título 45

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Tsuna sonreía mientras miraba el álbum fotográfico de las fiestas que había tenido, en ese momento se encontraba con los niños en la casa de Nana, pero en ese momento se sentía aburrido.

Estaba entrando al finalizando su segundo trimestre y se comenzaba a preparar para el famoso baby shower de las chicas y que se llevaría a cabo dentro de unos días.

Un suspiro salió de sus labios llamando la atención de los niños

--Pasa algo Tsuna-nii—pregunto Fuuta

--Nada, solo que estoy aburrido, ya se vamos a visitar a los chicos a la escuela

--¿es seguro Tsuna-nii?—pregunto I-pin

--Sip, vamos

Los niños se miraron, pero sabían que no podían dejar solo a Tsuna, así que Lambo, activo su nueva bazooka, dejando a su versión de quince años con ellos

--Hola Tsuna—exclamo el joven, mientras miraba que ayudaba a los niños

--Lambo—exclamo con un puchero y después lo abrazo—hace tiempo que no te veía

--Yo también extrañaba viajar al pasado—respondió mientras también lo abrazaba—bien te ayudo a ponerte los tenis

Tsuna asintió, ya para ese momento le era imposible agacharse, así Lambo lo ayudo y después de ponerse los suéteres, abrieron la puerta para ir a Nami-chu, pero se encontraron con Chrome y Mukuro.

--Oya, oya ¿adónde vas Tsuna?—pregunto el chico de Kokuyo

--Iba a visitar a los chicos a Nami-chu—contesto con una sonrisa en los labios--¿vamos?

--Claro, vamos—exclamo Mukuro, acompañando a los niños, a Tsuna y el Lambo del futuro

Los jóvenes les pusieron la ilusión al castaño y así dirigirse a la escuela

--Oye Mukuro ¿Qué tal te fue en una cita con Byakuran?

--Creo que bien—dijo mirando a otro lado

--¿Cómo que crees?

--Lo que pasa es que Mukuro, mando una ilusión a la cita—respondió Chrome

--¿Por qué?

--Kfufu, eso es algo que prefiero guardar para mí.

Se había cansado de los constantes acosos del chico de cabello blanco, pero también estaba consiente que le gustaban algunas de sus locuras para llamar su atención. Cuando Byakuran le pidió la cita, después de haberse puesto en una situación humillante, le pidió una cita, él dijo que sí, pero el día en cuestión sintió miedo, no sabía por qué, tal vez por el recuerdo de una visita del aquel Byakuran en el futuro, no supo por qué sintió miedo, por lo que mando una ilusión. Tanto Daemon como Chrome se percataron, pero no dijeron nada, de hecho esa noche Daemon estuvo a su lado platicando de su pareja. Pero no pensó que el peliblanco se lo tomara tan mal, al grado de que ya no había vuelto a verlo y eso le entristecía.

Sacudió su cabeza y se percató de que estaban cerca de la escuela.

Tsuna tenía meses de no haber estado en su escuela y faltaba mucho para regresar a ella, pero se mantenía al corriente gracias a Reborn y Kyoya. En ese momento los alumnos estaban en el descanso.

Algunos comenzaron a señalar al joven de cabello castaño acompañado por los tres niños y dos chicos de Kokuyo, un chico del comité que al verlo, corrió a avisarle a su líder.

Tsuna ignoraba las miradas y los señalamientos y se dirigió a su salón, tal vez sus amigos estaban ahí.

Con sus guardianes de la niebla tras ellos, camino a su salón.

la verdad de tsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora