto a él, dirigiéndose a la que sería su habitación para pasar la noche

—Dormirán de a dos —Explicó el entrenador —El presupuesto no es mucho, compartirán habitación y cama

La puerta se cerró dejando a Jihoon con quien sería su compañero, DongHo. La habitación era pequeña, la cama estrecha y la ventana enorme

—Debes cambiarte esa ropa, puedo prestarte de la mía

—No quiero

—Pero te vas a resfriar —DongHo insistió al tiempo que erguía para estirar sus brazos —No veré nada que no haya visto antes

—Sigues sin superar lo nuestro, pobre idiota —Susurró el pequeño

—¿Tú lo hiciste buscándote a alguien para poder jugar? SeungCheol no es del tipo de personas que te solían atraer —Se burló

Dicho esto, Jihoon entró en estado de enfado, como pudo arrastró el cuerpo de DongHo a la cama, se subió sobre él, se aseguró de que no pudiera escapar y lo miró con odio —No quiero jugar con SeungCheol, él es mucho mejor persona que tú

—Te atrae su trasero, de la misma manera que quisiste estar conmigo por mi cuerpo

—No —Suspiró, en el fondo tenía algo de verdad —SeungCheol es especial, me gustan sus hoyuelos, me gusta la forma que tiene para tomar decisiones, me gusta que quiera ir con calma, me gusta que sea dedicado, se esfuerce y que anteponga a los demás sobre él, lo hace ser una linda persona. Quiero conocer más de él, quiero apoyarlo en sus derrotas y celebrar sus victorias, quiero estar ahí cuando tenga ganas de llorar y de reír —Jihoon hizo una pausa porque sintió algo extraño en su interior, miró a DongHo, estaba tan sorprendido como él —Por Dios, me estoy enamorando. Quiero verlo

El pequeño se levantó de la cama, tomó su mochila, su cámara, su teléfono. Su respiración estaba agitada pero feliz por saber la razón

—¿Te vas? —Preguntó DongHo todavía muy asombrado

—Quiero verlo, SeungCheol no pudo haberse ido —Caminó tembloroso hasta la puerta —Iré a buscarlo

—Es una locura salir en medio de esta lluvia

Era cierto, a pesar de estar todo en silencio el ruido estrepitoso de la lluvia rompía aquella sensación de paz y relajo. Pero Jihoon sonreía, cerró sus ojos recordando, mordió su labio y volvió a sonreír —Con SeungCheol hemos hecho mucho más locuras

Bajó las escaleras con prisa, sus zapatos mojados le impedían dar grandes pasos, sentía frío, sueño, vigor, amor, felicidad y preocupación. Llegó hasta la puerta de entrada, estaba todo muy oscuro y vacío, entonces de pronto la puerta fue abierta, entrando un hombre alto, encapuchado y empapado. Jihoon se alertó, se puso en modo defensa mientras veía lentamente como el tipo se iba quitando las capas de ropa que llevaba puestas

Vio sus orejas y sonrió al reconocerlas, quiso asegurarse quedándose inmóvil mirando el resto de su rostro. Ojos grandes, largas pestañas, labios rojos, gruesos y muchos lunares, sin duda era SeungCheol

SeungCheol suspiraba por el frío, murmuraba algo inentendible, limpió su rostro para volver a su estado paranoico —Jihoon ¿Dónde estás? —Musitó para sí

—En tu corazón

SeungCheol se giró encontrándose con aquel cuerpo bajito que tanto amaba y le tenía preocupado. Lo primer que hizo fue abrazarlo, lo segundo fue asegurarse que estuviera bien y lo tercero

Pantalones (JICHEOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora