4.

1.8K 207 66
                                    

—Doyoung..—susurró el príncipe Jaehyun—te lo dije antes ¿por qué no haces caso? Vamos, nada va a sucederte, puse tres guardias más a protegerte ¿no lo hicieron anoche acaso? nada te sucedió.

Doyoung se cobijo más en sus mantas pero aún seguía teniendo frío

tengo frío príncipe —susurró con caminos de lágrimas en sus mejillas, había estado llorando toda la noche, su cuerpo se sentía congelado, estaba desorientado

—¿será que vas a coger un resfrío? Ven aquí—murmuró el príncipe metiéndose en la cama y abrazándolo—me quedaré contigo hasta que puedas volver a dormirte.

Llovió todo el día, quizás era por eso que Doyoung tenía frío ó tal vez fue la decepción de que Youngho no era el alfa que él creyó que era, que por esa razón Youngho no era el mejor, que todo este tiempo estuvo tratandolo como a un bocado.

Que lastimaría su cuerpo con sus grandes garras, que le desgarría el cuello con sus afilados colmillos.

Incluso si Doyoung lograba dormir unos minutos, terminaba despertando entre gritos y miedo.

Así pasaron días, días en los que Doyoung no salió de su habitación ni por un segundo, que temió cada que algún empleado golpeó su puerta.

—Joven Doyoung..—murmuró una voz del otro lado de la puerta- soy el jardinero Jo.

—¿q-qué sucede?—preguntó temeroso aún cobijado

—las plantas.. nuevas hojas han salido, pensaba que quizás usted se animaría un poco al verlas.

El brillo en los ojos de Doyoung volvió, incluso hasta un poco de calor en su propio cuerpo, las plantas que habían enterrado juntos, con apenas un poco de fuerzas Doyoung camino hasta la puerta para abrirla y sonreír pero la expresión del jardinero fue de tristeza al verlo.

Doyoung estaba un poco pálido y con ojeras, sus bonitos labios rosados estaban agrietados, y sus ojitos un poco hinchados.

—le ayudaré a cambiarse y le llevaré a verlas ¿sí?—Doyoung asintió

No había estado comiendo bien, todo lo que digería acababa dándole ganas de vomitar así que en consecuencia su propio cuerpo estaba demasiado agotado que tuvo que caminar colgado del brazo del jardinero pero al señor Jo no parecía molestarle.

El aire fresco le hacia sentir de maravilla y Doyoung ahora puede decir cuánto extraño el jardín de flores.

Miro las plantas junto al señor Jo y sonrió, aún estaban muy pequeñas pero su color se había vuelto más intenso y pequeñas hojas estaban brotando.

Sintió una contracción en su estómago que lo hizo retorcerse así que el jardinero rápidamente lo llevo hasta un banco para que se siente-de seguro es porque no desayuno, iré a buscarle algo de comer joven Doyoung

—no hace falta, no tengo hambre..

—Joven Doyoung, debe cuidarse, iré por algo.—dijo decidido el hombre y Doyoung sonrió enternecido, viéndolo ir.

Sus manos se sentían congeladas aún, distraído miro alrededor, su estómago dolía a tal punto que Doyoung quería tirarse al piso pero de pronto alguien le tapó la boca asustandolo, gruñó, pidiendo que lo suelten pero su voz se oía, lo sujetaron fuerte la cintura, levantándolo fácilmente—no hagas ruido Doyoung.—sus lágrimas volvieron a deslizarse, Youngho estaba llevándoselo a quién sabe dónde incluso si pataleo e intentó safarse, no tenía la fuerza, no cuando Youngho era tan fuerte y él ni siquiera había estado comiendo los últimos días.

Camino de rosas. JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora