Caminaba de vuelta a mi hogar, había sido un día agotador, la tienda estaba a reventar y había visto tantas caras que podría describirlas una a una. Pasaba frente a un callejón, sucio y obscuro, vi a unos sujetos que claramente no planeaban nada bueno, tipos enormes, sólo esperaba que no notaran mi pequeña existencia, que me dejaran pasar sin problemas. Pero lamentablemente, la fortuna no estaba de mi lado ese día.
-Hey, porque tanta prisa -su voz me calló como un relámpago-.
-E....EH? Y...yo? - todo mi ser se estremeció, ya podía verme completamente acorralado -.
-Si, tú. ¿Ves a alguien más? Debes tener algo de valor, ¿verdad? Que te parece si nos hechas una mano -su mano me sujeto con rudeza el hombro, mi cuerpo temblaba, estaba en blanco, aterrado, cuando el segundo sujeto venía hacia mi un pequeño gato negro saltó sobre su cabeza, al cual observaron con una expresión casi indescriptible.
-Es el....ya estamos acabados....-mire con extrañeza al tipo, estaba casi tan asustado como yo, no podía entenderlo-
-T..Tenemos que irnos! ¡No seré el siguiente, no dejaré que esa cosa me coma!
No acababa de entenderlo, era un gato, un pequeño animal ¿Qué podría causar tanto temor por un pequeño animal?
-Esta ves no, estoy preparado - el tipo que sujetaba mi hombro me soltó y sacó un revolver, lo cual me pareció exagerado para un gato- Esta ves acabaré con el!
Se oyó el fuerte disparo del arma, cerré los ojos y oí la risa victoriosa de los sujetos, pero de pronto un gruñido desgarrador atravesó el callejón, abrí los ojos de golpe y encontré frente a mi a una enorme bestia de pelaje negro y unos ojos que parecían en llamas, bajo sus patas el suelo ardía, el sujeto volvió a disparar pero la criatura saltó ágilmente y se abalanzó sobre el, sus garras ardientes rasgaron su piel y sus colmillos partieron su garganta como si fuera una simple barita. Horrorizados, trataron de escapar, pero la bestia se les echó enzima como si nada, una ves acabado se dirigió a mi, esos ojos ardientes me miraban fijamente, como si perforaran mi alma, me entregue a la muerte, que más podía yo hacer, cerré los ojos y en cuanto pensé que ya estaba perdido oí una dulce voz .
-¿Estas bien? ¿Esos tipos te lastimaron?
Abrí súbitamente mis ojos, grande fue mi sorpresa cuando, en lugar de una fiera, vi a un muchacho, de unos 19 años, cabello negro, tez clara y unos refulgentes ojos rojos.
-¿Qu..Quién eres? ¿De donde saliste, a donde fue la bestia?
-Demasiadas preguntas.... No me aburras humano -eso me dejó más que claro que el no era un humano- Yo soy Red, de donde salí dices....pues digamos que de un plano diferente al tuyo, y la bestia, pues ¿Me estas viendo y no se te ocurre que es lo que paso? Los humanos son tan molestos-estaba atónito, ¿acaso estaba sugiriéndome que él era la bestia? Me parecía absurdo, pero por más que buscaba a la criatura no podía verla, sólo quedaban las huellas quemadas en el pavimento que se dirigían hacia mí.
-Ok.. Tu eres la bestia....realmente me cuesta creerlo- me miró algo molesto, fue entonces cuando me di cuenta que tenía una cola y orejas de gato, me sobresalté por mi descubrimiento y trate de no molestarle más, ya tenía más que claro de lo que era capás- B...Bien, te creo. Pero....debo irme ¿sabes? Tengo trabajo mañana...-Trate de levantarme pero red se puso frente a mí-.
-Creo que me debes algo, e salvado tu vida, así que a cambio....me dejarás quedarme contigo- Me miró sonriendo, no es como si hubiese podido negarme, estaba claro que no podría irme sin el-.
-No tengo de otra ¿Verdad?
-Nop- Su pícara sonrisa no parecía desaparecer , estaba decidido a seguirme-.
-Esta bien....Vamos a casa....
"Buenas, si les a gustado, comenten, para ver si continuo o no. :) "
"Si logró llegar a los 50 visitas prometo ilustrar mis historias, que tengan buen día...o noche... Bye~"