At First Sight [SF9, Taeyang y Tú]

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—Ahh, al fin amaneció— dije mientras me quitaba las sábanas de encima.

—Espero que no se me haga tarde para la cita si es que de la puede llamar así, mientras tanto voy a tomar una ducha, me vestiré y luego bajaré a desayunar—

—¡No puede ser! ¿En dónde dejé el vestido que se suponía que me pondría hoy? Debe de estar por aquí ¿Donde más podría estar? Ni que al vestido le hubiera salido piernas para salir corriendo de aquí—

—Tranquila mantén la calma—de pronto se me vino a la mente que la noche anterior había estado tirando mi ropa encima de la cama y que de seguro podría estar caída por ahí o debajo de ella. Así que enseguida me puse a buscar.

—Pero mira dónde has estado, ya me imaginaba encontrarte aquí debido al desorden que había hecho antes—solo a mi me podría pasar esto. Pero que despistada soy de seguro perdí mucho tiempo aquí, apenas termine de alistarme baje inmediatamente a desayunar.

—Umm, pero qué rico me quedó el desayuno— solté una pequeña risa mientras recordaba que todo había sido comprado, listo para servirse y que lo había hecho sin ningún esfuerzo.

—Bueno ahora solo me toca esperar—tome mi celular para ver la hora al ver que faltaba poco para que llegara algo dentro de mi comenzó a desistir de la idea de ir  y me llene de arrepentimiento.

—¿Qué pasaría si alguien nos ve? ¿Qué pensarían?– cálmate solo van por estudio recuerda no es una cita además al resto no le debe de importar mi vida cada uno decide que hacer con la suya.

—Espero que aparezca pronto antes de que desista totalmente— a penas había terminado de hablar y en cuestión de segundos el timbre sonó. Respiré profundo e inmediatamente fui a abrir la puerta.

—Hola ¿Como ha estado maestro?— dije mientras hacía una pequeña reverencia.

—Ya te dije que no me llamaras así dejemos la formalidad para otro momento, ¿como te encuentras, ya estas mejor? Si no te sientes bien házmelo saber, me tenías muy preocupado— lo primero que se me cruzo por la mente fue darle un abrazo.

—Oh, lo siento mucho— dije mientras él me tenía entre sus brazos sabía que él estaba preocupado pero no pensé que me lo diría directamente haciendo puchero, al ver esa reacción mi corazón se derritió.

—Lo importante pequeña es que ya estás bien ¿Pero porque te ríes?—

—¿Enserio no sabes porque? Hiciste puchero cuando me abrazas, me causo ternura te veías muy lindo y en parte risa porque nunca te había visto reaccionar así, por lo que quedé muy sorprendida y no pude evitar reír—

—¿Realmente lo hice? No me percaté, gracias por el cumplido—ella se veía ruborizada por lo que me di cuenta de que se le habían salido palabras demás.

—No es nada, mejor vamos ¿Si?—porque eres así? Ya deja de ser tan obvia solo a mí se me pudo cruza por la mente que no se daría cuenta.

—Esta bien, vamos—por ratos sentía que estaba hablando con una persona que conocía desde hace años y eso hacía que fuera muy cómodo estar con ella. Casi de inmediato salimos y nos fuimos en mi auto.