02. Escenario [Enseñándote a conducir].

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Guren Ichinose:

"¡No, me niego!" Guren ladró mientras se frotaba la frente frustrado. "¡Es imposible enseñarte a conducir!"

"¡Pero---!" exclamaste intentando llamar su atención.

"¡No! ¡No haces nada bien!" se cruzó de brazos, mirándote. "Te digo que hagas una cosa y haces la otra, digo esto y tu haces aquello, te digo que vayas a la izquierda y vas a la derecha. Digo blanco y tu dices negro. ¡Digo---!"

"¡GUREN! ¡NI SIQUIERA ME HAS DADO LAS LLAVES DEL AUTO!"

Shinya Hiragi:

"¿Cómo empezar...?" murmuró el peliblanco, concentrado.

"Fíjate si tu espejo está bien" indicó, mientras tú hacías lo que el ordenaba.

Acomodaste el espejo a tu preferencia, volteando emocionada hacia él cuándo terminaste. "Ahora el retrovisor." Parpadeaste, mirándole con una cara de '¿en serio?' e hiciste lo que ordenaba.

"Ahora el espejo derecho." contuviste un suspiro, mientras arreglabas el espejo que estaba a lado de shinya.

"Ponte el cinto." te detuviste para observarlo un par de segundos: parecía realmente asustado, cómo si temiera por su vida: agarrado de la manija de la puerta cómo si estuviera preparado para saltar del auto en cualquier momento, mirando al frente con los ojos entrecerrados y mordiéndose la lengua. Frunciste una ceja, entrecerrando los ojos ante su comportamiento. "¿Estás segura de que quieres aprender a conducir? Es decir, yo puedo llevarte a dónde lo necesites---"

"Maricón." murmuraste poniendo tu cinto.

Norito Goshi:

"Tú, aaah. Agarra la palanca." Objetó el rubio, y le miraste algo extrañada mientras hacías lo que decía. "Acariciala." Parpadeaste sin entender lo que decía.

"¿Ah? Per---"

"¿Quieres aprender a conducir? Bueno, acaricia la palanca." le miraste sin comprender bastante bien. "Err... tienes que ser uno con el auto." habló, por lo que soltaste un pequeño 'ooooh'.

Hiciste lo que hizo, notando que él rubio miraba concentrado tu mano, algo así cómo asintiendo. Volteó hacia ti, con una sonrisa, antes de tomar tu rostro en sus manos y besar suavemente tus labios.

"¿Por qué no mejor dejamos esto para otro día y acaricias mi palanca?"

Kureto Hiragi:

"Realmente sabía que eras una buena para nada, es decir, ni siquiera cocinas bien, limpias, o..." Empezó, mientras se sentaba en el asiento del copiloto.

Rodaste los ojos, "Sí, sí. Ya sé. ¿Podríamos empezar?"

"Pero en serio, ¿no saber conducir?" Siguió, mientras parecía negar frustrado. "Cada día me sorprendes más---"

"Estás muy equivocado si piensas que vamos a tener sexo esta noche después de esto." hablaste ásperamente, provocando que se atragantara con sus propias palabras mientras ambos se ponían el cinto.

"A-ah, bebé. Lo siento.." empezó, pero su boca se cerró cuándo lo miraste de mala manera, haciendo que se quejara.

"Cállate y enseñame." hablaste mientras jugabas con la palanca y tocabas todos los botones que habían en el auto. "¿Para qué sirve esto?"

René Simm:

Ambos se miraron el uno a otro en el auto, ya ambos con los cintos puestos. Te miró en silencio, mientras esperabas alguna indicación.

". . ."

Jugaste con tus pulgares, algo aburrida. Él solo miraba al frente por unos instantes y luego pasaba la mirada hacia ti.

"Uh.. ¿René?" hablaste con un tono de impaciencia.

"¿Sí?"

"Ah, no. Nada..."

". . ."

Suspiraste, esperando un par de minutos más pero no pasó nada.

"Olvídalo, le pediré a Lacus que me enseñe." te cruzaste de brazos mientras salías del auto enojada.

Lacus Welt:

"Bueno~, lo primero que tienes que hacer es..." empezó con una sonrisa, ambos ya estaban listos, con los cintos de seguridad listos y el auto encendido.

"¡Pisar el acelerador!" exclamaste de repente, mientras rápidamente pisabas el acelerador, haciendo que el auto retrocediera repentinamente, chocando con el auto de rené.

Ambos intercambiaron miradas nerviosos, hasta que escucharon un grito. Se dieron vuelta, encontrando a un René muy enojado.

"Uuuuh.." murmuraste con la boca seca, algo nerviosa.

A lo lejos viste a Mika acercarse, pero al ver lo que había pasado simplemente chifló, dándose media vuelta y alejándose. Cobarde...

"Corre." Dijo Lacus mientras ambos salían del auto, corriendo tanto cómo podían.

Owari no Seraph. » One-Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora