Pase otra vez por el pasillo de la empresa donde trabaja mi papá y vi a una señora hablando con Franco y Agustin.
—Chicos ustedes que son electrónicos y saben mas que yo —se escuchó hablar a la señora. Frunci el ceño y n apoye en la pared para ver mejor esa escena.
—Si —Franco alentó a que la mujer siguiera hablando. Me cruce de brazos por pura comodidad y seguí escuchando.
—Tengo una radio... —su voz fue interrumpida.
—Tirela, no sirve —hablo Agustín. Me tape la boca para no reírme de él. Empezó a cruzar y descruzar sus brazos en el aire dando a entender que esa radio no tenía arreglo.
—*Cállate vo'* —Abrí mis ojos bien grandes y me paré derecha al escuchar el acento español. No sabía que Franco hablaba español. Casi toda mi familia habla el idioma—. ¿Qué problema tiene la radio? —pregunto y se rasco a un costado de su nariz.
—Bella —me gire de golpe para ver quien me hablaba.
—Oh... señorita —hablé con respeto, era la señora pejelagarto... digo la esposa del señor Agustín.
—Estrella —sonrió—. ¿No haz visto a... —ambas giramos a ver a Agustín en ese preciso momento donde el hablaba.
—¡No tiene arreglo señora! Tire eso —dijo y señaló la radio con toda la palma de su mano.
—Ya lo encontré —hablo Estrella y empezó a caminar hasta él. Escuche un sonido pero no parece importante, se parece mucho al de mi reloj cuando... ¡Oh Dios!
—¡Papá! —empecé a gritar pero no había caso—. ¡Papá! —mire cada oficina mientras corría con mi uniforme.
—¡Isabella! ¿Qué pasa? —frene ante su voz y gire sobre mis talones.
—Llegó tarde —hablé. Estábamos como a diez pies de distancia. El negó varias veces y empezó a caminar, debía seguirlo.
Entre corriendo a la escuela, era demasiado tarde. Empuje la puerta de mi aula pero, ¿Qué rayos? No hay nadie, excepto por un chico que no he visto nunca. Acomode mi mochila con un movimiento brusco y lo mire fijamente. Pelo teñido, ojos rasgados y labios diminutos.
—¿Qué demonios me ves? —hablo y aparte la mirada para mirar la puerta, le di la orden a mis pies para moverme y irme—. ¡Espera!, no quise sonar grosero —sentí que tocaron mi brazo y lo presionaron con suavidad. Volte a mirarlo ya que no podía ser nadie más que él—. Perdón, solo estoy nervioso, es mi primer día y no encuentro a nadie —mire el suelo y vi papeles de colores tirados. ¡Hoy hay partido! Demonios el disfraz.
Mire al chico otra vez y con mi brazo izquierdo saque con violencia el brazo del chico y salí corriendo a los vestidores, el chico gritaba detrás de mi y trataba de alcanzarme. Abrí la puerta con velocidad y vi a las porristas, que bien, aún no se habían terminado de cambiar.—¡Oye! —el chico entro con fuerza a la habitación y el lugar se lleno de gritos agudos—. ¡Lo siento! —grito, podía ver como le arrojaban cosas en camaralenta. Definitivamente este no era su día.
Mientras la ropa volaba y el chico se marchaba. Abrí mi casillero y saque el traje de la mascota, si, ¿Se pensaban que era porrista? No señores, soy la mascota del equipo, soy un panda que bailan en medio de la cancha.—Apurate —Karli si es porrista.
—Ya casi estoy —termine de ponerme el traje, solo me faltaba la cabeza—. Ayudame con eso —señale con mi barbilla el lugar donde estaba tal cosa y ella asintió. Puso la cabeza de panda en mi cabeza, admito que cuesta respirar con esto y que este traje da demasiado calor.
—¡Bienvenidos una vez más al gran juego de estos dos rivales! —hablo el altavoz, ya era hora de mi salida—. ¡Miren ahí, la mascota del equipo! —nadie sabía quien era la que estaba detrás del traje—. ¡Y detras de la mascota, las animadoras! —ellas empezaron con su rutina y yo con la mía, y por mi rutina me refería a saltar y bailar con la música con paso libres y totalmentes inventados en él momento—. ¡Y así damos por iniciado el juego! —corri para las bancas ya si me iban a pegar si no lo hacía y me senté. Tenía mucho calor.
Mire como la pelota de fútbol americano iba de un lado al otro. Como se golpeaban para conseguirla y lograr un punto, cualquiera que viera este partido y no sepa nada de fútbol americano, pensaría que era una representación de la guerra de Esparta.
—¡Ganamos señores, ganamos! —Festejo el altavoz y una bulla se escuchó en la tribuna. Aquí vamos de nuevo. Me levanté para ir y correr par a "animar" al equipo perdedor, la realidad era que les iba a hacer burlas y gestos por haber perdido, total, ellos no saben quien soy yo.
Empecé a bailarles y hacer movimientos raros, sentí como deje de tocar el suelo, mire quien me cargaba, era el equipo de mi escuela. Otra vez me cargarán por toda la escuela para festejar y tirar papeles por todas partes.
Abrieron las puertas del colegio con una patada y la muchedumbre de gente comenzó a tirar papeles, yo bailaba encima de los que me cargaban, amaba ser la mascota.Nota: No se si les gustara que uno o dos de los personajes sean coreanos... comenten quienes creen que serán.
Y ¿les gusta como escribo?
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Huérfana, La Historia Aún No Termina
FanfictionTodo lo que veo es fruto de lo que he hecho, la verdad, no espero encontrar a mi verdadera madre, con ___ y Joel como padres soy feliz. Ellos me han enseñado muchas cosas, por ejemplo, mi mamá me enseñó a saber perdonar y ser comprensiva cuando algu...